El mundo de la publicidad es el que da vida a periódicos y emisoras de radio, por aquello de que se cobra a tanto la palabra o a tanto el espacio. Es una forma de atraer clientes o avisar que se vende un armario… o que tal medicamento le quitará el dolor de muelas, etc.
Naturalmente que a los gazapos les tiene sin cuidado el problema de los anunciantes y se mueven entre los anuncios con la misma libertad que lo hacen entre noticias.
Recuerdo que, allá por el año 1935, estaban emitiendo una guía-comercial, como se hacía entonces, en Radio Madrid, aquellos dos pioneros de la radio comercial que fueron Luis Medina y Carlos del Pozo. Aquellas guías eran un larguísimo chorro de anuncios leídos mano a mano a toda velocidad para que entrasen más en los cinco minutos programados.
Así, por ejemplo, se oía —leídos a cien por hora—: «Brrrrum-bum-bum-Telefunken. Señora, visite la venta del duro. Todo más barato. Todo más seguro. Estómago, intestinos, Servetinal Servetinal…»
Y de pronto dijo Luis Medina: «¡Calzados La Imperial, preciosos sombreros!… Perdón, precios asombrosos.»
También en Radio Bilbao, al emitir un anuncio de gabardinas de un comercio local, en lugar de decir que eran «gabardinas reversibles», dijo el locutor que vendían «gabardinas inservibles».
Se cargó el anuncio, claro.
En uno de los primeros números de un diario bilbaíno apareció el texto de un anuncio que, copiado textualmente, decía: «Tuberos y soldadores homologados de Argon, América, Rusia, Gerona, Oviedo y Navarra. Oficiales de primera se necesitan para trabajar dentro de la provincia en Tamoin, Tarragona, América, Murcia, Oviedo, Inglaterra, Navarra.»
Obsérvese que «Tamoin» y «Argon» son el nombre de dos empresas, y todo hace pensar que el anuncio lo dieron por teléfono y para evitar errores fueron deletreando las dos palabras, como hacen en la Compañía Telefónica, y lo publicaron textualmente, tal cual se lo dieron.
Anuncio por palabras un tanto original: «Necesito secretaria con ingles.»
Como esta última palabra iba sin acento alguno, se puede interpretar de dos maneras.
«Se vende autobús con motor Perkins, cuarenta y dos plazas incluido conductor.»
Está bien que vendan el autobús, pero al conductor le podían dejar tranquilo con su mujer y sus hijos en casa.
«Se precisa administrativo. Edad 25 a 85 años, con conocimientos de contabilidad.»
A los 85 años, más que conocimientos de contabilidad, lo que tendrá el aspirante serán conocimientos de la vida en un asilo.
«Primera firma nacional solicita señoritas de 18 a 23 años, buena presencia, para degustación y venta.»
Esto tenía que estar prohibido.
«Extraviada polla cortabatas de oro en forma rectangular con la inicial P y una fecha, el día 4.»
¿En qué estaría pensando el que confeccionó este anuncio?… porque el objeto perdido era un «pillacorbatas» o alfiler de corbatas, que se dice.
En la sección de «Contactos» de un diario, leemos: «Tengo 16 años. Quisiera cartearme con chicos y chicas españoles que les guste la música, la lectura y los animales. Soy sueca. No entiendo español. Por favor, escríbanme en castellano.»
El castellano debe ser irlandés.
Es famoso el gazapo radiofónico, cuando al leer el número premiado en la Organización Nacional de Ciegos, dijo el locutor: «Cuatrocientos veinticinco. Repetimos: cinco-nueve-tres.»
Esto mismo ha ocurrido en diversos periódicos, como por ejemplo en el diario Hierro de Bilbao (24-8-65), donde decía: «Premiado hoy en la ONCE el número 913», y entre paréntesis decía: «(nueve-uno-trece)».
Este otro anuncio no contiene gazapo, pero merece figurar como ejemplar curioso en esta larga lista:
«Cafetería Argi, de Zarauz, ruega al señor o señores que hayan encontrado dos sillones de la terraza de nuestra cafetería, se pongan en contacto con nosotros, para enviarles los otros dos y una mesa para que completen el juego.»
