Este apartado de «Sucesos» es posiblemente el que mayor número de piezas ha logrado reunir, posiblemente porque los sucesos proliferan y aumentan de año en año, entre accidentes laborales o de tráfico, atracos, detenciones, fugas de cárceles, contrabando, muertes violentas, robos… y qué les voy a decir que ustedes no sepan.
Hay días que los periódicos echan sangre.
Los gazapos muerden en los sucesos y a veces suavizan la noticia, como en un crimen pasional que hubo en Madrid y la noticia decía que «el novio celoso clavó a su novia un cuclillo en el corazón».
Con aquel humor tan suyo, Noel Clarasó escribió: «Un accidente de automóvil es más grave cuando, además de morir los ocupantes, se inutiliza el coche.»
Con ese sentido del humor por delante, lean ustedes, si les place, esta retahíla de sucesos, porque los hay para todos los gustos.
Así, por ejemplo, vean éste: «Misteriosa muerte en Madrid de un profesor de veterinaria. No se sabe si fue suicidio o asesinato.» Y más adelante se lee: «Fue encontrado con un cuchillo clavado en la espalda.»
Si tenía un cuchillo clavado en la espalda es muy difícil que se tratase de un suicidio. Hagan ustedes la prueba y verán.
En Baracaldo (Vizcaya) se vio un juicio contra cuatro implicados en la muerte de un joyero, y en la información sobre el mismo, leemos: «Tanto el fiscal como el abogado defensor continuarán como presos preventivos en la cárcel de Basauri.»
Hágase usted fiscal para esto.
En Valencia fueron procesados cinco periodistas y la directora de una revista local por presuntas injurias y calumnias, pero decía un diario que «fueron procesados por lujurias y calumnias».
La cosa cambia bastante, porque una cosa es la «injuria» y otra la «lujuria». La injuria es un ultraje de obra o de palabra, y la lujuria es el uso ilícito o apetito desordenado de los deleites carnales.
Haciendo un resumen de los sucesos más importantes de 1982, decía un diario madrileño lo siguiente: «Más de mil millones de pesetas fue el botín conseguido por unos delincuentes que practicaron un brutón en el Banco de Andalucía, en Marbella.»
«Brutón» puede ser el aumentativo de bruto, porque lo que realmente practicaron los delincuentes fue un llamado «butrón», que cambia ligeramente la cosa.
En otra noticia se cuenta que dos individuos perpetraron un atraco a una sucursal de la Caja de Ahorros, en Madrid, y que fueron detenidos porque en la huida, a uno de ellos, dice «se le disparó fortuitamente la escopeta recortada que portaba y le causó lesiones de carácter grave en un testículo de la pierna izquierda».
No nos extraña que individuos tan raros se hagan delincuentes.
Otro titular bastante raro: «Medio centenar de guardias civiles en huelga, supuestamente implicados en contrabando.» Pero lee uno la noticia y resulta que no estaban en «huelga» sino en «Huelva», que no es igual.
Veo otra noticia donde se dice que, en Bilbao, en la calle de San Adrián «fue atropellado casualmente don Florencio B. O., que hubo de ser hospitalizado».
Lo que da a entender que no todos los atropellos son casuales.
Curiosa también esta otra: «Hendaya. La prensa de esta región dedica gran atención al suceso ocurrido ayer, donde un joven español se apoderó de un autocar de la línea Pasajes a San Sebastián y después de romper tres vallas fronterizas entre Irún y Segovia penetró cinco kilómetros en territorio francés.»
Entrar en Francia por Segovia es más que imposible.
He aquí la insólita historia de unos delincuentes en Logroño: «Primero entraron en un edificio industrial acristalado, de donde se llevaron una caja de caudales que luego encontraron vacía. Luego penetraron en una carrocería tratando de encontrar dinero y se llevaron una caja que contenía varios bolígrafos.»
Qué desastre de atracadores. Primero se llevan una caja vacía; luego se meten en una carrocería. ¿Sería la carrocería de un autobús?… y terminan por robar una caja con varios bolígrafos. Como diría su padre: «Haga usted atracador a su hijo para esto.»
Claro que lo mismo ocurrió en Londres, donde unos ladrones asaltaron un camión cargado de zapatos, por valor de diez mil libras esterlinas; pero lo grande es que los doce mil zapatos que se llevaron eran todos del pie izquierdo.
Hágase usted ladrón para esto.
Según informa Europa Press, fue desalojado un campamento juvenil en Guisando (Ávila), donde un centenar de jóvenes de ambos sexos celebraron el I encuentro de la juventud antiimperialista y antirracista e intentaron asaltar el Ayuntamiento y —sigue diciendo— «se habían dirigido hacia el Ayuntamiento a ritmo de amor, dando gritos contra la Guardia Civil e insultos contra el alcalde».
La verdad es que ir insultando a ritmo de amor, que no sabemos lo que es, parece una incongruencia.
He aquí una noticia fechada en México que narra un suceso espeluznante donde doce ex policías secretos habían llegado a secuestrar hasta cerca de un centenar de personas, a las que torturaron y en muchos casos asesinaron. ¿Y saben cuándo ocurrió?; pues, según dice esta misma información, «el 31 de febrero de 1982».
En lo que llevamos de siglo, no ha habido ni un solo mes de febrero que haya sido capaz de tener 31 días, y suponemos que en México ocurrirá lo mismo.
En Ceuta, un legionario tuvo un ataque de locura y mató a un compañero de un tiro en la cabeza. Y agrega la noticia: «Fue conducido al hospital militar de Ceuta, donde en principio se le apreció enajenación militar transitoria.»
Eso de «enajenación militar» ¿tendrá algo que ver con la enfermedad del legionario?
«Un vecino de Vilabona (Pontevedra), que vive solo, dormía en su habitación cuando le despertó un ruido de pasos. Preguntó quién estaba en el cuarto. Entonces vio un cuchillo. Le dijo que le iba a matar y le alcanzó la mano izquierda dejándole grave. Realiza gestiones la Guardia Civil para localizar al agresor.»
