¿Por qué señala un pointer?

El pointer es una raza especializada de perro de caza que localiza a las presas por el olor. Una vez ha detectado una presa oculta, se detiene sobre sus pasos y adopta una curiosa postura «de apuntar». Baja la cabeza y coloca el cuello hacia delante, en tanto que su cola se queda rígida en posición horizontal. Una de sus patas delanteras se alza a media altura como si fuese a dar un paso. Completamente inmóvil, cual una estatua canina, el animal conservaría esta posición durante horas. Sólo un pequeño temblor o estremecimiento, especialmente en la cola, revela la gran excitación y tensión de ese momento.

Se dice que, en una ocasión, un pointer permaneció de esta manera durante muchas horas; pero en una caza normal, los compañeros humanos del perro muy pronto rompen el encanto al disparar a la presa, cuando ésta huye en busca de una cobertura, lo cual libera al perro de su tensión y lo deja libre para que el rastreo por el olor pueda continuar.

A veces se emplean dos pointers formando equipo. Uno de ellos puede mostrar la dirección de la presa oculta por el ángulo de su señal, pero no le es posible indicar la distancia. Dos pointers, que se fijen en la misma presa desde direcciones diferentes, proporcionan las coordenadas a los cazadores humanos, diciéndoles tanto la dirección como la distancia, y localizando a la infortunada victima en el sitio exacto.

La conducta de un pointer en una caza parece en extremo artificial, pero no lo es. Cuando los lobos localizan una presa por el olor, los miembros de la manada que van delante se inmovilizan sobre sus pasos y señalan rígidos la dirección del olor. Los demás miembros les siguen, tratando de captar el olor por sí mismos. A continuación se produce una pausa, hasta que todos han determinado la procedencia del olor. Luego, comienzan la segunda fase de su operación de caza. Lo que el pointer está realizando es la pausa del lobo. Lo único extraño en el ejemplo del perro es la forma en que amplía el «momento de inmovilidad». Es esta prolongación de la acción lo que constituye la especialización de esta raza, no el señalar en sí.

Los setters actúan de la misma forma que los pointers; la única diferencia es que, cuando huelen a la presa escondida, se sientan y siguen señalando hacia ella desde su posición sentada. Este nombre inglés del perro setter no es más que una forma anticuada de decir sitter, es decir, sentado.

La acción del setter parece haber tomado prestadas más cosas de las tácticas de emboscada de los lobos que el acto de señalar. Existen fases de la caza en que un lobo en particular correrá en círculo y luego se esconderá tumbado, aguardando a que la presa eche a andar en su dirección. El setter, al parecer, ha «ampliado» este elemento de la caza lobuna y lo ha convertido en la especialidad de su raza.

Los perros cobradores que se precipitan tras la presa abatida y que se la traen a sus compañeros humanos, están tomando prestado otro elemento de la caza lupina. Los lobos salvajes regresan a la guarida para ofrecer alimentos a las lobas recién paridas, o a los cachorros que son aún demasiado jóvenes para tomar parte en la cacería. Esta útil tendencia a compartir los alimentos es lo que se ha explotado por generaciones de criadores para lograr los desinteresados perros cobradores de las modernas razas de este tipo.

La misma acción de regresar a la guarida con comida es también la base del popular juego de arrojar un palo o una pelota.