Está claro que les habían robado dos sillones, pero su reacción es digna de un «Óscar al humor».
Dentro de una serie de anuncios por palabras aparecidos en el apartado de «Música», leemos en un diario la compra y venta de pianos, de un amplificador de bajos, una guitarra eléctrica, el ofrecimiento de un profesor de solfeo… y a continuación: «Vendo crías de Yorkire Terrier, vacunados, precio a convenir.»
No sabemos de ningún instrumento que tenga crías y que haya de ser vacunado.
Tampoco éste está mal: «Se ofrece auxiliar de clínica para cuidar persianas mayores.»
Ciertamente, las persianas requieren un cuidado, sobre todo en invierno.
Y éste parece escrito en clave: «Vendo hospedaje con dientes fijos.»
Aunque en lugar de dientes fuera clientes, tampoco tiene lógica venderlos públicamente.
Oído por radio: «Extraviado guante de señora verde.»
¿De qué raza sería la señora verde esa?
Es parecido a este otro: «Vendo silla de ruedas de niño nuevo.»
Me gustaría saber si hay algún niño viejo.
Este otro es de un diario de Valencia: «Vendo ayuntamiento amueblado con calefacción y teléfono.»
Con el tiempo este anuncio lo leeremos en muchos puntos de España, a juzgar por el estado de las economías municipales.
«El bar-restaurante-pensión Sokoa agradece a su distinguida clientela las atenciones que le dispensan y les desea un feliz fin de año y felicidad para el próximo.»
Es muy fino el detalle, pero se asombrarán si les digo que este texto se publicó en el mes de mayo.
«Importante empresa necesita ingeniero director para su fábrica de cemento. Remuneración a convenir, nunca inferior a 6000 pesetas anuales.»
La cara de quienes pusieron este anuncio también era de cemento, porque ofrecer 6000 pesetas al año…
«Necesito persona ambos sexos, que esté práctica en carnes.»
Es posible que la plaza sea para algún matadero o algún carnicero, pero será difícil que encuentren una persona que sea hombre y mujer al mismo tiempo.
He aquí un anuncio real e insólito: «Deseo que me regalen un equipo de vídeo completo y en buen estado. Pasaría a retirarlo. Me llamo Alberto y mi teléfono es éste…»
El tal Alberto tiene la misma cara de cemento que los de la fábrica que comentábamos antes.
«Se necesita chófer con carnet para lavar furgonetas por la noche.»
Saque usted el carnet para esto. ¡Con lo que cuesta!
Vemos que una inmobiliaria anuncia la venta de un chalet dúplex, en cabo de Gata —costa de Almería—, y dice que está situado «a cinco segundos del aeropuerto».
Como no esté en la torre de control…
El Ayuntamiento de Guecho (Vizcaya) hizo público un anuncio oficial en el que se daba cuenta de haber sido aprobado el Proyecto de Delimitación del Suelo Urbano y ponía en conocimiento de los interesados que «durante el plazo de un mes, a partir de su última jubilación, podrán presentarse alegaciones en el propio Ayuntamiento».
Si dice «a partir de su última jubilación» es evidente que los vecinos de Guecho se jubilan varias veces.
Vemos un anuncio a toda plana ofreciendo un nuevo tipo de bañera, «para dar prestigio a su cuarto de baño». El fabricante radica en Alemania y el anuncio dice: «Ya sabemos por qué 30.000.000 de alemanes usan la misma bañera.»
Conocido el censo de población de Alemania, tendrían que bañarse de tres en tres, cien baños al día y luego a esperar cien mil días. Así se explica uno la afluencia de alemanes a la costa mediterránea.
El diario Ideal de Granada publica un extra semanal, y a lo largo de la semana ha venido publicando el siguiente texto: «Esté atento cada sábado al Ideal dominical.»
Los domingos, se supone, ofrecerán el Ideal sabatino.
Es lógico que alguien lo dude, pero es absolutamente cierto que, en un diario de Bilbao, entre los anuncios por palabras, que llenaban siete páginas, venía uno con este sencillo texto: «Se vende una madera. Teléfono 4479472.»