Pues con esas pistas poco podía hacer la Guardia Civil. No es fácil dar con el paradero de un cuchillo que anda solo.
Mucho más claro es este otro suceso: «El dueño de un bar del casco viejo de Bilbao pidió ayuda a la policía municipal para que trasladaran al hospital a un desconocido que se había puesto repentinamente enfermo.» Hasta aquí sabemos de qué va. Lo malo es lo que sigue: «El mendicidad y según el carnet de infortunado se dedicaba a la identidad que llevaba encima cuando la municipal llamó al dueño de la policía.»
Posiblemente el que redactó esta noticia había pasado también por el bar y bebido demasiado.
Esta otra noticia dice que «tres individuos extranjeros fueron detenidos ayer en Madrid como presuntos autores de un audaz robo de joyas valoradas en más de treinta millones de pesetas, que fueron sustraídas la víspera en una poyería de la Gran Vía».
A ver si en lugar de joyas eran huevos de oro.
«En el cuarto de socorro del hospital fue asistido por lesiones Emilio Muñoz Vicente, de heridas calificadas de pronóstico leve.» Y la noticia sigue: «Lo malo es que los desconocidos aprovecharon el trance para sustraerle cinco pesetas.»
Si eso fue lo malo… podían haberle partido un brazo, que hubiera sido lo bueno.
«La Diputación estudió la reconstrucción de un muro de contención en la antigua travesía de la carretera N-232 de Laguardia. Se mostró dispuesta a contribuir con el cincuenta por ciento en esta obra, que se considera como de calamidad pública.»
Pues éste es un suceso más, porque los contribuyentes pagan sus impuestos para que se realicen obras de «utilidad» pública, pero en ningún caso para obras de «calamidad» pública.
«Roma. La actriz cinematográfica Gina Lollobrigida, quince días antes del accidente automovilístico que sufrió en la autopista del Sol, ha sido trasladada a su casa desde la clínica donde fue internada en Roma.»
Se ve que alguna pitonisa le anunció el accidente y lo primero que hizo fue hospitalizarse… y luego, a esperar el accidente.
En Nueva York, un profesor de una universidad fue atacado por tres jóvenes negros, pero esta noticia la tituló así un diario de Tenerife: «En Nueva York, profesor agredido por tres jóvenes muertos», lo que dejaba perplejo al lector.
También en un diario canario leemos la noticia de la tensión que se produjo en la Ciudad Universitaria de Madrid, durante unos actos públicos protagonizados por estudiantes, y dice: «Durante esta concentración hubo gritos contra el profesorado y se quemaron algunos ejemplares de ciertos diarios matutinos de la mañana.»
Lo que no es posible es quemar diarios matutinos de la tarde.
En Bilbao se incendió un ascensor con un señor dentro, y al día siguiente leíamos en un periódico: «Por fortuna el estado de este vecino es de suma gravedad.»
Con un poco de suerte, va y se muere.
«Un joven de 15 años sufrió un accidente cuando circulaba en bicicleta por el puerto de la Herrera, muriendo en el acto. Inmediatamente fue trasladado a una clínica, donde ingresó cadáver.»
Si murió en el acto, no podía llegar a la clínica cantando una jota.
En la misma página de un periódico leemos dos sucesos, ocurridos uno en Madrid y otro en Cádiz. En el primero hubo que lamentar dos muertos y un herido grave al chocar de frente el turismo M-484.533 contra un camión, y en el segundo tres muertos al chocar contra una furgoneta el turismo matrícula M-484.533.
Lo menos que hay que hacer es retirarle el carnet de conducir a quien llevaba el volante del turismo M-484.533.
Otro extraño suceso es éste: «Orense. Por rencillas personales, Josefa Campos, de 5 años de edad, envenenó veinte gallinas de su convecino Serafín Rúa, de 72 años.»
Pues viene buena la niña…
«Lima. La amazona Hora Galindo murió al caer la yegua que montaba sobre ella.»
O sea que la amazona llevaba encima a la yegua. Se cayó la yegua y murió la amazona. Está clarísimo.
«En Barcelona una furgoneta atropelló a Carmen Campos, de 26 años, y a su hijo José Ramón, de 58 años.»
Está claro que, cuando nació la madre, el niño tenía 32 años.
En Madrid se produjo un violento incendio en un lavadero de lanas. Según la noticia, «se quemaron 500 sacas de lana, con un peso total de 40.000 toneladas».
De donde se deduce que cada saca de lana pesaba 80 toneladas. ¿Sería lana de plomo?
No siempre mueren los vivos: «En el incendio de un barco resultaron muertos, a consecuencia de las quemaduras, cuatro muertos.»
Será cuatro remuertos.
En este mundo de los sucesos ocurre de todo. Vean esta noticia: «En Bogotá, tres personas han resultado muertas y otras treinta heridas como consecuencia de un descarrilamiento de pasajeros en Cali.»
No dice si el tren salvó la vida.
«Desde el pueblo de Villasana de Mena fue trasladada al hospital Josefa Rodríguez, para ser curada de un traumatismo de dos millas.»
Eso es un «traumatismonazo».
A finales de los años sesenta y principios de los setenta, la prensa italiana denunciaba, con preocupación, el auge del bandolerismo en el norte del país. Y se escribieron cosas como ésta: «En la isla de Cerdeña ha reaparecido el viejo problema del rapto para obtener algunos millones de liras por el rescate, con un promedio de dos secuestros por persona cada treinta días.»
El promedio es espeluznante y bate todo un récord.
En Barcelona, con ocasión de un intento de fuga en la cárcel Modelo, se publicó esta frase: «Cundió la alarma en la zona porque se oyeron disparos en las proximidades de las cercanías de los alrededores de la cárcel.»
Quien escribió este párrafo debía andar por allí, o sea en los alrededores de las proximidades de las cercanías del cinturón de la periferia de la cárcel. Al menos lo parece.
En el puerto de Bilbao se produjo un accidente. Un obrero cayó desde lo alto de una grúa portuaria. Fue un accidente mortal que al día siguiente se reflejaba así en un periódico: «Cuando acudieron otros compañeros en su auxilio ya era tarde. El accidentado estaba completamente muerto.»
