EL BANCO QUE MURIÓ DE AMOR

En el banco de un parque

dos amantes se citaron,

en el banco se encontraron,

en el banco y nada más.

En el banco solitario

se encontraron de verdad,

en el banco que tenía ojos

de banco y nada más.

En el banco se besaron

y con tanta intensidad,

que el banco se desmayó,

se desmayó de verdad.

Porque era un banco tan solo,

tan triste y sentimental,

que se pasaba las noches

pensando en su soledad.

Si otro banco me quisiera,

otro banco de verdad,

si de verdad me quisiera,

me quisiera y nada más.

Mi corazón le daría,

mi corazón de verdad;

yo soy un banco muy triste,

que está solo y nada más.

Se sientan en mis rodillas

los amantes de verdad,

se sientan, y yo me siento

en mi horrenda soledad.

Ya no puedo más, me muero,

yo me muero de verdad,

me muero si no me quieren

y se murió de verdad.

1967