Tuve el privilegio de asumir el mando del 3.er Batallón del 5.º de marines de la 1.ª División de marines (reforzada) el 10 de abril de 1944 durante la fase final de la campaña en Nueva Bretaña. Nueva Bretaña era su segunda operación de combate.
Aunque entonces no lo sabíamos, dos campañas más aguardaban al batallón: Peleliu y Okinawa. Cada una de ellas sería más intensa y se cobraría un precio más alto. Cuando la división partió de Nueva Bretaña rumbo a un «campamento de descanso» en Pavuvu, en las Islas Russell, comenzamos un adiestramiento exhaustivo para lo que sería la Operación Stalemate, contra la isla de Peleliu, en las Islas Palaos. Aquella operación recibiría poca publicidad o reconocimiento, pero no cabe duda de que se trató de una de las más sangrientas y difíciles acciones de la guerra del Pacífico.
Entre los reemplazos que se nos unieron durante este período se encontraba un joven marine al que llamaban Mazo, aunque el nombre correcto que aparecía en la lista era soldado de primera E. B. Sledge. Se lo asignó a la Compañía K a las órdenes del capitán Andrew Haldane, uno de los mejores jefes de compañía de todo el cuerpo.
Ahora Mazo tiene un doctorado y es profesor de biología en la Universidad de Montevallo, Alabama. Sin embargo, nunca ha olvidado sus experiencias con la Compañía K durante los combates por Peleliu y Okinawa.
Aunque estuve al mando del 3.er Batallón durante su período de adiestramiento para Peleliu, acabé —por eso de la experiencia o por la falta de la misma— siendo trasladado al estado mayor del regimiento antes de que zarpáramos hacia Peleliu. Eso me supuso un profundo pesar.
Se acostumbra a escribir relatos históricos acerca de campañas militares. No es inusual que los oficiales recojan sus narraciones personales de tales operaciones. No obstante, es muy raro que un soldado de la infantería de marines normal y corriente publique sus propias impresiones de la guerra. Este es el hombre que se enfrenta al enemigo en realidad, que soporta una plétora de privaciones junto con el dolor y demasiadas muertes, el común denominador de cuando entra en batalla.
Mazo Sledge era uno de estos marines. En este libro vemos la guerra como él mismo la vio. Cualquiera que haya servido en las fuerzas armadas descubrirá numerosas situaciones análogas a sus propias experiencias, narradas fielmente en lo que a miedos, frustraciones y pequeños triunfos se refiere. Resulta una lectura fascinante e instructiva.
General de brigada Walter S. McIlhenny, Reserva del cuerpo de marines de EE. UU. (ret.), Avery Island, Luisiana.