APÉNDICE A - EL CORÁN Y LA MUJER

El Corán es el libro sagrado del Islam. Se compone de 114 suras o capítulos que exponen las reglas del comportamiento aceptable para los fieles musulmanes. Estos creen que el Corán es la palabra de Dios según fue revelada por el ángel Gabriel al Profeta. Esas visiones las tuvo Mahoma estando en las ciudades de La Meca y Medina, ubicadas en el país que hoy conocemos por el nombre de Arabia Saudí. La Meca es el lugar donde nació Mahoma; Medina guarda los restos del Profeta. En consecuencia, éstas son las dos primeras ciudades sagradas de los musulmanes; a los no creyentes, o infieles, no se les permite entrar dentro de sus límites. Pocos occidentales se dan cuenta de la fuerza suprema e incuestionable que tienen las palabras de Profeta para los musulmanes. Todos los aspectos de su vida los guía el Corán. Aunque muchos occidentales educados dentro del Cristianismo se burlan de la posibilidad de que exista un Ser Supremo, es raro encontrar a un musulmán que no adhiera con fanatismo a una inquebrantable fe por el Dios de Mahoma.

En el mundo musulmán de Arabia no existe separación alguna entre religión y Estado, como la vemos en Occidente. La religión islámica es allí la ley absoluta.

Durante los diez años que viví en Riyadh le pedí a una íntima amiga saudí que me tradujera y explicara ciertos versículos del Corán. Después de observar la total separación de sexos en el Islam, estaba particularmente interesada en los versículos que restringían la conducta de la mujer.

Puesto que los versículos me fueron traducidos en el contexto de conversaciones personales, es posible que haya alguna pequeña discrepancia entre mi interpretación y la de los teólogos del Corán.

Sin embargo, teniendo en cuenta que el Corán es tenido por «intraducible» y que hay gran controversia sobre muchas de sus traducciones, me siento confiada al exponer los siguientes versículos acerca de la mujer que me fueron leídos directamente de una edición del Corán en lengua árabe.

Tema:

Las relaciones sexuales durante el mes del ramadán, en que los buenos musulmanes ayunan y se abstienen de todo placer durante las horas diurnas.

Sura II, 187

Cumplid vuestro ayuno

hasta que asome la noche,

pero no os unáis a vuestras mujeres

hallándoos en retiro o en la mezquita.

Hay límites que Dios ha mandado

como señales a los hombres

para que aprendan a saber contenerse.

Y permitido os es en las noches de ayuno

acercaros a vuestras mujeres,

que son vuestra mejor prenda.

Tema:

Matrimonio entre musulmanes y no creyentes. El Corán establece la misma clase de normas para los varones que para las mujeres; la ley sólo se aplica a éstas. Muchos varones saudís se casan con cristianas, pero a las mujeres saudís se les prohíbe estrictamente casarse con infieles.

Sura II, 221

No os caséis con mujeres que no crean,

hasta que crean. Mejor es una esclava creyente

que una esclava infiel. No caséis a vuestras hijas

con infieles,

hasta que crean.

Un esclavo creyente

es mejor que un infiel.

Tema:

Relaciones sexuales durante la menstruación de la mujer, que están absolutamente prohibidas.

Sura II, 222

Os preguntan sobre

mujeres menstruantes;

contestad: son un daño y una suciedad.

Apartaos de las mujeres

en sus períodos,

y no os acerquéis a ellas

hasta que estén limpias.

Pero cuando se hayan purificado,

podéis abordarlas en cualquier modo,

tiempo o lugar que Alá os haya destinado.

Tema:

Cuando un hombre repudia a una mujer debe asegurarse de que no lleve a su hijo en su seno. Si la mujer está embarazada, el marido tendrá que cuidarla.

Sura II, 228

La divorciadas aguardarán,

por lo que a ellas respecta,

a las tres menstruaciones.

No les está permitido ocultar

Lo que Alá ha creado en su vientre.

Sus maridos tienen el derecho

de quedárselas otra vez

durante este plazo de reconciliación.

Y las mujeres tienen derechos

similares a los suyos, pero en su contra,

según lo que es justo;

aunque los hombres tienen más derechos

y poder sobre ellas, pues Alá es

Omnipotente y Omnisciente.

Tema:

Cuando un hombre se haya divorciado de una mujer, puede volver a casarse con ella, si ésta se casa con otro hombre y se divorcia luego de él. Si el marido se divorcia de ella otra vez, no podrá ya volver a casarse con ella.

Sura II, 229

El divorcio sólo puede permitirse

dos veces. Después de eso,

las partes deberán convivir

en buena armonía,

o separarse con amabilidad.

Sura II, 230

Si un hombre se divorcia

de su mujer, no podrá

volver a casarse con ella

hasta que la mujer se case

con otro hombre y luego éste

se divorcie de ella.

Sura II, 241

Deberá concederse

una razonable manutención

a la mujer repudiada.

Tema:

En el siguiente versículo se explica con cuántas mujeres se puede casar un hombre y las instrucciones para obsequiarlas con una dote.

