EN EL DENTISTA

¿Qué puede hacerse contigo? ¿Qué podría encontrar tu

frescura en mi piel ajada?

Te engalanas para el amor, gimes por el amor, te hundes en su

noche.

Quizás no sepas quiénes fueron Baudelaire y la señora

Sabatier, ni lo que entre ellos ocurrió. Pero es tan divertido (o

tal vez sea otra cosa) escribir estos renglones dedicados a ti,

que para mí no eres más que un fantasma.

1965