Un muerto no puede estar un poco muerto o muy muerto. Está muerto.
También es original esta narración de un incendio: «A veces a ramalazos, a veces a manta, el incendio ofrecía un aspecto impresionante.»
Un matrimonio resultó herido en un accidente de tráfico ocurrido en la autopista vasco-aragonesa. En la noticia se leía: «Ambos fueron asistidos en el hospital civil, donde el primo de ellos quedó ingresado.»
¡Qué culpa tendría el pobre primo!
Llega ahora una noticia fechada en Toluca, que aparece publicada bajo el siguiente titular: «Un sacerdote y diez personas heridas por los bandoleros en México.»
Todo hace pensar que los sacerdotes en México no son personas.
En Tarragona se produjo un crimen pasional, y al referirlo en un diario barcelonés, se decía que el autor esperaba en la calle a su rival amoroso, a quien atacó, «quedando violentamente asesinado».
Se sufre menos cuando le asesinan a uno suavemente.
Éste es uno de los más extraños relatos que podemos ofrecer en esta larga lista de sucesos: «Manuel Antonio Raposa denunció en la comisaría la sustracción, en el interior de su calle Mayor, de un automóvil aparcado en el muestrario de zapatos de señora, valorado en 60000 pesetas.»
Hubo quien, al leer la noticia en alto, escuchó de labios de su esposa: «Deja ya de beber, Enrique.»
En Alemania se produjo un accidente de aviación. He aquí la noticia: «Cerca de la localidad de Pfafenhofen resultaron muertos todos los ocupantes del aparato británico Viscount accidentado anoche. De las 48 personas muertas, 53 eran pasajeros y las cuatro restantes tripulantes.»
Los nueve restantes serían polizones.
Una niña sufrió un accidente, cayendo a la calle desde un piso bajo donde vivía. Se salvó de milagro. ¿Y quién era la niña?… Lean: «La niña tiene 16 meses de edad, se llama María Dolores, es natural de Haro, de 33 años de edad, casada y con dos niños.»
Una niña así debía saber lo que hacía.
Esto no es precisamente un suceso, pero merece la pena leerlo: «Han sido sancionados por la alcaldía de Éibar los melones sitos en el mercado, por tener los pesos en malas condiciones.»
Sea usted melón para esto.
Llega ahora una noticia de Roma que dice: «En un 13,8 por 100 aumentó el número total de personas fallecidas en Italia durante los cuatro primeros meses del año en relación con el año anterior.»
Lo bueno de esta noticia es el titular, que dice: «Aumenta la inmortalidad en Italia.»
Tampoco está mal este otro titular: «Detención en Castellón de un joven con amplio hospital delictivo.»
Será que el hospital funcionaba clandestinamente.
En Miranda de Ebro se produjo un grave accidente de tráfico, y decía la noticia: «Parece ser que el accidente se produjo al intentar la conductora del turismo el atropello de un motorista que salía de una fábrica de viguetas.»
También la señora podía dedicarse a cazar moscas y dejar en paz a los motoristas.
En una fábrica de Bilbao se produjo un espectacular incendio, que luego se vio que carecía de importancia. Pero la noticia decía así: «El incendio, más aparatoso que real, duró cinco años y las pérdidas se pueden calcular en 1000 pesetas.»
Cinco años ardiendo es mucho incendio, y mil pesetas de pérdidas son pocas pérdidas.
En Chile, en 1965, se produjo un terremoto, y la noticia decía: «Ha sido una espantosa tragedia, en la que cientos de cadáveres quedaron sepultados vivos.»
Es más que probable que los cadáveres quedaran sepultados muertos.
En un bar madrileño se produjo un suceso a cuenta de un airado cliente que se presentó escopeta en mano en el establecimiento y la emprendió a tiros con el dueño, al que no alcanzó ni un solo disparo. La noticia seguía así: «La putería del airado cliente era muy deficiente y ningún perdigón dio en el blanco.»
Se ve que era un lío de faldas.
La Guardia Civil de Vigo descubrió varios robos cometidos por un grupo de pequeños delincuentes y con ese motivo hizo pública una nota explicativa en la que, entre otras cosas, se lee: «Se ha sabido que estos hechos fueron cometidos por varios menores, dirigidos por uno que se erigió en jefe de la banda y acaba de ser puesto a disposición del Tribunal Tutelar de Menores, el cual ya había cometido a su vez algunos otros hechos delictivos.»
O sea que el Tribunal Tutelar de Menores de Vigo, en lugar de hacerse cargo de los pequeños delincuentes, se dedica a cometer hechos delictivos. Pues vaya ejemplo.
«Dos invidentes fueron atropellados anoche en Madrid, y resultaron levemente lesionados. Inmediatamente fueron detenidos de urgencia en la casa de socorro de Mediodía.»
Pobres invidentes. Además de atropellados, detenidos.
Dice el titular de una noticia de Madrid: «Cae un ascensor desde un octavo piso. Resultó muerto su único ocupante.» Espantoso suceso. Seguimos leyendo la misma noticia y de pronto nos dice: «Pudimos hablar con el protagonista de este suceso y nos explicó que era repartidor de leche a domicilio.»
Está claro que el periodista hizo hablar al muerto.
Se celebró un rally automovilístico en San Sebastián y en el transcurso del mismo se produjo un aparatoso accidente del que «los dos ocupantes del coche accidentado sufrieron fracturas de tibia y peroné, múltiples magulladuras en cara y cuerpo, así como rotura de varias costillas». Y agregaba el corresponsal: «Fue lo menos que pudo ocurrirles. Una lástima.»
Verdaderamente que fue una lástima, porque se tenían que haber roto también la columna vertebral y ambos brazos.
Palabra de honor que, desde Madrid y para una cadena de emisoras, se dio la siguiente noticia: «En el Ayuntamiento de Ernani, y con motivo del asesinato de Santi Brouard, se ha colocado la bandera a media ostia.»
