Escribí este texto para un actor, Eugenio Allegri, y un director, Gabriele Vacis. Con él montaron un espectáculo que se estrenó en el festival de Asti en julio del presente año. No sé si esto es suficiente para decir que he escrito un texto teatral, pero lo dudo. Ahora que lo veo en forma de libro, me parece sobre todo un texto que se mantiene en vilo entre una auténtica puesta en escena y un relato para leer en voz alta. No creo que exista un nombre para textos de esta clase. De todos modos, poco importa. A mí me parece una historia hermosa que valía la pena contar. Y me gusta pensar que alguien la leerá.
A. B.
Septiembre de 1994