2. LAS FUENTES DE INFORMACIÓN

Ya hemos visto cómo cada elemento revela información. Podemos proceder a investigar ahora la multitud de informaciones que se puede expresar mediante la combinación de elementos.

COMBINACIÓN

No hace falta decir que hay una infinita variedad de combinaciones de la información, y no podemos esperar clasificarlas. Pero podemos esclarecer varios principios que nos ayudarán a aprender el uso de tales fuentes de información. Inclusive un viejo y experimentado escritor de literatura debe aprender desde el comienzo el método de expresión en el cine.

La única comparación que podemos hacer es con el dibujo animado. Tenemos allí una combinación de elementos similar, con el propósito de contarnos algo. Puede haber decorado, accesorios, objetos, la expresión del actor y por debajo una línea que se puede considerar equivalente del diálogo.

Se debe entender del siguiente modo a la combinación de elementos: un decorado, por ejemplo, puede revelar el «lugar». Varios accesorios en conexión con el decorado pueden expresar características tales como belleza o pobreza, lujo o suciedad. La acción de un actor puede revelar su relación con el decorado. Por ejemplo: un hombre que está dormido en un cuarto revela que es muy probable que sea el suyo. Un hombre que ofrece de beber a otra gente en una sala de estar demuestra que esa es su casa.

Habiendo efectuado así una relación entre elementos, la combinación empieza a revelar nueva información. Si sabemos que una gran mansión pertenece a cierto personaje, sabemos que él es rico. Si mostramos las ruinas carbonizadas de una casa sólo se expresa que la casa se ha quemado. Pero si mostramos la expresión de un actor examinando la ruinas, entendemos que es su casa o la de un amigo. Estos elementos proporcionan información sobre los otros.

Si se exponen a la vez las distintas fuentes de información, la combinación resulta simultánea. Pero la combinación también puede ser consecutiva; es decir, un hecho puede combinarse con otro que se expuso antes o que se expondrá más tarde.

Una vez que se ha dado la información, es válida durante todo el relato o hasta que otra información la altere. Si nos enteramos de que una casa pertenece a un dentista, seguiremos pensándolo hasta que se nos informe que la vendió, alquiló o que fue destruida.

Debido a la constancia de la información, reunimos una determinada cantidad de conocimiento durante el transcurso de la narración. Este conocimiento, intensificado por información previa, puede agregar nuevo significado a la nueva información. O la nueva información se puede agregar al conocimiento previo. Por ejemplo: vemos a un hombre entrando a un auto. Si ya sabemos que quiere tomar un avión, deducimos que irá hasta el aeropuerto. O para dar un ejemplo del proceso inverso: vemos a un hombre sacando una pistola de una gaveta. No sabemos a quién quiere matar. Luego lo vemos entrar a la casa de su enemigo. Ahora entendemos para qué tomó el arma.

Además, la constancia de información puede seguir representando para nosotros una combinación de elementos a pesar de que sólo veamos uno de ellos. Si sabemos que un niño siempre jugaba con cierto juguete, la presencia del juguete en un lugar extraño indicará que el niño está o ha estado allí. Si está muerto, el objeto aún puede representar al niño para su madre. Cuando una nueva información releva a la primera de su validez, entendemos que ha habido un cambio. Por ejemplo: vemos un campo y luego una casa en su lugar. O una pareja joven se muda a una casa nueva. Hay una gran cama doble en su cuarto.

Luego vemos dos camas gemelas en lugar de la otra. Aún más tarde, sólo hay una. El desarrollo, implícito en este cambio, es el debilitamiento de su amor y su separación final. O un hombre le habla a su mujer durante el desayuno.

Años más tarde, él lee el diario. O un hombre entra a un auto que está frente a su casa. En la escena siguiente sale del auto pero ahora está frente a un banco.

El cambio de lugar implica la acción. El novelista podría haber expresado esta acción mediante una frase simple: «Manejó de su casa al banco». El guionista debe emplear la manifestación visual de un cambio de decorados.

Los medios de expresión a disposición del novelista son más sencillos. El guionista se encuentra muy entorpecido por las dificultades del lenguaje cinematográfico. Debe buscar constantemente nuevas combinaciones para expresar los desarrollos de su historia. Sólo con el uso más intenso de todos los medios expresivos podrá lograr su objetivo. No olvidemos que el cine requiere una obra mucho más rica, completa y variada que la obra teatral. No con respecto a su contenido sino con respecto a la cantidad de información proporcionada. Hay más incidentes, más acciones laterales, más lugares, más protagonistas, más partiquinos. Para cumplir con estas exigencias debemos proporcionar más información. Con la excepción del diálogo, el cine no posee medios de expresión directos o fáciles. Así que debemos estudiar cuidadosamente el significado, propósito, caracterización, potencialidad del decorado, accesorios, objetos, actor, iluminación, sonido.

