EL TRINO-por la vanidad

Pájaros hay que el pío por el pío
dan, en el más recóndito verdor
de la rama: la merla, el ruy-señor
y la zumaya: enamorado trío.

¡Píos en soledad!… Bajo lo umbrío
reluce más, anónimo, el tenor,
que, si ve que le miran, el amor
de aquella devoción torna en desvío.

¡Qué primor!: ¡qué pudor, y qué exquisito,
el del pájaro simple y soberano
que ni pide ni sufre espectadores!

¡Ay, qué extremo del vuestro mi prurito,
desvelándose siempre por el vano
eco, merlas, zumayas, ruy-señores!