AGRADECIMIENTOS

En un viaje tan complicado como el que relata este libro tuve que echar mano de numerosas ayudas. Doy, pues, las gracias y pido disculpas por las molestias ocasionadas al embajador Pablo Zaldívar y su esposa Paloma, a Javier Gassen, a mi amigo el embajador Pablo Bordallo, a Alberto Moyano, al también embajador Alfonso Ortiz y a su equipo diplomático en El Cairo, a comenzar por Gaspar. A Lluvia Páramo, a la inevitable Lola Castro y al estupendo amigo Komán. que me hospedó enjartum y me llevó en su coche a Dongola. Y, por supuesto, a Kiki, Dirk y Mizhat, mis amigos de Wadi Halla. Y a Alda Tacca. de Parma.

Y a todos los amigos del camino, etíopes, sudaneses y vagabundos blancos, que me brindaron su ayuda desinteresada.