DUPLICACIÓN

Los maestros de escuela dicen a sus alumnos que nunca deben repetir algo al escribir. Puede ser que tengan razón en lo que hace a la escritura elemental.

Pero a medida que aumentan las dificultades de comprensión, la repetición se va haciendo muy útil.

En la obra teatral se permite la repetición porque no es fácil que el auditorio entienda la obra. Un viejo axioma de la escena establece: Cuente a su auditorio tres veces cada factor importante si quiere asegurarse de que lo entenderán. Lo mismo es cierto también para la oratoria. Todos los grandes oradores, empezando por Demóstenes, Cicerón y Marco Antonio en el Julio César de Shakespeare, han aplicado la repetición en sus monólogos para facilitar la comprensión.

El cine tiene una forma de reiteración que no se puede llamar repetición.

Por tener distintos medios de expresión, cada uno de los cuales puede expresar lo mismo de una manera diferente, debería llamársela duplicación en lugar de repetición.

La duplicación es el uso de distintos medios en la película para expresar lo mismo. Al principio podríamos resistirnos a usarla por pensar que es una pérdida de espacio, una grave violación de la exigencia de economía. Pero hay poderosos motivos que defienden la duplicación.

La fatiga de la atención concentrada durante todo el paso de la película es considerable. A veces nuestros oídos no comprenden ciertas partes del diálogo, a veces nuestros ojos se cansan, y otras tenemos dificultades para seguir y comprender la trama. En todos estos casos agradeceremos la reiteración de ciertos hechos mediante la duplicación, que también se puede usar para hacernos recordar información que se nos había dado antes. El auditorio puede olvidar hechos aunque hayan sido claramente establecidos al comienzo. Si estos hechos tienen la suficiente importancia, puede ser aconsejable volver a traerlos o recordarlos al auditorio en toda la película. Si hiciéramos eso mediante un único medio de expresión tendríamos repetición, con sus efectos de aburrimiento y desperdicio de espacio. Pero al expresar lo mismo de distintas formas tenemos duplicación con su agradable efecto de variación.

Esta reminiscencia por duplicación de la información requiere un cuidadoso manejo, porque se le debe recordar al espectador los factores correctos en el momento preciso. Por ejemplo: si se ha establecido que un hombre tiene un carácter brutal, puede ser un recordatorio correcto duplicar esta información sobre su brutalidad justo antes de que su esposa le pida un favor. Si hay una escena de amor entre una niña rica y un joven pobre, puede usted hacerle recordar al auditorio la juventud y la belleza; o cuando hay una escena de disputa entre ellos se puede refrescar el contraste entre pobreza y riqueza. La reminiscencia pertinente de los hechos puede mejorar considerablemente la fuerza de la escena.

También se puede usar la duplicación para elaborar cierta información.

Cualquiera que haya visto cine en pequeñas salas de barrio sabe que hay espectadores que de pronto exclaman: «Mira, ahora está enojado», cuando el actor pone una cara de enojo como para atemorizar a un toro. «Ahora se ríe», cuando el actor sacude su cabeza riendo. Aun cuando su deseo de entender en su totalidad las implicancias de una situación es absurdo en tales casos extremos, debemos considerar seriamente otros ejemplos menos obvios. Debemos tener en cuenta que la película avanza con rapidez y el espectador tiene poco tiempo para detenerse a pensar hasta el fin lo que se le está contando. Por ejemplo: la palabra «riqueza» sola no es expresiva. Aun el novelista a veces estimula nuestra imaginación elaborando la palabra. Puede enumerar lo que la riqueza significa: buena comida, hermosas ropas, mayordomos, comodidad.

Del mismo modo, si el guionista sólo nos muestra que cierto artista es admirado, no significa mucho para nosotros, en especial porque no tenemos tiempo para forzar nuestra imaginación hasta comprender lo que esta palabra implica.

Sería aconsejable expresar esta admiración en unos pocos «toques» o incidentes.

Por supuesto, la duplicación también se puede tornar un elemento peligroso. Si un hombre llega de la calle todo mojado y alguien pregunta: «¿Está lloviendo?», la duplicación es una idiotez. Si una persona está sangrando y el escritor escribe el diálogo: «¿Estás lastimado, querido?», la pregunta no tiene mucho sentido.

Sin embargo, la pregunta podría haber sido significativa en el papel porque el escritor sólo tuvo en cuenta un medio de expresión descuidando la exposición visual de los hechos.

COORDINACIÓN

Ningún otro arte tiene tantos medios de expresión como el cine. La escultura sólo cuenta con la forma plástica, la música con el sonido, la pintura con el color y la línea, la novela con la palabra. Aun el teatro, que se acerca al cine en este aspecto, tiene primariamente sólo diálogo. Por eso se puede entender una obra con sólo leer el diálogo, en tanto que el guión de una película no tendrá sentido si sólo se considera su diálogo. De hecho, leer el guión de una película que busca usar todos los medios de expresión a su alcance requiere experiencia y concentración.