Cerca de Éibar, en la ladera del alto de Karabietas, se produjo un accidente aéreo. Una señora que casualmente andaba por las cercanías vio que la avioneta caía. Al poco tiempo oyó una explosión y dice que luego oyó gritos en demanda de auxilio. Marchó al pueblo y le contó lo ocurrido a la Guardia Civil. Esta misma señora declaraba poco después a un periodista: «No sé por qué me temí lo peor. Pensé que podían haber sufrido un accidente.»
Hace falta intuición por parte de la señora. Vio caer una avioneta, después el ruido de una explosión y voces pidiendo socorro. Y se dijo: «Les ha debido pasar algo»… y se fue al pueblo.
«En la estación de Málaga, cuando intentaba tomar un tren en marcha, cayó a la vía L. G. V., que sufrió gravísimas lesiones que hicieron preciso su traslado a una clínica de Bilbao.»
¡Pero qué barbaridad, señores!… Herido en Málaga y le hospitalizan en Bilbao, a 967 kilómetros de distancia. Y a lo mejor se lo llevaron a hombros.
En un diario andaluz apareció esta noticia: «Almería. Ha aparecido ahogado cuando se dedicaba a la pesca submarina J. L. A., el cual dio cuenta de lo sucedido a las autoridades, después de haber colocado una señal donde ocurrió la desgracia.»
Qué entereza y qué valor el de este pescador. Se va de pesca y se ahoga. En el lugar donde se ahogó deja una señal y se fue a comunicar lo ocurrido a las autoridades. Con gentes así se pueden ganar muchas batallas.
Este suceso viene de fuera. Nada menos que de Zaire, a orillas del río Congo, y lleva el siguiente titular: «En Leopoldville, el día de Navidad, los rebeldes se comieron a diez bancos.» Lee uno la noticia, extrañado por aquello de la ingestión de «diez bancos» y se encuentra con que no se trataba de asientos, sino de seres humanos. «Se habían comido a diez blancos.»
Mejor hubiera sido lo primero.
Sin salir de África aquí llega este otro titular: «En una playa cercana a Argel, turistas argelinos dieron muerte a ocho europeos.»
Serían turistas americanos, o de Oceanía. ¿No?, pues no; eran «terroristas argelinos». La cosa no cambia mucho, pero a cada uno lo suyo.
Otro extraño titular periodístico: «Cuatro españoles y un cantante apuñalados en un tren francés.»
Se ve que los cantantes no tienen nacionalidad.
«Dos muertos arrollados por el correo Córdoba-Madrid.»
Uno se pregunta qué hacían dos muertos en la vía.
«Un joven de 17 años ha sido condenado por la Audiencia Provincial a la pena de un año y un día de presión menor.»
O sea condenado a que le metan en una prensa y aprieten poco.
También es desconcertante esta noticia: «Londres. Graham Palmer, de cuatro años de edad, que estuvo doce días sumergido en el agua, se va recuperando del trauma sufrido. Según los médicos que le atienden, lo normal es que a los ocho minutos de inmersión se hubiera muerto.»
Pues se equivocaron por bien poco los médicos.
Leído en un diario de San Sebastián: «Hoy, en Madrid, ocho mujeres y un hombre serán procesados por aborto.»
Para un hombre que queda embarazado, va y aborta.
He aquí otro modelo de titular de noticia: «Tres peatones muertos tras un accidente de carretera leve.»
¿A qué le llamarán «un accidente grave»?… porque si con tres muertos es «leve», ya me dirán.
En unas fiestas populares, una vaquilla suelta propinó en las fiestas de Bilbao una serie de golpes a los mozos, pero —seguía la noticia— «por fortuna, Florencio Ventura presentaba heridas graves en ambas piernas».
Menos mal que hubo un herido grave, porque, si no, se aburren.
Siguiendo con los sucesos, vean éste: «El cadáver de un anciano, de 71 años de edad, fue encontrado en las inmediaciones del puerto de Barcelona, donde habitualmente pernoctaba por las noches.»
A quién se le ocurre pernoctar de noche. Es mucho mejor pernoctar de día.
Se produjo un terremoto en Chile y leemos: «Un sismólogo del observatorio declaró a los periodistas que el nuevo terremoto se ha producido en la misma zona donde se produjeron los anteriores recientes, añadiendo que el registro indicaba que el terremoto se ha producido en la misma zona donde se produjeron los anteriores recientes. Luego añadió que el registro indicaba que el terremoto fue similar a los recientes anteriores.»
Por lo que se ve, además de sismólogo era tartamudo.
Aunque esto es un anuncio, puede entrar muy bien en la página de sucesos, porque dice: «Se necesita gente para matar.»
No se alarmen. Es un anuncio del matadero de Zorroza (Vizcaya).
Leemos en un titular de sucesos: «Un empleado de la limpieza se fracturó una pierna»… y la noticia era ésta: «En la casa de socorro fue ayer asistido A. S. C., que al caerse de un camión de la limpieza pública resultó con fractura del radio izquierdo.»
Éste es un gazapo de prensa, pero también de radio… porque el «radio» es el hueso contiguo al cúbito, con el cual forma el antebrazo, pero no tiene nada que ver con la pierna.
Leemos otro suceso: «Se estrelló en Teruel un reactor F-86 y se salvó el pitolo.»
A saber dónde lleva el «pitolo» un reactor F-86.
«Atraco a un banco en Montecarlo.» La noticia dice: «Montevideo. Tres hombres, aparentemente argentinos, asaltaron ayer un banco.»
¿Qué querrá decir eso de «aparentemente argentinos»?… Será que iban cantando tangos. Y además al lector le queda la duda de si fue en «Montecarlo» o en «Montevideo». Total, un notición.
«Ayer fue atropellada en la calle Mayor por un motorista la anciana de 16 años Benita de la Mata, resultando con heridas en la región occidental y conmoción cerebral.»
Pobre ancianita, con sus 16 añitos y una lesión en la región occidental.
Entre los ingresados en el cuarto de socorro de Santander —según se lee en un diario montañés— está «Ángel Ruiz González, de 10 años, vecino de la calle donde vivía, transeúnte de primer grado en ambas manos».
