[1] Véase Pierre-André Taguieff, La forcé du préjugé: essai sur le racism et ses doubles. La Decouverte: París, 1988. <<
[2] Taguieff, La forcé du préjugé, págs. 69-70. Albert Memmi en Le racisme. Gallimard: París, 1982, mantiene que «el racismo, no el antirracismo, es auténticamente universal» (pág. 157) y explica el misterio de su supuesta universalidad haciendo referencia a otro misterio, al miedo instintivo que siempre inspira toda diferencia. Uno no entiende al diferente que, por esa razón, se convierte en el desconocido y lo desconocido es una fuente de terror. En opinión de Memmi, el horror hacia lo desconocido «tiene sus raíces en la historia de nuestra especie, en cuyo transcurso, lo desconocido era el origen del peligro» (pág. 208). Lo que se sugiere, por tanto, es que la universalidad putativa del racismo es producto del aprendizaje de la especie. Una vez adquiridas sus bases preculturales, es inmune al impacto del aprendizaje individual. <<
[3] Taguieff, La forcé du préjugé, pág. 91. <<
[4] Alfred Rosenberg, Selected Writings. Jonathan Cape: Londres, 1970, pág. 196. <<
[5] Arthur Gütt, «Population Policy», en Germany Speakers. Thornton Butterworth: Londres, 1938, págs. 35, 52. <<
[6] Walter Gross, «National Socialist Racial Thought», en Germany Speakers, pág. 68. <<
[7] Véase Gerald Fleming, Hitler and the Final Solution. Oxford University Press: Oxford, 1986, págs. 23-25. <<
[8] Alfred Rosenberg (ed.); Dietrich Eckart, Ein Vermächtnis. Frz. Eher: Munich, 1928. Citado por George L. Mosse, Nazi Culture: A Documentary History. Schocken Books: Nueva York, 1981, pág. 77. <<
[9] George L. Mosse, Toward the Final Solution: A History of European Racism. J. M. Dent & Son: Londres, 1978, pág. 2. <<
[10] Mosse, Toward the Final Solution, pág. 20. <<
[11] Véase Mosse, Toward the Final Solution, pág. 53. <<
[12] Max Weinreich, Hitler’s Professors: The Part of Scholarship in Germany’s Crimes against the Jewish People. Yiddish Scientific Institute: Nueva York, 1946, pags. 56, 63. <<
[13] H. R. Trevor-Roper, Hitler’s Table Talk. Londres. 1953, pág. 332. <<
[14] Norman Cohn, Warrantfor Genocide. Eyre & Spottiswoode: Londres, 1967, pág. 87. Existen muchas pruebas de que el lenguaje que utilizaba Hitler cuando hablaba de la «cuestión judía» no se elegía simplemente por sus valores retóricos o propagandísticos. La actitud de Hitler hacia los judíos era visceral, no cerebral. De hecho, experimentaba la «cuestión judía» como un asunto de higiene, un código de comportamiento con el que estaba obsesionado. Probablemente podremos entender que gran parte de la repugnancia de Hitler hacia los judíos emanaba de su sensibilidad auténticamente puritana sobre todos los asuntos relacionados con la higiene y la salud cuando reflexionemos sobre la respuesta a una pregunta que le hizo su amigo Josef Hell en 1922: ¿qué haría con los judíos una vez tuviera poderes discrecionales? Hitler le prometió colgar a todos los judíos de Munich en horcas que se levantarían especialmente en la Marienplatz y no olvidó hacer hincapié en que se quedarían allí «hasta que hedieran; seguirán colgados todo el tiempo que permitan los principios de la higiene» (citado por Fleming en Hitler and the Final Solution, pág. 17). Añadiremos que estas palabras se pronunciaron en un arranque de cólera, en un «estado de paroxismo» que Hitler aparentemente no controlaba. Incluso entonces, acaso particularmente en esta ocasión, el culto a la higiene y la obsesión por la salud dejaban patente la fuerza con que tenían enganchada a la mente de Hitler. <<
[15] Marlis G. Steinert, Hitler’s War and the Germans: Public Mood and Attitude during the Second World War. Trad. Thomas E. J. de Witt, Ohio University Press: Athens (Ohio), 1997, pág. 137. <<
