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AUTO DE FÉNIX
Fu! Ego Scriptor.
Fu…
Ego?
El adán desgreñado que te mira, y refunfuña, tras el humo.
I? I? I?
Ay!
Llama aún?
Buscándote [a lume spento] a tientas, en el espejismo de su mimoria [in the merror of memory], mírate ciego: I? I? I?
Ay! Nanay! Mírate con desapego en ese espejo (sí? Ego? Yo siempre es otro…) roto mientras me despejo. Ay. Guíñale un ojuelo, a través de ese espejo de humo, a nuestro despojo.
Tecleando sentado a la temblequeante mesita de juego, frente al fuego, podía ver con sólo levantar la cabeza, desde el espejo rajado que colgaba sobre la repisa de la chimenea, el panorama: papeles rotos y a medio quemar, papelotas, cenizas, esparcidos por la moqueta remendada a cuadros arlequinescos del cuarto de Phoenix Lodge Mansions.
(En la cámara de gags, ag ag, gagueando y fumando y risiseando frente al telón de humo. Arriba el felón! El humo negro te hace reír? O la droga más poderosa? Hilarantes las guasas descosidas. Gag ag, los guaseos. Te partes de risa, sí sí, riso arrosto, al echar a la chimenea, camino alto, los papelorios rotos, papeleteo violento, y al remembrar trozo a trazo tantas barrabrasadas del Magnuscrito desmembrado. La letra con sangre y fuego entra, —la chirigota que desborda la copia. Ras, ras. Irrisorio el inri del tal cruz y fricción: Igne Narratio Renovabitur Integra. Línea a línea de fuego. Nota a ignota. Los apagados recuerdos van ardiendo. Avivándose? Otro papiro a la pira. Cenizas a los cenizos. Serán ceniza, las piruetas empírricas de tu novelota expirementalista, mas tendrá sinsentido. Oui-da, Zola, sí. Sinsentidos consentidos. Hazte el loco, fais le fou, y sopla, fu fu, sobre la hoja. Fu… fue… fuego. Acto de fe. Feuille… Feu. Que siga el fuego.)
De vez en cuando leía un trozo de papel, lo estrujaba hasta hacer una pelota, la lanzaba al fuego de la chimenea y seguía Tat-ta-tableteando en la noche.
—Fuego. Fue. Fu… —resoplaba a veces, como para avivarlo.
Feu ma feuille…
Fue fuego…
Fu! Funesto Ego Scriptor!
Y rememora aquel juego fatuo de tu crucificción en el que Escritor acaba convertido en su anagrama italiano Cristo Re. Un pòvero Cristo. Rey? Un rey de burlas, inriducíbile. Prendiendo sus torres de papel y resoplando como un fuelle fu fu!, sobre el fuego y humo, negro, para más inri… (INRI: Incinerada Novela Renovada Íntegramente. ((Déjese en blanco…;------------------)). La novela entera será renovada por el fuego. Auto de Fénix! Libro Ardido Renacerá Volviéndose Ardiente. Laberinto de fuego. A pagar!, y vámonos…) y al verse convertido en Guy Fawkes o Focs, nit del follet!, please to remember the Fifth of November…, recordaría que también el aprendiz de miglior fabbro en 1908, al poco de llegar a Londres, había hecho fuego con el manuscrito de un novelón. Escrito de prosa y corriendo en unas cuantas noches: Al galope. Y en horas veinticuatro pasaron de las musas a la hoguera. La fragua del mejor herrerón. Y trataba de imaginárselo en el cuarto de una pensión de Langham Street, cerca de Regent Street, alegrando el fuego de la chimenea aquella noche. Triste? Enciende y entiende. Láng, langues, lenguas de fuego. Llamas en las pupilas, eléctricas, de gato egipcio, Fu!, de aquel rostro pálido de alta pelambrera recién venido del Far West. Fire is Joy… El fuego es alegría. Alegrando el fuego con sus bufidos bufos. Fu! Ego Scriptor. (Interrupción intempestiva de Babelle: Pero por qué tachaste que la patrona de la pensión de Langham Street se llamaba Mrs Joy?) Fu, fu…
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