La información es perfecta y sobre todo la lesión está clarísima.
«Accidente ferroviario en Barcelona. En la estación de Molins de Rey se produjo un accidente en el que resultaron heridos nueve pasajeros, uno de ellos de pronóstico reservado y el otro leve.»
¿Y los otros siete?…
«En Londres, en el barrio del Soho —decía un diario andaluz—, un individuo amaneció con una ráfaga de ametralladora, un brazo roto y un pulmón derecho.»
Pues pobre individuo. Lo único aprovechable es el pulmón derecho, que le serviría para respirar.
«En Palermo un comerciante fue asesinado por primera vez sin que se conozca pista alguna sobre el autor o autores del hecho.»
Esto da a entender que en Palermo los comerciantes son asesinados varias veces.
El tráfico ferroviario entre Burgos y Madrid estuvo interrumpido a consecuencia de un descarrilamiento y esto originó esta información: «Burgos. A las once de la noche quedó completamente normalizada la circulación de la línea férrea Irún-Madrid, que había quedado interrumpida a consecuencia del descubrimiento de un tren de mercancías que circulaba entre Miranda y Burgos.»
La verdad es que descubrir, de pronto, que en la vía hay un tren de mercancías, que nadie sabe de dónde salió, es como para interrumpir el tráfico y como para abrir una información sobre el caso hasta aclarar el hecho. El jefe de estación dijo: «Por aquí no pasa nadie hasta que sepamos de dónde salió este mercancías.»
Decía un diario barcelonés en un titular a dos columnas: «Perecen dos marineros en un naufragio.» Y la noticia era ésta: «Madrid. Don José María de Oriol y Urquijo, marqués de Casa Oriol, ha sido elegido por mayoría de votos presidente del Instituto de Ingenieros Civiles.»
Qué tendrá que ver el señor Oriol con los dos náufragos.
En Madrid se produjo un atraco en un comercio del barrio de Salamanca. La noticia carece de importancia porque desgraciada y lamentablemente es un hecho cotidiano. Pero esta que comentamos tiene al menos algo de original, porque dice: «El autor del atraco fue detenido allí mismo por la Policía Nacional, que fue avisada por un testigo presidencial.»
Lo que no sabemos es a qué presidencia se refiere.
Un mendigo apareció muerto en la calle, en Madrid, y al día siguiente en un periódico se daba la identidad del mismo. Lean: «El mendicidad y según el carnet de infortunado se dedicaba a la identidad que llevaba y se llamaba Teodoro.»
Es toda una información.
Vemos en un diario de Madrid la fotografía de cinco bebés recién nacidos y al pie este texto: «Éstos son los quintillizos venezolanos que han recibido el nombre de los cinco médicos que atendieron a su madre y que duermen en otras tantas incubadoras.»
No comprendemos por qué dormían los médicos en las incubadoras.
Este suceso tuvo lugar en una venta, a 8 km de Barcelona. Se produjo una disputa entre dos individuos y uno de ellos recibió tres puñaladas. Y agrega la noticia: «Malherido fue trasladado urgentemente a la residencia sanitaria La Paz, de donde regresó cadáver.»
Pues sí que le atendieron bien al pobre. Regresaría con un cabreo imponente.
En un diario gallego leemos: «El alcalde de Barbate (Cádiz) fue secuestrado la pasada noche por el propietario de una discoteca que había sido cerrada hace tres meses por tener los permisos en regla.»
Pues lo tenía bien merecido el señor alcalde, qué caramba.
Noticia insólita: «San Pablo. Cuatro muertos han provocado las lluvias torrenciales que caen sobre esta ciudad y la zona sur del Brasil.»
Se ve que los cuatro muertos se dijeron: «Nosotros estaremos muertos, pero ahora os vais a mojar de lo lindo los vivos.»
El problema de sanidad en las escuelas ha preocupado siempre a todo ayuntamiento. Así, el de Bilbao hizo pública una nota donde se decía: «En cuestión de sanidad e higiene, la campaña contra los piojos en las escuelas continúa a buen ritmo, habiendo sido inspeccionado el 15 por ciento del alumbrado.»
O sea que limpiaron bombillas y farolas para una mejor higiene.
De madrugada hubo un incendio en Aranda de Duero, y decía un periódico: «La rápida intervención de los bomberos evitó que se extinguiera el fuego.»
Se ve que les gustaba ver cómo ardía la casa.
Se produjo una explosión en Toledo, al parecer por una bombona de butano, y leemos: «En el lugar de la explosión se personaron los bomberos, que adoptaron medidas de seguridad para la finca y el alcalde de la ciudad, así como otras autoridades.»
¡Que no se nos queme el alcalde!, gritó el jefe de bomberos.
«En Erandio entraron en colisión un automóvil y una bicicleta, conducidos ambos por Andrés Ramírez, de 66 años, quien tuvo que ser trasladado al cuarto de socorro.»
Es que es una locura conducir a la vez una bicicleta y un coche.
En Llodio (Álava) se produjo un accidente laboral. Desde lo alto de una grúa cayó al suelo una gran pieza que se soltó de manera inexplicable y cayó junto a un obrero que trabajaba al pie de la misma. Al recoger la noticia en un diario, escribieron: «El accidente pudo costarle la muerte.»
Lo que pudo costarle es la vida, pero no la muerte.
Decía el director de un centro médico de Madrid que es necesario cuidar la higiene de la boca de los niños. «El primer problema es el de las caries. En algunos países, sobre todo en los de nivel de vida más alto, más del cien por cien de la población padece de caries.»
El cien por cien es la totalidad de la población, así que al decir «más del cien por cien» se referirá a las generaciones venideras.
A cuento del rally de Montecarlo, un diario de Zaragoza daba cuenta de algunos accidentes que se produjeron en el mismo, y leemos: «Los accidentes registrados hoy han sido todos, afortunadamente, de poca importancia. El coche pilotado por dos pilotos ingleses entró en colisión con un coche particular, cuyo conductor resultó muerto. Por otra parte, el piloto griego Chronidis fue detenido, acusado de arrollar con su vehículo a una mujer y darse a la fuga.»
