Invito a la palabra
que pasea entre perros su desierto ladrido.
Todo es triste.
Si con lustrosas hojas corona frente y senos
una fría sonrisa florecerá en la luna.
Todo es triste.
Después los perros tristes comerán de las hojas
y ladrarán palabras de lustroso sonido.
Todo es triste.
Un perro invita a los jacintos en el río.
Todo es triste.
Con lunadas palabras, con aperradas flechas,
con dentadas hojuelas
hieren a las mudas doncellas los jacintos.
Todo es triste.
Crece la negra yerba con un rumor tranquilo,
pero lustrosos filos acarician el ritmo.
Todo es triste.
Detrás de las palabras las serpientes se ríen,
la sorda tierra no permite sonidos.
Todo es triste.
Ladra un ave celeste por el cielo
para alejar la muerte.
Con flores de la noche la descubre,
con palabras de perro la seduce,
con una copa de tierra la sepulta.
Todo es triste.
Invito a la terrosa palabra
que perfora la vida y los espejos
y el eco de su imagen dividido.
Todo es triste.
Un juego de palabras con ladridos.
Todo es triste.
Un venablo con veloz viento vuela
en variaciones viriles.
Todo es triste.
Media copa de tierra enmudeció a la música.
Todo es triste.
Después la tierra se bebió a ella misma.
Todo es triste.
Y cuando llegue el tiempo de la muerte
ponedme ante el espejo para verme.
Todo es triste.
1941