Si yo pudiera
fugarme de lo grande y lo pequeño,
del sentido del agua y de la tierra.
Si yo pudiera,
ya sin tacto ni voz ni movimiento,
en la forma crearme,
y hacer de este sentido
la cabal maravilla de mi visión de niebla.
Tú no podrías
hacer de niebla la cara ni las manos,
ni mudarme el sentido,
ni dibujar mi sombra.
Yo sería
una cosa dormida, sin sentido;
la canción del eco
recorriendo la forma del sonido.
1937