Nada. Dos accidentes de nada.
Cerca de Ávila se produjo la noticia de un choque de trenes, y dice un cronista: «El delegado de la RENFE puso de relieve que los dos trenes que chocaron circulaban por una misma vía.»
Ése sí que es un accidente raro, porque siempre que chocan dos trenes, uno va por la vía de la derecha y el otro por la de la izquierda. No sé en qué estarán pensando los ferroviarios de Ávila.
En Málaga murieron cuatro delfines que estaban en cautiverio, y con tal motivo enviaron a Madrid una crónica que decía: «La autopista realizada a uno de los delfines demostró que sufría fractura de la columna vertebral entre otras lesiones.»
¿Y qué tendrá que ver la autopista con todo esto?
Vean ahora qué titular: «Tres vecinos de Benicarló regresan al pueblo muertos, después de haber sufrido otros tantos accidentes.»
Sufrieron un primer accidente y como no se mataron fueron a por el segundo. Como también falló el segundo se mataron por fin en el tercero, y entonces dijeron: «Vamos de vuelta a casa, que estarán impacientes.» Y muertos y todo, se volvieron a Benicarló.
Sé celebró en Lomos de Orio (Rioja) la tradicional romería a la ermita de la Virgen. De ella escribía un cronista: «La jornada fue brillante y alegre, aunque hubo que lamentar el fallecimiento de una señora que murió sin avisar.»
Como murió sin avisar, siguió la alegría entre los romeros, porque cuando uno se va a morir, lo menos que debe hacer es avisar.
A la entrada de Bilbao, un camión quedó encajonado al entrar en un túnel porque llevaba más altura de la debida. Fue necesario sacar el vehículo de allí y después de varios intentos avisaron a una grúa, y decía un cronista: «Por fin una potente grúa hubo de personarse en el lugar para sacar de allí al camión.»
O sea que fue la grúa en persona. No mandó a nadie en su lugar.
Un autocar cayó al río en Guipúzcoa y con ese motivo leemos: «Resultó agotador el esfuerzo continuo de la Guardia Civil y Cruz Roja para rescatar los cuerpos sin vida y extraer del agua otros sin ella.»
O sea que a unos los sacaron muertos y a otros también.
En un diario de Madrid se publicaban, una detrás de otra, estas dos noticias: «Barcelona. Resultó muerta María Rosa Moreno, de 40 años, a consecuencia de las emanaciones de gas producidas en su domicilio.» Y a continuación esta otra: «Barcelona. Resultó muerta María Rosa Moreno, de 40 años, al caer por el hueco de una claraboya en su domicilio.»
He aquí una señora que se mató dos veces en su domicilio y de manera diferente cada vez.
En Amberes, un español residente intentó suicidarse en un parque público, convirtiéndose en una antorcha humana. Se roció con gasolina y se prendió fuego. La rápida intervención de los testigos evitó que fuera devorado por las llamas. Fue conducido a un hospital y allí, después de una primera cura, dijeron los médicos: «Aunque su estado es grave, podemos asegurar que su viuda no corre peligro.»
Habrán querido decir que su esposa no corre peligro de quedarse viuda.
Noticia de Francia, que copiamos textualmente de un diario navarro: «En Pau, en el río, han aparecido millares de peces, entre ellos muchas truchas, absolutamente muertos.»
O sea que los peces pueden estar ligeramente muertos, medianamente muertos o absolutamente muertos.
En Vallecas (Madrid) fue detenido un delincuente que, según leemos, «llevaba encima varias navajas automáticas, algunos cuchillos, uno de ellos con una hoja de 85 centímetros…».
Sería matador de toros y llevaba el estoque bajo el brazo.
«En la carretera de Santander a Burgos, en el término de Parbayón, ardió un camión con varias toneladas de municipales de la capital.»
Si se trataba de guardias municipales, dejaron a Santander sin agentes. Menudo problema.
«París. Una joven paracaidista se estrelló cuando realizaba ejercicios de entrenamiento en el aeródromo de Aix-en-Provence.» Y más adelante se concreta: «Por haberse verificado la caída desde más de 800 metros, murió instantáneamente.»
Por lo visto, si se tira uno desde 799 metros de altura, no se mata. Bueno es saberlo.
Noticia de Bilbao: «De un solar desaparecieron ayer mil kilos de hierro. Detenido un joven sospechoso, fueron hallados en su poder los kilos de hierro robados.»
Seguro que los mil kilos de hierro los escondía debajo de la boina.
«En Vitoria, un empleado de la limpieza municipal se produjo casualmente una herida grave en el dorso de la nariz.»
¿Cuál será el dorso de la nariz?… ¿Será la nuca?
Esto está clarísimo. Lean: «En Madrid ha sido condenado Leandro Muñoz a seis de embriaguez y cinco mil pesetas de años y medio de privación de multa por un delito de calumnias a la autoridad.»
Da la impresión de que el que estaba embriagado era el que redactó la noticia.
Dice un titular de la página de sucesos: «Intentó terminar con una niña. Policía herido por dos individuos.» Uno piensa que el policía en cuestión era un sádico o un loco, pero al leer la noticia la cosa cambia, porque dice: «Al intentar sofocar una riña callejera, un policía resultó herido…»
La famosa «rubia planito» del cine, Jean Harlow, se sentó en Hollywood en el banquillo de los acusados ante un tribunal que la acusaba de la muerte de su marido Paul Bern, y al dar la noticia una revista nacional escribía: «Poco tiempo después de su muerte, Paul Bern discutía con su mujer frecuentemente.»
Si discutía hasta después de muerto, es posible que la mujer, cansada de oírle, le matara por segunda vez.
En Perpiñán se estrelló un cuatrimotor inglés, con 93 personas a bordo, y la noticia decía: «Las autoridades señalan que el avión se estrelló antes de tomar tierra.»
Lo que pasa es que tomó tierra hasta hartarse.