El dramaturgo es el creador primario en el teatro porque su escritura, o su diálogo, es prácticamente el único medio esencial de expresión. Productor, director y actor son en esencia sus asistentes. Pero en el cine, en tanto el diálogo representa sólo una parte de la creación final, el uso de muchos medios de expresión distintos exige la imposición de un coordinador que guía, dirige y elige el uso correcto.

En general el director es el coordinador. De algún modo él es tanto el arreglador que orquesta la obra del escritor como el director que le da vida.

Pero no hay límites precisos entre la creación del escritor y la del director.

Muchos «toques de director» famosos fueron inventados por el escritor y se los puede encontrar en el guión. Inversamente, muchos guiones que sólo llevan el nombre del escritor contienen las sugerencias e invenciones creativas del director. Lo ideal sería que lo captado por el celuloide fuera el resultado de un esfuerzo de colaboración. Y aunque hay mucha rivalidad en cuanto a la importancia relativa del guionista y el director, ninguno de ellos puede esperar una película de éxito sin las mejores contribuciones del otro. En los bosquejos finales de un guión a menudo se reúnen para discutir el uso más efectivo de los medios de expresión. A veces se debe suprimir una alocución porque el director siente que un primer plano del actor haría superfluas las palabras. A veces se puede agregar una línea de diálogo para cubrir a un actor que cruza el decorado.

Hay ocasiones en que en ese momento se descubren errores que surgen de una yuxtaposición no intencional. Ya que cada elemento revela información errónea o contradictoria. Por ejemplo: nos sorprendería ver a un hombre que se nos presentó como profesor de biología trabajando en una cafetería. Lo mismo podría suceder con un repartidor de periódicos realizando su tarea desde un Rolls-Royce, un nadador zambulléndose en una piscina vacía, un hombre en una silla de ruedas colocado en la línea de partida de una carrera de automóviles veloces.

Si tal contradicción de información es un error inadvertido, es sencillamente absurdo. Pero también se lo puede usar para obtener un efecto cómico, por ejemplo mostrando la piscina seca sólo después de que el nadador haya iniciado su zambullida. Pero si la paradoja visual se basa en alguna causa específica que no se nos ha hecho explícita, es necesario que se la explique: la bicicleta del repartidor se rompió y un cliente le prestó su Rolls-Royce para que terminara su recorrido.

Desafortunadamente muchas películas están llenas de contradicciones informativas que a veces producen confusión y van en detrimento de los valores de una escena. De todos modos no se debe confundir la contradicción con el contraste, que es uno de los efectos importantes en la combinación simultánea de la información. En una toma famosa de la película «M, el vampiro de Düsseldorf» (M), dirigida por Fritz Lang, una madre cuyo hijo no ha regresado de la escuela grita el nombre de su niño mientras baja las escaleras. La toma muestra la escalera; oímos el grito de la madre; la escalera silenciosa representa la no llegada del niño a la casa. Ésta es coordinación efectiva. Si hubiéramos visto llorar a la madre y sólo después la escalera en silencio, el efecto habría sido más débil.

Hablando prácticamente, siempre habrá un hecho principal que dé un propósito a la toma o a la escena. Pero a la vez podemos usar otras fuentes de información para agregar más información. No debería satisfacernos la sola expresión del propósito principal sino que deberíamos tratar de realizar desarrollos menores o proporcionar información menos importante en el mismo espacio. Por ejemplo: el decorado expone algunos objetos de un comercio. Varios accesorios indican que se trata de una casa de empeños. Entra un joven.

Sus ropas denuncian que está sin dinero. Lleva una guitarra. La ternura COI que la sostiene revela sus sentimientos hacia el instrumento. En ese momento empleamos el diálogo: dice que necesita dinero porque su compañero está enfermo. Aún no nos satisface la explotación de esta escena. Mostramos cómo el hombre detrás del mostrador cuenta dinero mientras escucha. Esta acción lateral adicional delata su avaricia. Así triplicamos y cuadruplicamos el contenido en el mismo espacio. Podemos esparcir información en cantidades sobre cada trozo de película.

Para concluir este capítulo sobre los varios medios de expresión, se debe aclarar que estas fuentes de información no deben confundirse con los simbolismos. El simbolismo es una forma de coordinación pictórica muy dudosa. La diferencia se podría establecer del siguiente modo: mostrar una niña inocente con un lirio es simbolismo. La comprensión de que el lirio representa la inocencia es un proceso complicado para el cual el espectador común nunca tiene tiempo. Mostrar a la niña con un simple vestido blanco y trenzas sería una correcta expresión de hechos. La comprensión es subconsciente. Mostrar a un jugador de fútbol y en la toma siguiente a una topadora sería simbolismo. Pero mostrar a un jugador de fútbol reaccionando frente a una publicidad de topadoras podría ser una revelación correcta de sus pensamientos.