Podía ser una madera medieval… o una tabla de plancha… o una madera tallada con repujados e incrustaciones, porque ya me dirán a quién puede interesarle simplemente una madera.
En un diario de Madrid se anunciaba que el Ministerio de Educación necesitaba profesores de FP y, con tal motivo, una academia anunciaba: «Acuda a nosotros y le prepararemos. En la última convocatoria —seguía el anuncio— 76 opositores aprobaron con nuestros textos. —Y agregaba—: Quince quedaron entre los 10 primeros.»
Pues es todo un récord.
«Músico-trompeta necesito para domingos y festivos. Un año.»
Se ve que al que puso el anuncio le gustaba madrugar los domingos, y como no tenía despertador, quería contratar a un trompeta para que tocara diana. Y en cuanto a las palabras «un año» no se sabe si es la edad del aspirante a trompeta titular, o si el contrato será de un año. De cualquier forma, ahí queda el anuncio.
«Necesito interina joven con informes a diario para todo el día.»
Pues menuda tabarra tener que buscar un informe diario cada día.
Vemos en un diario de Burgos el anuncio de 400 plazas de policía armada, y en el mismo se exige: «Con talla mínima de 1700 metros de estatura.»
Con esa estatura los querrán para el control de aviones en pleno vuelo.
En un diario de Bilbao se publicó un anuncio a dos columnas, con motivo del estreno de una película titulada Cara a la muerte, con frases relacionadas con su argumento y nombres de protagonistas. Y en el centro del anuncio, esta frase: «Una película de grandes emociones, rodada en el Gran Coñón del Colorado.»
Tomado de un diario de Tenerife: «Para exaltar la función social de la Caja General de Ahorros y premiar a los nacidos y casados el 31 de diciembre, se abrirán libretas a los niños y a los matrimonios de ese día, con 1000 ptas. en el caso de ser alguno de los cónyuges impotente con anterioridad.»
Les exigirían certificado médico.
De un diario asturiano: «Cine Clarín. Mañana sábado estreno de Los derechos de la mujer. A los dos días de casados, la noche de bodas seguía aplazada por dificultades de montaje.»
Piensen ustedes lo que quieran y comenten a su gusto.
Y lo mismo digo de este otro, publicado en Bilbao con motivo del III Concurso de Tortillas de Erandio. Dicen las bases: «(Las patatas y el aceite los pone la organización y los huevos los llevará el concursante).»
En un amplio anuncio de un circo, a su paso por Bilbao, se leía en un diario local, entre otras atracciones: «Hermanos Alonso, pájaros bilbaínos», y a continuación: «Los Zorzan, pájaros italianos.»
Fui a ver qué hacía tanto pájaro en un circo y resulta que no se trataba de «pájaros», sino de «payasos». La diferencia es notable.
Venía en un diario de Madrid el anuncio de convocatoria de 700 plazas para el Cuerpo de Policía Armada. El ingreso se hará por oposición, y agregaba: «Podrá tomar parte todo español varón que tenga 21 años cumplidos y no alcance los 302.»
Sospechamos que quedarán pocos españoles con 302 años de edad.
Decía un diario barcelonés: «Se necesita señorita nativa para dar clases de inglés y francés.»
No dice nativa de dónde. Lo que no podía es ser nativa de Inglaterra y Francia a la vez.
Otro que se le parece es éste: «Para importante compañía aérea se necesita empleado ambos sexos, siendo imprescindible hablar correctamente francés, inglés y eventualmente alemán.»
Una cosa es el pluriempleo y otra el plurisexo, que se emplea mucho en estos pequeños anuncios.
Por otra parte, extraña que exijan hablar «eventualmente» alemán, porque los idiomas no se hablan de manera provisional ni casual. O se hablan, o no se hablan.
He aquí una bonita oferta: «Préstamos. 0.000 pesetas cedo a buen interés. Escribir urgente a estas señas…»
Ya se imaginarán que hubo cola de gente en esas señas.
«Se necesita personal femenino con domicilio de idiomas y cálculo.»