[16] Raoul Hilberg, The Destruction of the European Jews. Holmes & Meiar: Nueva York, 1983, Vol. III, pág. 1.023. <<
[17] Weinreich, Hitler’s Professors, págs. 31-3, 34. La ciencia nacional socialista no utilizó las tradiciones de los criadores de ganado y de otros manipuladores biológicos solamente para la solución de la «cuestión judía». También inspiraron la totalidad de la política social del nazismo. Andreas Walther, profesor de sociología de Hamburgo e importante sociólogo urbano de la Alemania nazi, explicaba que «no se puede cambiar la naturaleza humana ni por medio de la educación ni de la influencia del entorno […] El nacionalsocialismo no repetirá los errores garrafales de los intentos del pasado de mejora urbana y se limitará a la construcción de edificioS y a los avances higiénicos. La investigación sociológica determinará quiénes se pueden salvar […] Los casos desesperados se eliminarán [ausmerzen]». Neue Wege zur Grossstadtsanierung, Stuttgart, 1936, pág. 4. Citado por Stanislaw Tyrowicz, Swiatlowiedzy zdeprawowanej. Instytut Zachodni: Poznan, 1970, pág. 53. <<
[18] Mosse, Toward the Final Solution, pág. 134. <<
[19] Hannah Arendt, Origins of Totalitarism. Alien & Unwin: Londres, 1962, pág. 87. <<
[20] Diario de Joseph Goebbels en Survivors, Victims and Perpetrators: Essays on the Nazi Holocaust. Ed. Joel E. Dinsdale. Hemisphere Publishing Company: Washington, 1980, pág. 311. <<
[21] John R. Sabini y Maury Silver, «Destroying the Innocent with a Clear Consciencia: A Sociopsychology of the Holocaust», en Survivors, Victims and Perpetrators. pág. 329. <<
[22] Richard Grünberger, A Social History of the Third Reich. Weidenfeld & Nicholson: Londres, 1971, pág. 460. <<
[23] Lawrence Stokes, «The Germán People and the Destruction of the European Jewry», en Central European History, n. 2, págs. 167-91. <<
[24] Citado por Sarah Gordon, Hitler, Germans, and the «Jewish Question». Princeton University Press: Princeton, 1984, págs. 159-60. <<
[25] Véase Gordon, Hitler, Germans, pág. 171. <<
[26] Christopher R. Browning, Fateful Months. Holmes & Meier: Nueva York, 1985, pág. 106. <<
[27] Le dossier Eichmann et la solution finale de la question juive. Centre de documentation juive contemporaine: París, 1960, págs. 52-3. <<
[28] Gordon, Hitler, Germans, pág. 316. <<
[29] Klaus von Beyme, Right-Wing Extremism in Western Europe. Frank Cass: Londres, 1988, pág. 5. En un reciente estudio, Michael Balfour ha investigado las condiciones y los motivos que impulsaron a distintos estratos de la sociedad alemana de Weimar a ofrecer su apoyo entusiasta, tibio o indiferente al poder nazi o, al menos, a no oponer ninguna resistencia activa. Se incluyen muchas razones, tanto generales como concretas, para un segmento dado de población. En lugar importante figura el atractivo directo del antisemitismo nazi, aunque en un único caso, el de la sección educada de los obere Mittelsand, que se sentían amenazados por la «desproporcionada competitividad» de los judíos e, incluso en este caso, era simplemente uno de los factores que encontraban atractivo o, al menos, que merecía la pena intentarlo, del programa nazi de la revolución social. Véase Withstanding Hitler in Germany 1933-45. Routledge: Londres, 1988, págs. 10-28. <<
[30] Véase Bernd Martin, «Antisemitism before and after the Holocaust», en Jews, Antisemitism and Culture in Vienna. Ivor Oxaal, Michael Pollak and Gerhard Botz: Londres, 1987. <<
[31] Jewish Chronicle, 15 de julio de 1988, pág. 2. <<
[32] Véanse Gérard Fuchs, II resteront: le défi de l’inmigration. Syros: París, 1987; Pierre Jouve y Ali Magoudi, Les dits est les non-dits de Jean-Marie Le Pen: enquéte et psychanalyse. La Decouverte: París, 1988. <<