EL HECHIZADO

A Lezama, en su muerte

Por un plazo que no puedo señalar

me llevas la ventaja de tu muerte:

lo mismo que en la vida, fue tu suerte

llegar primero. Yo, en segundo lugar.

Estaba escrito. ¿Dónde? En esa mar

encrespada y terrible que es la vida.

A ti primero te cerró la herida:

mortal combate del ser y del estar.

Es tu inmortalidad haber matado

a ese que te hacía respirar

para que el otro respire eternamente.

Lo hiciste con el arma Paradiso.

—Golpe maestro, jaque mate al hado—.

Ahora respira en paz. Vive tu hechizo.

9 de agosto de 1976