Así no se resolverá nunca el problema del paro, porque ofrecimientos como éste no convencen ni animan a presentarse.
«Deseo señora o señorita para dormir.»
Toma, ¿y quién no?
«Vendo coche de niño inglés en buen uso.»
Pues vaya faena para el niño inglés. Ahora tendrá que ir andando al parque. Menos mal que por lo menos está en buen uso.
«Necesito de 10 a 150.000 metros de terreno para edificación de almacenes.»
Lo que es con 10 metros, vaya birria de almacén.
Una agencia de viajes nacional insertó diversos anuncios en la prensa que iban encabezados por esta frase: «Viajes colectivos a Austria para asistir a los partidos finales de la Copa Davis.»
Es todo un aliciente, pero menuda sorpresa para sus clientes cuando llegaran a Austria, porque esas finales se jugaron en Australia, que suena parecido, pero pilla más lejos.
Otro error gordo fue éste. Con motivo del «día del padre» una firma de electrodomésticos insertó el siguiente anuncio: «Regale el día del coche un aspirador de padre.»
«Pedro extraviado», decía el titular de un anuncio insertado en la sección de pérdidas. Luego agregaba: «Lleva collar metálico sin grabar y es pastor alemán.»
Un pastor alemán que se llame Pedro sería fácil de encontrar.
«Necesitamos socio que aporte un mínimo de 6.000.000 de pesetas y colaboración personal para hacerse cargo de un taller en marcha.»
Una auténtica bicoca.
«Se precisa oficial y aprendiz de carnero.»
No dice si es necesario que tenga muchos cuernos o pocos.
«Me ofrezco para cuidar niño en mi domicilio interno. Soy casada. Tengo 94 años.»
Esta señora quería un niño para que la cuidara a ella.
«Vendo coche de niño grande.»
Como el niño sea muy grande, a lo mejor le venden un Seiscientos.
«Vendo casa con garage y 800 m de terreno en un pueblo de Burgos, a 1 km de Bilbao.»
El que puso este anuncio no sabe la distancia que hay de Burgos a Bilbao.
«Estudiante con título de auxiliar de clínica y puericultura se ofrece para cuidar niños ancianos o hacer labores de teta por las mañanas.»
Vaya lío. ¿Pretende cuidar niños viejos, o viejos jovencitos?… Y a saber qué querrá decir eso de hacer «labores de teta por las mañanas». ¿Será para desayunar?
«Se ofrece plaza técnico proyectista. Sueldo superior a 120 pesetas liquidas anuales. Cifra negociable.»
Menos mal que la cifra es negociable, porque con ese sueldo…
He aquí el texto de un monumental anuncio de unos grandes almacenes, en plena cuesta de enero: «Rebajas. ¡Últimos días! Todo de 990 a 5000 pesetas.»
Eso no es una rebaja. Eso es un subidón.
Ofrecimiento al canto: «Tengo 17 años y deseo contactar con chicos/as de la capital, con el fin de formar un grupo de parapsicoñogía.»
Esto de la «parapsicoñogía» es nuevo. ¿Será que se quieren agrupar para decir palabrotas todos juntos?
«Vendo Seat 127 CL en perfecto estado de conversación.»
Este anuncio está bien para los que viven solos. Ya tienen con quién conversar.
«Por traslado vendemos los muebles de toda una mesa.»
No caben demasiados muebles encima de una mesa. Depende de su tamaño.
«Marca francesa de vestidos para señoras redondas precisa representantes para la zona a comisión.»
No sabíamos que hubiera señoras redondas, cuadradas o triangulares.
En el puerto autónomo de Bilbao se hizo público el siguiente aviso: «Se pone en conocimiento del público que, para efectuar la botadura de un buque, quedará interrumpida la circulación de vehículos en la carretera de Bilbao a Las Arenas entre las 24.00 y las 00.06 horas en la madrugada del día 26.»
Aquel lector que ignore dónde están ubicados los astilleros encontrará extraño que se corte una carretera para botar un barco, pero tiene su explicación. Lo que no tiene explicación es que el corte de carretera dure tan sólo seis minutos.
