R. DAVID
Este robot es un ejemplo típico de robot terrestre. Como todos los robots, posee una inteligencia positrónica gobernada por las Tres Leyes de la Robótica.
R. David posee una cara sonriente, rasgo estándar en todos los robots de la Tierra, destinado a tranquilizar a los terrícolas. La economía de la Tierra se basa en el pleno empleo, no en la plena automatización, como en los mundos espaciales. De modo que los robots sólo son empleados en los trabajos que los humanos no pueden o no quieren ejecutar.
Los terrícolas casi nunca entran en contacto con los robots, lo que aumenta su temor y su repugnancia hacia ellos.
R. David es de aspecto más tosco que los ciudadanos positrónicos de Robot City, porque ha sido diseñado para parecer menos amenazador a los suspicaces humanos. Le falta la línea aerodinámica y el aspecto eficiente de los robots creados por el doctor Avery en Robot City.
NAVE DETECTORA DE ESTRELLAS
La pequeña nave del doctor Avery es el equivalente interestelar de un coche utilitario, un aparato personal capaz de transportar un máximo de seis personas. Este modelo de nave está equipado sólo con los elementos necesarios para mantener la vida durante un viaje interestelar. No lleva lujos. Tiene un sistema sintetizador de alimentos, un sistema de purificación y reciclaje del agua, que incluye una ducha, y las instalaciones sanitarias.
El sistema de comunicaciones de la nave consiste en transmisores de hiperonda, microondas y láser, con sus receptores. La antena de hiperondas está montada en una cabina en el morro de la nave, lo más lejos posible de los motores hiperatómicos, para evitar la interrupción o interferencias de las señales de comunicación. El ordenador de la nave es una inteligencia inferior a la positrónica, en realidad no mucho más que un sistema calculador y de almacenamiento de información.
Como todas las naves interestelares, la Detectora de Estrellas salta a través del hiperespacio, con impulsos masivos de los motores hiperatómicos que propulsan la nave en ángulos rectos con el tiempo y las tres dimensiones espaciales simultáneamente. Las naves no pueden dar el salto sin unas coordenadas precisas, por lo que su sistema de guía se encierra en balizas en órbita en torno a las estrellas que se hallan a lo largo de los caminos del viaje interestelar.
CIUDAD SUBTERRÁNEA DE ST. LOUIS
Las ciudades terrestre están amuralladas, en gran parte son subterráneas y dependen completamente del calor central del planeta. La luz, la ventilación y el control climático se mantienen artificialmente y, si la energía se interrumpiese una sola hora, ello significaría la extinción de la población de una ciudad.
En las ciudades enclaustradas del futuro terrestre, los ciudadanos casi nunca viajan más allá de la ciudad natal, y casi nunca salen al exterior. La agorafobia está tan extendida que ya forma parte normal de la conducta de los seres humanos. St. Louis, como las demás ciudades terrestres enclaustradas, está conectada al resto del mundo por unos sistemas de comunicación, un aeropuerto y un sistema de autopistas frecuentadas principalmente por vehículos conducidos por robots, o de control remoto. Los desplazamientos dentro de las ciudades se realizan mediante las vías exprés. Hay en uso algunas camionetas para el transporte de productos dentro de las ciudades, pero casi todas las mercancías se envían por un sistema de aceras móviles. Los vehículos individuales casi se desconocen, y, básicamente, se cuentan entre las prerrogativas de los muy ricos y poderosos.
VÍA EXPRÉS
Es el principal medio de transporte del ciudadano medio en las ciudades terrestres. Las vías exprés se mueven a diversas velocidades, encontrándose las más lentas en la parte de fuera, para facilitar el acceso a las mismas, y las más veloces en el centro. Hay vías exprés en todas las zonas de la ciudad.
Para acomodar a la gente en las horas punta, se han dictado unas reglas especiales, que restringen el acceso a ciertas cintas para los ciudadanos de categoría menos elevada.
Para los terrícolas, usar las vías exprés es tan natural como el respirar, y los bebés terrestres aprenden a utilizarlas tan pronto como empiezan a andar.
MUELLE DE CARGA
Los muelles de carga constituyen una de las pocas zonas que conectan directamente con el mundo exterior de la ciudad, y, aun con eso, las entradas se hallan en ángulos oblicuos para impedir que la gente que trabaja en los muelles obtenga una vista potencialmente debilitante del exterior. Los camiones son casi todos controlados remotamente o impulsados robóticamente, aunque algunos son conducidos por robustos camioneros que pueden tolerar las rutas abiertas sin quedar debilitados por su agorafobia. Los camioneros deseosos de realizar trayectos entre ciudades son muy buscados y bien pagados.
LAMBERT FIELD
Aunque el viaje por el aire pocas veces es utilizado por el ciudadano medio de las ciudades terrestres, cada ciudad tiene su aeropuerto. Este como el resto de la ciudad, está totalmente vallado, incluyendo las pistas. Los aparatos carecen de ventanillas para evitar traumatizar a los pasajeros agorafóbicos. Todos los asientos del avión están equipados con una pantalla que proporciona un constante alud de noticias y diversiones para mantener ocupado el cerebro de los nerviosos viajeros aéreos. También hay sedantes para los que desean dormir durante todo el viaje, con lo que se les minimiza el trauma.
AGENTE ESPECIAL DONOVAN
Es el agente encargado de la oficina de St. Louis, del Departamento de Investigación Terrestre, el DIT. El DIT es la fuerza investigadora global, encargada, entre otras tareas, de mantener bajo vigilancia a todos los espaciales visitantes de la Tierra, a fin de evitar incidentes desagradables entre los espaciales y los terrícolas menos privilegiados.
Los agentes de DIT constituyen un cuerpo de policías duros y bien entrenados.