¿A qué velocidad se desarrollan los cachorros?

Los cachorrillos, que nacen ciegos y sordos, varían considerablemente en tamaño y peso, según la raza de la madre. Al nacer, un lobezno pesa unos cuatrocientos gramos.

La camada consta como promedio de cinco cachorros. A quienes les gusten las cifras exactas, un análisis de quinientas seis camadas dio una cifra exacta media de 4,92. En casos raros y excepcionales se ha llegado a camadas compuestas por veinte cachorros.

Durante los primeros días de vida, el cachorro pasa el noventa por ciento del tiempo durmiendo y el diez por ciento restante mamando. Ésta es la «fase soñolienta» neonatal.

A los trece días, abre los ojos. Pero en estos datos existen considerables variaciones según las razas.

Por ejemplo, en este estadio, nueve de cada diez cachorros de foxterrier han abierto ya los ojos, pero sólo lo ha hecho uno de cada diez sabuesos. A los veintiún días ya pueden ver los perrillos de todas las razas. Los oídos empiezan a mostrarse activos a eso de los veinte días, momento en que se observa la «respuesta de sobresalto».

Cuando alcanzan las tres semanas, los cachorros tienen ya un peso siete veces superior al del nacimiento, si se han desarrollado de una manera normal. Entran ya en la «fase de socialización», durante la cual su preocupación principal es jugar y llegar a ser miembro de una especie muy social.

A las cinco semanas, los músculos faciales se hallan desarrollados por completo, proporcionando al nuevo ser su valioso repertorio de señales visuales. Al cabo de seis semanas, existe ya una inmadura organización de manada, con algunos desgraciados miembros de la camada sufriendo ataques de sus hermanos y hermanas más fuertes. Transcurridas siete semanas, la perra empieza a tener escasez de leche. Ésta es la mejor edad para que un cachorrillo se venda o se destete, pues podrá adaptarse bien a la vida en un nuevo hogar. No obstante, una vez más existen algunas diferencias según las razas, y en determinados casos habrá que esperar a las diez semanas.

La fase de socialización acaba a eso de las doce semanas y es seguida por la «fase juvenil». El cachorro tiene ya un completo desarrollo social; y, si estuviera en estado salvaje, comenzaría a explorar en serio y tomaría parte en actividades de caza. A las dieciséis semanas, comienzan a salirle los dientes definitivos, y la dentición se completa cuando cumple las veinticuatro semanas.

Cumplidos seis meses, los machos comienzan a levantar la pata para orinar y se hacen sexualmente maduros. La plena madurez sexual tiene lugar entre los seis y los nueve meses, tanto en machos como en hembras, con pequeñas variaciones de una raza a otra. Algunos individuos son más tardíos, y no llegan a ser plenamente adultos hasta los diez o los doce meses de edad.