He aquí otro extrañísimo anuncio: «Busco tapón Lejía Conejo regiones Extremadura, Valencia y Galicia. Gratificaré.»
La verdad es que no es para tanto. Liarse a buscar un tapón de lejía en esa extensión geográfica, no merece la pena.
«Ofrezco apartamento amueblado, dormitorio con baño incorporado, salón comedor, cocina, teléfono e hijo musical.»
Se ve que quien esto ofrece tiene un hijo que se pasa el día tocando la guitarra y quiere incluirlo en la venta.
Tenemos ahora dos textos seguidos aparecidos, uno junto al otro, en la página de anuncios por palabras de un diario donostiarra. El primero dice: «Vendo sin problemas mujer sin problemas, unos 45-50 años, para disfrutar y vivir los años que queden.» Y el otro dice: «Vendo hombre viudo de 47 años para tener relación con señoritas viudas o solteras que sean sencillas.»
No sabemos qué clase de mercado será éste, pero debía estar prohibido.
Otra curiosa oferta de venta es ésta: «Vendo paragüero antiguo (alto 19,50; ancho, 1,75 m), tallado en madera de roble, propio para gran casa.»
Y tan grande. A ver en qué casa se mete un paragüero de diecinueve metros y medio de alto.
En el cine Arniches de Madrid se ofrecía una película «S» y en un diario de la capital se decía: «Las prácticas sexuales más salvajes, apasionantes, eróticas y caprichosas que la sociedad actual puede ofrecer. ¿Qué es el swinging? Descúbralo en la película titulada Las gozadoras.» Y al final del anuncio se lee: «Rigurosamente prohibida para mayores de 18 años.»
Está claro que se trataba de una película infantil.
«Profesionales de la venta ambos sexos. Con experiencia. Precisa empresa dedicada a autoadhesivos, para cubrir Vizcaya, Álava y Guipúzcoa.»
Pues anda, que ya hacen falta autoadhesivos para cubrir las tres provincias; qué barbaridad.
Anuncio sacado del apartado de «Animales» de anuncios por palabras de un diario de Bilbao: «Vendo bonita bicicleta de comedor.»
¿Una bicicleta para el comedor?… Como no sea para llevar y traer los platos y la comida a la cocina… Aparte de que la bicicleta nunca ha sido considerada animal, ni racional, ni de los otros.
En un diario de Madrid leemos: «Ayuntamiento de Majadahonda. Convocatoria de concurso público para la adjudicación del servicio de ratización del término municipal. Duración del contrato un año.»
Es lógico que el contrato dure sólo un año. Tiempo suficiente para llenar el pueblo de ratas, porque el anuncio no habla de «desratización», sino todo lo contrario.
«Se necesita chica interna sabiendo cocina para tres de familia.»
O sea que si sólo sabe cocinar para dos, no sirve.
«Se necesita técnico de cocina especializado en fabricación de planchas.»
No dice si además debe ser pastelero o fontanero.
Líneas más arriba comentábamos la calificación moral de cierta película, pero vean ésta, tomada de un periódico gallego: «Teatro Principal: Sexo profundo. El mullido asiento de primera clase lograba hacer vibrar a aquella supuesta frígida mujer. Sexo profundo.» Y agrega: «Solamente tolerada para mayores de 118 años.»
Pienso que en este caso se han pasado un pelín.
«Vendo en Valdazo (Briviesca) 120 jóvenes pariendo.»
Esta sí que es una venta extraña.
«Vendemos puertas blindadas acorazadas y de interiores totalmente macizas y blindadas con cerradura de alta seguridad.» Y más adelante se lee: «Llaves especiales desde treinta mil pesetas.»
Si sólo la llave cuesta 30.000 pesetas, asusta pensar en el precio de la puerta.
Siguen las oportunidades: «Vendo coche 124. Precio 105.000.000 pesetas.»
Si sale algún comprador, además del coche yo le daría el carnet de tonto distinguido.
Otra bonita oferta. Ésta es para aprender inglés en Inglaterra. «Brindamos la oportunidad de residir en una escuela de Londres. Sin límite de edad (salvo de 8 a 15 y mayores de 6 a 95).»
