NOCHE A NOCHE

El tiempo fue colmando mi medida:

inflamadas sus velas una a una,

me fue gastando en sus heladas lunas

y fue restando sumas de mi vida.

Huyendo a su mirada, di en sus ojos;

evadiendo su boca, oí sus voces.

Por hurtarme a su fuego, di en sus hoces,

y por no someterme, caí de hinojos.

El tiempo me hizo lunas enfriadas.

Me hizo temblor, tristeza, impedimentos;

me vació en su mármol noche a noche.

Hizo de mi parálisis, reproche,

flautas mis huesos, donde los lamentos

se disolvían entre puras nadas.

Junio de 1960