Se llamaba Lew; su apellido no importa, salvo por un caso que contaré más adelante; y era conocido como Lew el Austríaco, Lewison Clark y Patrick Paris. Sin embargo, había nacido como Luis Montaña, nombre español, americanizado como Lewis Mountain… que significa lo mismo. Su nombre era especial en cierto sentido, porque su familia había sido americana durante muchas generaciones, y cuando él nació ya nada tenían de español. Pero los antiguos apellidos permanecen, y por esto él nació como Luis Montaña.
Además, no nació en California, Texas, Arizona o Nuevo México… ni en ninguno de los estados fronterizos donde puede hallarse a los descendientes de los españoles. Nació en Iowa, que está situada aproximadamente en el centro de Estados Unidos, donde puede encontrarse a cualquier individuo de cualquier parte del mundo. Nació en una granja excelente, con muchos acres ondulados de suelo fértil; su abuelo era granjero, y cuando falleció, su padre pasó a heredar la propiedad.
En vida fue mago… hacedor de milagros, prestidigitador, un ilusionista como Harry Houdini o Thurston. Fue un buen mago, mas como murió pronto no tuvo tiempo de ser tan famoso como los que he mencionado.
A pesar de ello, realizó algo que ninguno de esos otros ilusionistas hubieran intentado jamás.
Primero, vengó un asesinato.
Segundo, cometió un asesinato.
Tercero, fue asesinado en el intento.