AGRADECIMIENTOS

Tan pronto decidí escribir este libro, leí una y otra vez los diarios y las notas que Sultana me había confiado. Mientras seleccionaba las aventuras de su sorprendente vida para retratarlas aquí, sentía la emoción del detective. Sin embargo recaía en mí la solemne responsabilidad de desechar con sumo cuidado los sucesos que pudiesen acarrearle problemas. Las palabras son mías, pero la vida es suya.

Te agradezco, Sultana, que valerosamente hayas querido compartir la historia de tu vida con el mundo. Al dar este rotundo paso, has ayudado a humanizar a los árabes, un pueblo incomprendido por Occidente. Confío en que al revelar los íntimos detalles de tu vida de mujer árabe, en toda su pena y su gloria, tu historia sirva para despejar los muchos clisés negativos que en todo el mundo se achacan a tu pueblo. Los lectores de tu vida no podrán sino entender que, como en cualquier otro país del mundo, mezcladas con las malas hay cosas buenas. Los occidentales sólo hemos oído lo malo de Arabia. Yo, al igual que tú, Sultana, sé que a pesar de las costumbres primitivas que encadenan a la mujer en tu país, hay muchos árabes que, como tú, merecen nuestro respeto y admiración por su lucha contra siglos de opresión.

Y, ya físicamente más cerca de mí, expreso mi agradecimiento con toda sinceridad a Liza Dawson, mi correctora de William Morrow, que ha quedado prendada de la vida de Sultana a la primera lectura del manuscrito. Sus comentarios y sugerencias han realzado esta historia.

Quiero darle las gracias también a Peter Miller, mi agente literario. Su enérgico entusiasmo por este libro nunca decayó, y yo se lo agradezco.

Reservo un agradecimiento muy especial para la doctora Pat L. Creech, que desde el principio me ayudó con sus comentarios y su revisión del manuscrito. Su inteligencia contribuyó a dar forma a esta obra.

Me habría resultado mucho más difícil escribir la historia de Sultana sin el amor y apoyo de mi familia. Y tengo una especial deuda de gratitud con mis padres, Neatwood y Mary Parles. Su constante amor y apoyo los sentí aún más intensamente durante la redacción de este libro tan personal.