Sura II, 3

Casaos con mujeres de vuestra elección:

dos, tres o cuatro.

Pero si teméis no ser capaces

de tratarlas con justicia,

tomad una sola, o una cautiva

que poseáis con toda legalidad,

y eso será mucho mejor

para impediros

cometer injusticias.

Para el matrimonio dad a la novia

su dote como un obsequio

incondicional;

aunque si ella por propia voluntad

os devuelve una parte,

entonces tomadla y disfrutadla

sin reparos

Tema:

Aquí se explica la herencia para los hijos. Los hijos varones tienen que recibir el doble de lo que reciban las hijas.

Sura lV, 11

Por lo que atañe a vuestros hijos,

Alá os lo ordena: el varón

recibirá una porción igual

a la de dos hijas.

Tema:

El adulterio y la lascivia en el Islam

Sura lV, 15

Sí alguna de vuestras mujeres

es culpable de lascivia,

tomad declaración a cuatro

testigos entre vosotros

y, si así lo atestiguan,

confinadla en casa hasta que la Muerte

la reclame con Ella.

Sura lV, 16

Si dos hombres son culpables

de lascivia entre ellos,

castíguese a ambos.

Si se arrepienten y enmiendan, dejadles.

Tema:

El Corán detalla las mujeres con quienes los nombres tienen prohibido casarse.

Sura IV, 22

No os caséis con mujeres

con quienes vuestros padres se casaron.

Sura IV, 23

Prohibidas os serán:

vuestras madres, hijas y hermanas;

las hermanas de vuestro padre

y las de vuestra madre;

las hijas de vuestros hermanos

y las de vuestras hermanas;

vuestras hijastras,

y quienes han estado casadas

con vuestros hijos;

y con dos hermanas a la vez:

aunque si os divorciáis de una,

podréis casaros luego con la otra.

Sura IV, 24

Y también os serán prohibidas

las mujeres ya casadas.

Tema:

Quizás un musulmán no llegue a Alá con sus plegarias si ha tocado a una mujer. Hay un versículo especial que le aconseja qué hacer si ha tocado a una mujer y no hay agua con que lavarse.

Sura C, 43

O si habéis estado

en contacto con una mujer

y no podéis hallar agua,

tomad entonces arena del suelo

y frotaos con ella

cara y manos.

Tema:

Los delitos sexuales son delitos contra Alá. Se reservan severas penas para quienes cometan tales acciones.

Sura XXIV, 2

Al hombre y a la mujer culpables

de adulterio o fornicación

dadles cien latigazos;

en un caso como éste,

que ha prescrito Alá,

no dejéis que os mueva la compasión.

Sura XXIV, 3

Que el culpable de adulterio o fornicación

sólo con mujer igualmente culpable se case,

o no creyente, y que la mujer con tal culpa

se case sólo con infiel o con hombre

culpable de igual culpa o similar.

Tema:

La acusación de adúltero o fornicación es de

naturaleza tan grave que deben atestiguarla cuatro testigos.

Sura XXIV, 4

Y a quienes lancen acusaciones

contra mujeres castas

y no aporten cuatro testigos

(que apoyen sus alegatos),

flageladles (a los acusadores)

con ochenta azotes;

y rechazad después siempre

todas sus pruebas,

pues tales hombres son malos pecadores.

Tema:

Si un hombre acusa a su mujer de adulterio o fornicación y no tiene testigos que apoyen su alegato, debe jurar por el nombre de Alá que está diciendo la verdad.

Sura XXIV, 6

Y quien lance acusaciones

contra su esposa sin más prueba

que su palabra, hará valer su prueba

jurando cuatro veces por Alá

que dice la verdad, y al quinto

(juramento) invocará solemne

la maldición de Alá para sí,

si está mintiendo.

Tema:

En Arabia Saudí las musulmanas se cubren el rostro si no quieren verse sometidas a un gran hostigamiento por parte de los sacerdotes. La separación de sexos es absoluta en todos los pasos de la vida.

Sura XXTV, 31

Y decid a las creyentes

que bajen sus miradas

y conserven su modestia;

que no muestren su belleza

ni sus prendas, salvo aquellas

que normalmente deben enseñar.

Por consiguiente, se echarán

el velo sobre su pecho, y no

mostrarán su belleza salvo a su marido,

o su padre, o el padre del marido,

o sus hijos, o los de su marido,

o sus hermanos, o los hijos de éstos,

o los de sus hermanas, o a las mujeres,

o las esclavas que posean

o sus criados varones

libres de físicos apremios

o de los pequeños que no sienten

la vergüenza del sexo.

Tema:

Dice el Corán que las mujeres maduras podrán dejar de usar sus prendas exteriores (los velos, las abaayas). La realidad es que en Arabia las mujeres jamás se quitan el velo, sin que importe su edad.

Sura XXIV, 60

A las maduras que han dejado

atrás las perspectivas de matrimonio,

no se las culpe si dejan de usar

sus prendas exteriores,

con tal que no exhiban voluptuosamente

su belleza; aunque es preferible

que sean modestas.