Cada vez que te veo entre las flores
de los huertos de marzo sobre el río,
ansias me dan de hacer un pío-pío
al modo de los puros ruy-señores.
Al modo de los puros ruy-señores
dedicarte quisiera el amor mío,
requerirte cantando hasta el estío,
donde me amordazaron tus amores.
Demasiado mayor que tu estatura,
al coger por los huertos una poma
demasiado mayor que tu apetito:
demasiado rebelde a la captura,
hacia ti me conduzco por tu aroma
demasiado menor que chiquitito.