De Dawson City a Vancouver
Hay una raza de hombres inadaptados, una raza que no puede estarse quieta; rompen los corazones de sus parientes y amigos, mientras vagan por el mundo a su albedrío.
Recorren las llanuras, navegan sin rumbo en los ríos y escalan las cumbres de las montañas.
Llevan en su interior el sino de la sangre gitana y nunca aprenden a descansar.
Robert Service, Los hombres inadaptados