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Mientras tanto, el comisario prepara los detalles de la acción destinada a forzar la reapertura de los burdeles y la vuelta de las prostitutas al ejercicio de su profesión, la Operación Retorno Alegre al Trabajo, bonito nombre, sólo los enemigos de la policía pueden encontrarle defectos. Inquietantes noticias corren por la ciudad, provenientes de las emisiones radiofónicas.

El popularísimo comentarista deportivo, Nereu Werneck, en su crónica vespertina, falto de tema, se puso a informar sobre los deportes practicados por los marineros de la escuadra americana, revelando que se encontraba en uno de los barcos fondeados en el puerto un campeón de boxeo, peso pluma, y terminó refiriéndose al problema de los burdeles cerrados.

Dramático, como si estuviese hablando de la ejecución de un penalty, dijo que si los esfuerzos de la policía resultaban infructuosos, y las prostitutas persistían en su condenable actitud negativa, en su falta de cooperación con las autoridades, y si los marineros debían conformarse con mirar los barcos, para usar la pintoresca expresión del comisario Labão Oliveira, ¿qué sucedería? ¡Ah! ¡Cualquier cosa podía suceder! Habituado a la transmisión de partidos de fútbol, Nereu Werneck sugiere, relata, argumenta. Incisivo, inquietante. El suspense es el secreto de una buena emisión.

Una aglomeración de militares en el barrio de las prostitutas siempre significó disturbios, muchas veces sangrientos. Tratándose de extranjeros el peligro aumenta, las riñas entre huéspedes y locales son frecuentes y pueden degenerar en graves revueltas, en conflictos de imprevisibles consecuencias. Citó cantidad de ejemplos tomados del tiempo de la guerra.

¿Qué sucederá, se pregunta el popular comentarista deportivo, cuando los marineros desembarcados, en la desesperación de encontrar mujeres, no encuentren con quién satisfacer sus instintos naturales? ¿Regresarán resignados a sus barcos y a la soledad del mar? ¿O, sueltos por la ciudad, saldrán a buscar mujeres calles afuera, faltando el respeto a las familias, quizás invadiendo las casas? En el pasado sucedió, los oyentes, seguro, deben recordarlo.

La pregunta amenazadora permanece en el aire, el miedo se abre camino, las puertas se cierran, se instala el pánico.