Ahora te quiero definitivamente.
Antes te quise por intermitencias
y antes del antes por evanescencias
y en un principio conjeturalmente.
Como una posesión te vi al inicio,
después, como si fueras poseída
y después del después como perdida.
¿Y ahora…? ¡Pues ya he perdido el juicio!
Perdí el de la razón por el amor,
y no razono ahora sino siento,
no discurro, no arguyo, pero aliento.
¡Esa luz le faltaba a mi esplendor!
Ahora te quiero definitivamente.
Y ahora mismo, al instante, en este tris
te estoy queriendo. ¡Ya me convertí!
Ahora soy el que ama eternamente.
1972