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Te espero en este aparte campesino
de almendro que inocencia recomienda:
a reducir mi voz por esa senda
ven que se va otra vez por donde vino.

En el campo te espero: mi destino,
junto a la flor del trigo y de mi hacienda,
y al campo has de venir, distante prenda,
a quererme alejada del espino.

Quiere el amor romero, grama y juncia:
ven que romero y grama son mi asedio
y la juncia mi lĂ­mite y mi amparo.

A tu boca, tan breve se pronuncia,
se le va a derramar lo menos medio
del beso que a tu risa le preparo.