El amor del soldado

En plena guerra te llevó la vida

a ser el amor del soldado.

Con tu pobre vestido de seda,

tus uñas de piedra falsa

te tocó caminar por el fuego.

Ven acá, vagabunda,

ven a beber sobre mi pecho

rojo rocío.

No querías saber dónde andabas,

eras la compañera de baile,

no tenías partido ni patria.

Y ahora a mi lado caminando

ves que conmigo va la vida

y que detrás está la muerte.

Ya no puedes volver a bailar

con tu traje de seda en la sala.

Te vas a romper los zapatos,

pero vas a crecer en la marcha.

Tienes que andar sobre las espinas

dejando gotitas de sangre.

Bésame de nuevo, querida.

Limpia ese fusil, camarada.