«París. Un alpinista catalán fue socorrido ayer por un helicóptero de la gendarmería de Chamonix y trasladado a un refugio, donde fue atendido de heridas causadas por un desprendimiento de ocas.»
Será que se le vinieron encima un montón de patos. También es mala pata.
«En la localidad de Argandoña (Alava) volcó un camión que trasladaba desde Galicia a Gerona 10 kilos de carne congelada.»
Un desastre, porque ¿qué comería ese día el pueblo de Gerona?
«El reciente hundimiento del buque Monte Palomares pone de manifiesto la eficacia de los medios de salvamento prescritos por nuestras autoridades de Marina. El personal embarcado en las balsas de salvamento de tipo rígido que llevaba el buque ha sido por desgracia el único salvado en el siniestro.»
Sí, señor, una desgracia, porque se podían haber ahogado todos.
En el asalto a una sucursal bancaria, en Barcelona, hubo un herido, y trasladado a un centro médico fue sometido a una primera operación. «El parte médico afirma que el herido presenta herida por arma de fuego en el tercio medio nasal, con bala alojada en el perineo.»
No se sabe si querría decir «en el Pirineo», porque por poco que se sepa de anatomía humana, el «perineo» no aparece por ninguna parte. Tampoco el «Pirineo», pero allí por lo menos puede uno alojarse en un refugio de montaña.
Original titular: «Detenido cuando robaba un ciclomotor ajeno.»
Es que si el ciclomotor hubiera sido suyo no hubiera sido robo.
En las proximidades del puerto de San Juan de Puerto Rico se produjo una colisión de buques, uno de ellos petrolero, y la noticia decía: «Este buque se partió en dos, vertiendo sobre las aguas parte de su cargamento de dieciséis millones de toneladas de petróleo.»
¿Pues qué dimensiones tendría ese barco?
En Madrid una anciana resultó muerta como consecuencia de fuertes golpes que le dio un desconocido en su propia casa. Lo realmente extraño de esta noticia es que «le proporcionó varios golpes en la cabeza con una de las piezas de un pisabebés».
Más que «pisabebés» debía ser un «mata-ancianas». ¿Qué invento es ese aparato? Un pisabebés nos parece cruel.
«Detenido en Barcelona un nigeriano que trataba de sacar 25 millones de España.»
Si trataba de sacar 25 millones de nigerianos sin que le vieran, se lo tiene merecido.
Noticia fechada en Palma de Mallorca: «Doce horas después de que el puerto menorquín de Ciudadela fuera arrasado por una ola de más de dos metros de altura, el Servicio Meteorológico de Baleares predijo el fenómeno que ocasionó la catástrofe.»
Predecir una tragedia doce horas después de ocurrida lo hace el Servicio Meteorológico de Baleares y puede hacerlo la Asociación de Subnormales Adultos.
«Monzón. Una entidad de esta localidad dirigió una carta a un cliente de Alins del Monte, perdido entre montañas. La carta fue devuelta con la siguiente inscripción: “Murió sin dejar señas”, y debajo la firma del cartero.»
Vaya despiste el del muerto.
Leemos en un diario de Bilbao el siguiente titular: «Los militares uruguayos han decidido procesar al líder de la oposición, amputándole graves delitos.»
El ser de la oposición tiene siempre muchos riesgos.
En Valencia fue detenido el autor de un robo y dentro de la noticia se decía que «portaba en su bolsillo gran cantidad de monedas, que posteriormente se comprobó que habían sido adquiridas en un robo».
El hombre iba paseando por la calle, vio un robo abierto, entró y adquirió medio kilo de monedas. No es tan grave la cosa.
He aquí otro buen ejemplar: «V. J. S. ingresó muerto a media mañana de ayer en el hospital civil a consecuencia de las heridas mortales que sufrió al caer a la calle desde un segundo piso.»
Si ingresó muerto, las heridas no podían ser leves.
En Sevilla se produjeron unos incidentes callejeros, y con ese motivo leemos: «En total los heridos hospitalizados ascienden a dos, seis de los cuales son mujeres.»
Es una buena información.
«Para el fiscal, Antonio cometió un delito de robo a mano armada y debe ser condenado a once años de prisión por tenencia ilícita de ramas.»
Se ve que había dejado pelados los árboles de su calle.
En Madrid se produjo una explosión en la calle de Embajadores que ocasionó un incendio que hizo peligrar un depósito de alcohol que se hallaba próximo, y en un diario agregaban: «Afortunadamente, este depósito hizo explosión.»
Vaya, pues menos mal. Nuestra felicitación a los vecinos.
Comentaba un diario navarro que, en las afueras de Miranda, junto a una fábrica de sidra, fue hallada una paloma herida en un ala, y agregaba: «La paloma llevaba en una de sus piernas una anilla con numeración, lo que hizo suponer que fuera una paloma mensajera.»
Una buena suposición, sí, señor… pero dudamos que la anilla la llevara en una pierna, porque las palomas lo que tienen son patas.
En una página de sucesos leemos: «A consecuencia de un accidente ocurrido hace dos días falleció ayer don Fulano de Tal. El óbice se produjo en una clínica.» Y en la noticia siguiente: «En el hospital provincial, víctima de un atropello, murió don Tal y Tal. El óbice tuvo lugar a las dos menos veinte de la tarde.»
O sea dos «óbices» en un día, pero resulta que «óbice» quiere decir obstáculo, embarazo, estorbo o impedimento, de donde se deduce que no fueron dos «óbices», sino dos «óbitos», que se parece mucho en la vestimenta pero no en el contenido.
Dos avionetas se estrellaron en San Francisco, alcanzadas por un temporal, y al dar la noticia un periódico de León decía en el titular: «Dos personas resultaron muertas, cuatro en cada aparato.»
No nos salen las cuentas.
Por las calles de Lima se produjeron una serie de graves altercados, con enfrentamiento de policía y manifestantes, y decía un diario madrileño: «En total, los heridos hospitalizados ascienden a dos, seis de los cuales son mujeres.»
En Barcelona fueron detenidos dos delincuentes peligrosos, y decía un diario catalán: «Se les intervinieron dos escopetas de cañones recortados, y dos pistolas manipuladas para disparar municipios del 22.»
