La aparición de esa cara, blanca como el papel, en lo oscuro[1]. Espectral con el halo blanco de pelo y barba, ralos. Qui-quién? Con las cejas enarcadas [dos circunflejos sobre dos puntos] y una expresión entre perpleja y de malhumor. Lo hubieses visto. [Y oído.] Luz![2], luciferó [en qué lengua?] el pobre diablo cojuelo aquel, arrebujado en su sucia manta, que había subido desde las sombras frondosas de Brook Green a despeluzarla en el nido [leonera, más bien] de Phoenix Lodge: Era él, aseguraría, al despertar con sobresalto, el mismo viejo larguirucho [o dijo larguiducho?] que vagabundeaba anoche por Shepherd’s Bush Road hacia Brook Green, deteniéndose ante los escaparates oscuros, SPIRITS, primero ante el de la tienda de bebidas, THE SPIRIT OF LONDON, y ante el del despacho de comida china, HONG TIN, y luego ante el de la roja ropavejería junto al Café, qué miraría, para venir claudicando por el paso de cebra, atraído quizá por la blanca fluorescencia, a plantarse ante el escaparate de la funeraria de la esquina: el libro blanco, de mármol, abierto en la noche cerrada[3].

Al repetirlo, con resquemor, ironías de la muerte, brr bromístico, Luz!, desangelado tiritentando aquí desnudo a hora tan temprana[4], vaya! ya robaron otra vez las bombillas!, en este alto cuarto oscuro de baño con piso de tablas, qué olor a lejía, o a semen…[5], habría de reavivar o condensar en un punto luminoso, qué chispa, la llama [soflama] de la vela fúnebre[6] de una noche de difuntos de la que al cabo apenas quedan restos.

((Recuerda o mejor, nympharum membra disjecta, remembra, así como suena. Ninfas, con mucha labia, ondinas. Vienen y se nos van. Sexpedición por tantas partes. Viaje al fin de. La mer! La mar! Y morena. El mar negro de la noche. A fin de la. (Te mueres mejor que las olas, oh Dinah[7].) Y los luceros del Támesis ya. Olas, burbujas de colores contra la fachada de ladrillo y altos ventanales. La del Albany sería…, en Deptford, luz ultraviolenta despedanzando cuerpos al compás de los martillidos taladrantes, qué ciscoteca, allí con su danza funebriosa el poeta sin oreja y el profesordelo auxiliar remeneando el esqueleto, brinca! be merry!, mientras el calavera hace mutis, y un entreacto carnal. [Fuga y tó!] Dinah la ogranista[8] dormiría tal vez sonaría, casi a la vuelta, otra vuelta, ahí tan a mano. Deseorientado? Pasada ya la iglesia del cartel de la mariposona amarilla aliabierta sobre una oruga, St Luke’s Church, y esta casita de ladrillo con las ventanas condenadas con tablas y un cierre remendado con latas, STERNE’S STORES, eternas historias, SELL, y qué olorcillo a salchichas viene aún de este Fish & Chips violeta ya cerrado, sillas y sofás desvencijados tras esta otra luna polvorienta, WALKER, andando. Ya cerca, justo ahí detrás de la iglesia de Saint Nick. (Hell-o!, saluda a las dos calaveras de piedra custodiando la verja aquí en alto: fosforescencia [Kit o’ the canstick[9]…] y un bulto o arbusto oscuro entre estas lápidas? Uhuye.) En ese bloque[10], y oscuras sus ventanotas[11]. (En la otra orilla: grúas, proa herrumbrosa, chisporroteos —de soldadura?— por el agua negra[12].) Fácil el descenso, de dos en dos los escalones de cemento, a su sótano. Ante la puerta negra: Abre, por fa. Reinsistir, sí. Timbre agudo. Tú!, aullado: You!? Otra sorpresa. Parada y fondona. Entreabre (hojas de papel de música por el suelo: nuevos ejercicios?[13]) un poco más. Se puede? Qué macizos, qué eminencias[14]. [Blancas.] Y qué turgencia. [Tu urgencia…] Qué tersura cremosa, qué hermosuras, y al frío roce se le erizan los pezones, sus areolas[15]. Sólo con esa camisola rojo rosbif, a tono con la cortina escarlata del dormitorio, que la deja en carnes vivas. Je-sus! Siglos sin verte el pe. Cast. Y se lo toquetea con la diestra. Castaño algo más claro en este so[16]. Así… Rozando el rizo. Como una seda. Satinada, desatinada. [A ti nada…] Ooh. [Come in, camina, a su cama.] Ooh. Blandurez. Condescendiendo. Morenoche sobre la blancura de la sábana. Y la blanchura de sus senos. Qué almohadones, palpa, palpitantes. Oyes?[17] Cantos de cisne[18]. Qué plumones. Ooh, don’t! [A pelo, no, pelotera.] Protestona. [Ponle sordina a su órgano de fonación.] Pornunciación de Cockneylandia, oh ffckin’!…, cuando se encocorajina[19]. Ff. Tápale la. No te co! —rasguñándote los lomos. [No te cortes.] Ras con rash, a ras de piel, largo, raudoloso [irriga barriga arriba, epa, aúpa[20]], suave, subí [entre], subida y blandulzura, qué hermosurco, de meter y sa[21] [carina oh carina[22] oh carena ah ah baia…], vaya!, se me ensena, oh Dinah, ensénalo bien, seno fonte[23], bel seno copulaltivo [empopa empapa a poppa ancora un po’ qui, tó!, tocatarata, to![24]], bogando ah bogando, ffl-huye! vía!, y a correrla por otras partes. Támesis arriba… Experdición también antes a Cathay[25], perdidos en el requinto infierno de la calle Paradise, buscando el Angel… El corcovado con dos bolsas, delante de nosotros, su sombra alargándose por la valla de madera con pintadas, y apretaba el paso sin contestar a nuestra repregunta regritada. Mudo de miedo?, en la desolada oscuridad. El Quasimodo quasi mudo, y sordo?, ni modo de que nos haga caso, el ANGEL!, hell! demontre!, hasta que por fin eructa: Rotherhithe, y señala con el bolsón a su derecha. Otra tirada, altra tirata. La retirada de los tres, Emil, y a seguir la correría, three sheets to the wind![26], de las sábanas a las páginas, va!, otra ronda de rondón [rondó a capricho], hasta el último peneque, para finiquitar la expendición nocturna, sheet lightning[27], con esplendidez.))

