Muchos propietarios de perros han sufrido porque un perro de compañía pide que le dejen dormir en la cama. Los perros falderos a veces ganan esta batalla, pero si un gran danés lo consigue, la cosa puede terminar en la disputa de la custodia en un tribunal de divorcios. ¿Por qué se muestran tan deseosos de pasar la noche cerca de sus amos?
La respuesta es que, en cierto modo, nunca se desarrollan más allá del estadio de cachorro. Porque, incluso como adultos, ven a sus amos humanos como seudoparientes, y consideran una pretensión muy natural querer tumbarse cerca del cuerpo de su «madre». El concepto de «madre» no tiene por qué corresponder a una mujer. Si el perro está más apegado al hombre de la casa, será él quien se convierta en la madre de adopción y, por tanto, el objeto deseado para estar en contacto con él en la cama. De una forma o de otra, ello puede representar una considerable dificultad en las relaciones maritales y, en algunos casos, tanto literal como legalmente, ha conducido a que se separe un matrimonio.
Incluso si, a través de un estricto adiestramiento, el perro de la familia es apartado de la cama, seguirá queriendo dormir lo más cerca posible de su «manada». En estado salvaje, una vez han abandonado el cubículo de la camada, los lobos jóvenes prefieren dormir relativamente cerca unos de otros. Sólo a un individuo que haya sido expulsado de la manada se le verá dormir a cierta distancia del grupo. De esto se infiere que un perro mantenido rígidamente apartado de sus dueños humanos por la noche, puede llegar a sentirse como un proscrito de su manada de adopción. Donde hay un grupo de perros de guarda o jauría de sabuesos, esto no presenta el menor problema, como es natural, porque los animales tienen la compañía de una madre. Pero si hay un solo perro viviendo en una casa, le será difícil comprender por qué lo destierran a la hora de irse a la cama, manteniéndolo a la fuerza apartado de sus compañeros humanos. Al final, la mayoría de las familias llegan a su propio compromiso, permitiendo que el perro esté lo más cerca posible del dormitorio, sin que se convierta en un estorbo para los que duermen en la cama.