Están buenos los municipios como para salir disparados.
Con motivo de la visita que hizo el líder ruso Brézhnev a Varsovia, se produjeron disturbios por las calles, y leemos que «la policía, con escudos de plexiglás y vascos con viseras, ordenó disolverse a los manifestantes, que al final fueron disueltos en agua.»
Hay aquí dos cosas extrañas: la primera eso que dice de «los vascos con viseras», porque los vascos suelen usar boina, y la segunda que los manifestantes fueron disueltos en agua, como la aspirina.
Un avión militar español se estrelló en las Bardenas (Navarra), y la noticia de agencia decía esto: «El F-5 estrellado hace el número 16 de los aviones militares accidentados, con un balance de 13 aviones muertos.»
Se ve que los aviones viajaban en avión.
Noticia de Oviedo: «Los perros depositados en el albergue de la Bolgachina llevan casi una semana sin comer ni beber y sin que ninguna persona o veterinario les atienda.»
De donde se deduce que un veterinario no es una persona.
Noticia de Gerona: «Los autocares del incendio de dos autocares y de los destrozos causados en los destrozos de 200 coches estacionados en calles gerundenses pinchándoles las ruedas causadas en los destrozos, según anunció la Guardia Civil.»
Se ve que hubo algo, pero no se sabe qué.
Noticia de Alicante: «El robo se produjo cuando la dueña procedía a cerrar su negocio de confección de niños.»
A saber qué negocio era ése, aunque a lo mejor eran de los llamados niños-probeta.
En un bosque, en la provincia de Valladolid, apareció el cadáver abandonado de una mujer: «La mujer, de 1,60 de estatura y con un vestido verde, no presentaba señales de violencia y las causas de su muerte, que debió ocurrir antes del hallazgo del cadáver, no han sido aún determinadas.»
Es que si la muerte hubiera ocurrido después, no habrían hallado un cadáver.
Cuando ocurrió aquella pequeña guerra de las Malvinas se escribió esto en un diario bilbaíno: «Aunque no se reconoce, Londres asegura que han perdido la vida 47 soldados y las pérdidas humanas se teme que también sean elevadas.»
Que mueran 47 soldados, por lo visto no son pérdidas humanas; deben ser pérdidas materiales.
En la ría de Bilbao apareció el cadáver de un hombre: «Representa 32 años de edad y viste anorak marrón con zapatos y botas del mismo color.»
Con qué precisión calcularon la edad: 32 años, y luego añade que calzaba zapatos y botas. ¿Tendría cuatro patas?
Hermoso titular de sucesos: «Detenido por falsificar monedas falsas.»
Hay que ser memo, ponerse a falsificar monedas falsas. De hacerlo, hacerlo bien.
Noticia de Bilbao: «Hacia las cinco de la tarde, el 091 recibía la llamada urgente de que un hombre había desaparecido bajo el puente de San Antón, muerto y en estado de descomposición.»
Si estaba en ese estado, ¿cómo se las arregló para desaparecer?
Pues anda que este otro titular de Logroño: «Perdió una oreja cuando arreglaba el motor de un autobús.»
Hay que ser distraído, porque en esos casos lo que se pierde es un destornillador o unos alicates.
Noticia de un temporal en Munich: «Los primeros informes sobre los daños sufridos señalan enormes pérdidas materiales, si bien, afortunadamente, no ha habido que lamentar vientos huracanados.»
Menos mal, porque… con lo caros que resultan los vientos huracanados esos…
Un titular más: «Tres ahogados y dos muertos en accidentes de tráfico.»
Los ahogados debían ser vivos.
En Barajas detuvieron a un traficante de drogas, y la noticia en un diario de allí decía: «El detenido era un hijo de la Gran Bretaña.»
Leído así parece un insulto.
Se produjo en Tarragona el atraco a una sucursal bancaria, y en la información aparecida en un diario barcelonés se decía que «según declaración de algunos testigos, los atracadores, que eran dos mujeres, llevaban fajas oscuras.»
Irían con minifalda y se les veía todo. Digo yo:
En Santander fue detenida una mujer que trataba de robar en un comercio, y, según diario local, «la mujer se dedicaba a practicar la caridad, pidiendo por las calles».
Pues es lo contrario de lo que quiere decir, porque «caridad» es limosna que se da, o auxilio que se presta al necesitado. Lo que esta señora practicaba por las calles era la mendicidad.
Y por último, la noticia de una mujer de cincuenta años que se mató en Vitoria, tirándose a la calle desde un cuarto piso, y decía un periódico local: «Al parecer se suicidó voluntariamente.»
Pensamos que todo suicidio es voluntario, porque si no no sería un suicidio, sino un asesinato. ¿O no?
Noticia fechada en Santander: «Tres personas murieron ayer víctimas de un accidente de tráfico en la carretera Santander-Torrelavega al chocar frontalmente un camión, un turismo y dos ahogados.»
Uno de los principales restaurantes de Oslo quedó destruido por un incendio, y la noticia decía: «El incendio comenzó a las cinco (hora española) a pesar de los esfuerzos realizados por los bomberos.»
Está claro que los bomberos hubieran preferido que el incendio comenzara a las cuatro y no lo consiguieron.
«La Guardia Civil detuvo en Málaga a un falsificador de dólares franceses.»
¿No serían francos norteamericanos?
Noticia fechada en Pola de Lena (Asturias): «A los quince días de haber sido atropellado un microbús por un oso, el mismo vehículo ha sido atacado otra vez por un plantígrado.»
Seguramente tendría razón el oso. Hay que respetar los pasos de cebra —donde los hay— lo mismo que hay que respetar los pasos de oso —donde los «haiga».
«Una furgoneta atropelló ayer a Carmen Campos, de 28 años, y a su hijo José Ramón, de 38 años. Ambos fueron trasladados al cuarto de socorro.»
A juzgar por la edad de cada uno, no se trata de una madre que tuvo un hijo, sino de un hijo que en su día tuvo una madre.