La danza tardía del tiempo y la muerte,
colmada de desesperación, miedo y dolor,
y enroscada con el último aliento,
desde el momento en que entramos en la cadena.
El escenario es el agua, la tierra y la piedra,
y en el viento reside la melodía,
en busca de las notas divinas,
del ritmo de todo lo que está por venir.
Tal vez es el aletargado transcurrir
de los siglos, eras y edades,
lo que nos mantiene sumidos en un eterno sueño,
sobre nuestro alto trono en el escenario.
Pero nada en realidad es eterno
o se extiende en la fraternidad.
El telar en el que se inserta todo representa
el latido de la eternidad.
La danza tardía del tiempo y la muerte,
una cuestión divina inamovible.
Los gestos se coagulan en el último aliento,
en la danza infinita de la muerte que compartimos.
RANDOLE DE CERJIN,
Sobre la eternidad (pensamientos).
En el lugar en el que las voces se habían dado encuentro en una ocasión, algo había cambiado. El proceso había durado cinco días. Donde antes no había nada, algo estaba tomando forma: una presencia.
Finalmente, una voz ronca rasgó el silencio.
—Ya está hecho; ha atravesado el espejo. Se acerca la hora.
El silencio que se hizo tras aquellas palabras a buen seguro no se prolongaría durante siglos, pero las voces no tenían prisa; así había sido durante casi nueve mil años.
La segunda voz, la más aguda, habló transcurrida media jornada.
—Hemos esperado largo tiempo. El No Mago ha tomado el camino correcto. Los vestigios han sido útiles, aunque la ayuda del viejo mago ha sido inestimable.
—No sé —replicó la voz tenebrosa de inmediato—. Tal vez tendrá un papel positivo, justamente porque no forma parte del Pacto. No tiene necesidad de recordar el orden del linaje. No sabe nada de los vestigios que dejamos. No conoce todos los Escritos.
Después de unos minutos, la voz aguda susurró:
—Puede ser que tengas razón. Aunque todos deberemos justificarnos ante los Ayinti, un día u otro; eso es inevitable.
—Eso es inevitable.
—¿Y el Oscuro no sospecha nada?
—El Oscuro sospecha, por supuesto, pero su raciocinio infrahumano no tiene la capacidad suficiente para explicar los vestigios en el tiempo. Sigue creyendo que este ciclo es como los demás.
—Un ciclo normal. —Había un tono ligeramente burlón en la respuesta—. ¿Cómo puede una criatura, por muy inhumana que sea, describir la muerte de decenas de miles de personas como algo ordinario?
—Aparte de algunos de los miembros del equipo y de los componentes del Pacto, nadie sabe que esta vez puede ser diferente.
—Si todo sale como esperamos.
—De todos modos, tendremos que esperar al Señor de las Profundidades.
—Y la reacción del No Mago.
—Precisamente de eso deseaba hablar contigo. El muchacho tiene algo especial. He descubierto que está en posesión del Poder. Eso podría complicar las cosas, pero…
—En el lenguaje de la mente, Randole; puede ser que él esté escuchando.
—Tienes razón, Randole.
Las voces callaron.