O sea que no se molesten, salvo que tengan más de 95 años.
«En Gorliz (Vizcaya) vendo apartamento a 200 km playa. Amueblado con garaje y trastero.»
Está bien para el verano, con la playa a 200 kilómetros.
En un periódico de Madrid, un lector francés escribió las siguientes líneas que aparecieron así publicadas: «Me dirijo a chicas que deseen casarse, cariñosas. No importa si son humildes, pero sí alegres y dispuestas para el hogar. Tengo un piso en Palma de Mallorca. Si alguna quiere venirse conmigo a las Canarias me hará muy feliz.»
Tengo la sospecha de que aquí hay un error, porque me parece que Palma de Mallorca no está en Canarias.
«Se precisa oficial planchador de caballeros en grandes almacenes.»
Lo mismo que las señoras se hacen cirugía estética, los caballeros, llegados a cierta edad, precisan de planchadores para combatir las arrugas. Está claro.
En el número 126 del Boletín Oficial del Estado apareció esta resolución firmada por la entonces Secretaría General del Movimiento: «Resolución por la que se anuncia el concurso para contratar los servicios de limpieza del edificio destinado a caca sindical provincial de Murcia.»
Si el edificio estaba destinado a «caca sindical», era lógico que preocupara su limpieza.
«Importante empresa ofrece 7 plazas de peones ramo de la construcción, con residencia en Bilbao y coche propio.»
Si en lugar de peones hubieran necesitado un ingeniero le hubieran exigido vivir en un palacio medieval.
A principios de 1985 apareció esta nota en un diario de Bilbao: «Donativos. En el hospital de San Juan Bautista de Portugalete se han recibido tres donativos por importe de 8 pesetas.» Y agrega: «Se dirán misas.»
Suponemos que esas misas se dirían para pedir que la próxima vez aumente la cuantía de los donativos.
«Oportunidad. Se vende en Labastida (Rioja alavesa) casa solariega del siglo XXLL con huerto incluido.»
¿De qué siglo sería la casa?
Asombrosa oferta: «Regalo piso por traslado con 140 metros cuadrados. Vistas al mar por 7.000.000 ptas.»
Eso que lo regala, porque si llega a venderlo…
«Compro perro cazando a prueba.»
Se supone que a la hora de vendérselo empezarán por soltar una liebre por el pasillo a ver cómo responde el perro.
«Si le molestan los callos use nuestros Saltratos. Sus pies quedarán descansados. Sus zapatos ya no le dolerán.»
Los zapatos nunca le duelen a uno. Lo que le duelen son los callos.
Otra oferta extraña: «Enferma cuidaría enfermos.»
Será para contagiarse mutuamente.
Un anuncio de sanidad: «Hemorroides y enfermedades del año. Tratamiento absoluto. Solicite hora de consulta.»
Cualquiera sabe cuál es la enfermedad del año, porque varía mucho de un año a otro.
«En Logroño se traspasa cafetería por no poderla atender. No se contesta por teléfono ni por carta.»
Pues vaya tío vago. Vende la cafetería por no poderla atender y encima no contesta ni por carta ni por teléfono.
En Pamplona se publicó este anuncio: «Se venden 200 ovejas con corderas pariendo, 30 viejas, 6 cabras y un burro.»
Nos parece bien que vendan todos esos animales, pero lo de vender 30 viejas debía estar prohibido.
«Se necesita persona para platos combinados y banderillas.»
Ésta es una oferta para hacer picadillo al que se presente.
«Se necesita chico de 15-17 años, libre del servicio militar, para taller.»
A esa edad es más que seguro que estén los chicos libres del servicio militar.
«En Elche dispongo de local propio para comercio y oficinas, con 140 kilómetros cuadrados en planta baja.»
Con esas dimensiones puede montarse un comercio, oficinas, supermercado y todo lo que se quiera.
«Necesitamos soldados y ayudantes para trabajos dentro y fuera de la provincia.»
¿En qué ejército tienen ayudantes los soldados? Como no sea en los Estados Unidos.
«Joven especializado en incendios, se necesita en una importante empresa. El trabajo se realizará sólo en esta provincia.»