Voz cascada, dijo, de cascarrabias. Vociferó luz, luz de luz[28]?, o acaso sólo un balbuluceo incomprensible, Lux… Lux?[29]…, al hacer su aparición por sorpresa ante las alambradas del campo de tenis, señalando nerviosamente con la cabeza, o un tic?, hacia Luxemburg Gardens… Y ella, la intérprete babélica, aún sentada en el banco, a pesar del susto de muerte, pudo fijarse en que sus ojos —azul hielo— estaban arrasados en lágrimas. Nada hay más triste, dijo, que ver llorar a un viejo. [Beati qui lugent[30]…] Babelle de nuit dixit, tan de mañana, al salir de su triste sueño húmedo, brillantes de llanto sus mejillas, good mourning! Bon jour tristesse!, tarde pero que muy tarde te he conocido, très tard![31]… Te dio llorona, la pesadilla, dijo ya de vuelta el Burlador de Sexville; pero ella seguirá devanando [en vano?] su sueño: ahí, perdido en el cuarto, ahí donde tú estás, el viejo de la manta, muerto de frío, diente con diente, ta-ta, y no paraba de rasrascarse el dorso de sus manos sarmentosas. [Ras con ras].

Ah ya, llama, al fin, tras tanto rascar este fósforo luciferino, rash, y crepita, ash, último canto del último cisne en la última sombra: swan[32] and shadow, sh, y te quema, shit!, que la des y no la desgastes, flam!, ay ya, luz, de gas, hágase, en el calentador que ya sibila s-s-sh con su lengua de fuego ahí encima de los grifos, brr! grnnh![33], suelta el chorro, de esta bañera de alto bordo, the main! the MAIN![34], y aquí me hundo, más hondo ondina, fácil el descenso a la cueva pulposa, ad hoc octopus[35], polvo al polvo popoeta de água doce, ah divina devinette, qué quisicosa es que no es caos ni cosa: saco, sin fondo, qué caso[36]… Resplandesciendes? Un ba-baal-buceo, a despejarse tocan. Y ahora con los quevedos mojados, que ve dos, corazón que siente por dos, ubi amor, donde está el amar, esplendor sobre esplendor… y la mente flota…, aquí me inundo, más ondas sabiondo, que el sabio se regodea con el agua ardiente, uh s-udor de su frente, ttt-tate!, a aguar diente con diente, castañeteando cantos de cigüeño[37] en la gélida tina, ah remoja remoza el remo remolón [y ya reme…] para hacernos de nuevo al maremagno, que fue temporal, a buenas horas mangas verdes!, mientras te aguardo sorella cascababelera en esta semiclaridad de vaho y cristales empañados, esto es, con un paño sucio el de la puerta, y jirones de sábana por alfombra aquí en el piso encharcado. Poza y pocilga, polucionada. Purga, hurga, restriégate, otro golpe de pecho, un autre coup d’épaule, Polumétis![38], otra refriega, espuma, nata e natta, ex aquis nata, y el agua lechosa aisla los pezones, haré olas! haré…, recuerdas los saltos?, del fin al principio, y otra, refriego te absolvo, lustra y lustra[39], quítate el sopor, despabila, oh sí risueño, empiezas nuevamente, vaya una limpieza, limpia y, fíjate, da, esplendor en la sombra, este primer haz de sol, solaz, salaz, sal, a la superficie, levántate, con el sol soluble, que caldea el agua y mi miembro fantasma mm aún con el aromarinado efluvio de mi hembra, mmmm nido de ondina, caracola y, coleteo, passez! passé!, agua pasada: enjabonado de luxe, calma [después de la torméntula] y voluptuosuntuosidad, untuosidad del sol, quiero decir, como la miel, esplendorada, claridad que fluye en esta bañadera desconchada que, rayos!, otra vez tanguea[40] y gira y gira[41] por la resaca [da capogiro] para retornearnos a la mar, sí, más cruel, cuando suba la marea [o era mareo?], ay ya valsa e rivalsa[42], sin olvidar la derrota[43], ya roto si rotas[44], recuerdas los giros? y los gritos?, uy-qué-mareos!, en la noria con tu tenorión, ahora y en la noria de Battersea, bata sí bata, abrazotados por los aires y por las bataolas, ey perinola, hoy como entonces en la feria de Battersea Park, uy qué mareos!, solcírculos, aureolas, au! ahora no te escondas, ah sal de nuevo y recanta el racconto de siempre acabar y siempre empezar [and then… and end…], por los ciclos de los solciclos, érase que se era que se es que se será así sick sicut erat en un finicio.