He decidido que ya ha llegado la hora de dejar de ser clemente con mi hijo. Durante mucho tiempo creí que con mi disciplina lograría templar el carácter débil que heredó de su madre, pero he sido demasiado optimista. Confiárselo a Neor también fue un gran error. Necesita a alguien que lo enderece de verdad, y creo que lo he encontrado. Forra es sin duda el más leal de mis hombres. Probablemente sea tosco y estúpido, pero sin duda es despiadado, y como guerrero no tiene rival. Será él quien forje a mi hijo como el combatiente cruel en que quiero que se convierta. Le arrancará del corazón cualquier atisbo de piedad, hará de él un hijo digno de su padre. Finalmente tendré el heredero que siempre he deseado, desde que el primer Learco murió de fiebre roja. Alguien a mi imagen y semejanza, alguien que pueda perpetuar mi dominio sobre el Mundo Emergido. Porque yo entraré en la historia, y durante siglos se me recordará con terror y admiración. Mi reinado no tendrá fin…
DEL DIARIO DE DOHOR,
REY DE LA TIERRA DEL SOL