A Allen Ginsberg

Mójame los labios con whisky

Fred y abre las puertas

para bromear-mientras

las mujeres esperaban

y Bert Lahr esperaba

tocando lo que le apetecía

como Duke Ellington

solía sentarse con la mirada fija en Seymour

y me empujaba a bailar

con la música por su

grave estallido

elevada estabilidad

hombros,

tetas,

¿y qué cómo quién?

1959