Con tu raíz ingenua
tornaste musical
la adormidera inútil de mi gesto.
Con tu sonrisa
de claridad sencilla,
ibas tranquilo,
sin saber que el color de tu alegría
dormía un sueño sin regreso.
La campana de tu cuerpo
ahora sólo voltea un silencio,
y tus manos azules van sembrando en las nubes
tu sonrisa, tu color, y tu gesto.
1935