Epílogo

El reino del límite del glaciar gozó de una pacífica existencia durante más de quinientos años gracias a un pacto entre los ogros y los hombres sin parangón en la historia de Krynn.

Winterheim era su capital, pero también eran centros importantes Guilderglow y la próspera ciudad portuaria del Roquedo de los Helechos, que llegó a ser conocida como la «Tarsis del Sur».

Los hijos y nietos de Grimwar Bane, orgullosos semiogros en los que se mezclaba la herencia paterna con la gentil influencia de la reina Bruni, gobernaron Winterheim durante muchos años, una dinastía que se mantuvo a lo largo de cinco siglos de libertad y prosperidad. Gracias a la labor de los mercaderes del Roquedo de los Helechos, los ogros comercializaron su oro con el imperio de Istar y los demás reinos de la remota Ansalon. A su vez, el límite del glaciar importaba alimentos y sedas, vinos, joyas y magia en abundancia, una constante afluencia de maravillas que las australes tierras de Krynn habían conocido.

En el Roquedo de los Helechos, fue el príncipe semielfo Coralino Puñorrojo Guardabahía Fallabrine, así llamado por su abuelo y por su tío adoptivo, quien estableció las leyes gracias a las cuales la paz y la prosperidad reinaron entre los arktos durante siglos, mucho después de que su amada madre hubiera superado el limitado período de vida de que disfrutan quienes tienen sangre humana pura. Su memoria permaneció para siempre en los anales de la historia, y su esposo, llamado Kerrick el Mensajero, vivió hasta la avanzada edad de casi seiscientos años.

Podría haber vivido más de no haber sido por el Cataclismo. Esa catástrofe devastadora asoló el límite del glaciar y gran parte de Krynn, formando los glaciares que cubrieron Wìnterheim y el Roquedo de los Helechos y todos aquellos lugares de legendario recuerdo. El reino del límite del glaciar desapareció, y sólo quedaron a la vista los glaciares.

Sin embargo, esos lugares mágicos permanecen bajo el hielo y la nieve, calentados todavía por los fuegos internos de Krynn. Tal vez algún día su brillo resurja y vuelva a iluminar el mundo.