O sea que si avisan de un incendio en la provincia de al lado, que se quemen todos.
También llama la atención este anuncio: «Se necesitan especialistas en rebarba.»
Será para trabajar en una peluquería y atender a los clientes de mucha barba.
«Administrativo comercial precisa industria sita en Bilbao, para trabajar en Madrid. Preferible jóvenes residentes fuera que cursen estudios en Bilbao.»
Ahí es nada; estudiar en Bilbao y trabajar en Madrid. Menuda paliza.
«Ofrécese telefonista con 30 de experiencia. Escribir apartado 339 de Gijón.»
¿Serán 30 años, 30 meses, 30 días, 30 grados…?
En un establecimiento de Tudela se leía en la puerta: «Se arreglan muebles. Se ponen culos a las sillas.»
Leído en el escaparate de una tienda madrileña de ultramarinos: «Se vende leche de león a 85 ptas. litro.»
No nos parece cara, pero nos gustaría saber quién fue el valiente que ordeñó al león.
En Madrid es frecuente leer en las casquerías o tiendas de vísceras y despojos del matadero, también llamados tripicalleros, en lugar de «Se venden lenguas y sesos» ponen más finamente: «Idiomas y talentos.» Pero hubo en la calle de Toledo uno de estos establecimientos que puso un gran cartel sobre la puerta, donde se leía: «Se expenden interioridades.»
He aquí otro pequeño anuncio: «Particular vende terreno amueblado con todas comodidades.»
¿Y los días de lluvia, qué?
Éste es un ejemplo de anunciante modesto: «Se necesita cocinera con nociones de cocina.»
Faltaba agregar… «preferible que supiera cocinar».
Copiamos textualmente de un diario de Burgos: «Albañiles peones bien retribuidos. Destajos. Es un servicio especial de la agencia Fiel.»
Será que en la agencia había goteras.
«Se vende o se admite socio para fábrica de materiales de construcción en Miranda de Ebro.»
Está claro que en la fábrica hay dos socios y uno de ellos ha decidido vender al otro. Y si no lo vende, se lo queda.
La fábrica Barreiros-Chrysler, cuando lanzó al mercado el coche Simca 1000, insertó unos textos comerciales en la prensa nacional, donde, entre otras frases, leemos: «Más confort. Más velocidad. Mejor suspensión…», y agregaba este dato: «38'8" 1000 metros arrancando en punto muerto.»
Pues ésa es, aproximadamente, la velocidad de un caracol. Necesita más de 38 minutos para recorrer un kilómetro.
Una fábrica de grifería y aparatos sanitarios se anunciaba así: «Instale nuestra grifería y evitará las inundaciones producidas como consecuencia de los cortes de agua.»
Precisamente cuando no puede haber inundaciones es cuando cortan el agua.
«En Berango, junto a la estación, se vende piso a 800 metros de la playa. Precio 285.000 pesetas. Entrada 400.000 pesetas.»
Si de entrada hay que pagar cuatrocientas mil, se supone que a la salida le devolverán lo que sobra.
He aquí un anuncio que parece escrito en clave: «Señoritas niños con categoría oficial administrativo de extensión 4776 derecha.»
Lo que no aclara es si se venden o se alquilan.
«Vendo silla paseo paraguas de buena marca.»
Está bien para pasear el paraguas los días que no llueve y que el paraguas no se canse de andar.
«Se ofrece chófer con carnet de conducir.»
Tendría gracia que tuviera sólo el carnet del partido.
Dentro de la «Guía Médica» de un periódico de Bilbao, insertado entre anuncios de médicos y clínicas, figuraba éste: «Joyería Elgoibar. El más extenso surtido en relojes y joyas. El mejor regalo para estas fiestas.»
Se conoce que los precios de las joyas eran demasiado altos y los clientes necesitaban asistencia médica.
«Gane dinero. 12 pesetas mensuales, cultivando champiñones en casa. Un negocio cómodo y de gran porvenir.»
Sobre todo de gran porvenir si no se le saca más que doce pesetas mensuales.
«Ayer, en la estación del Norte, extraviada bolsa conteniendo dos vestidos de niña a medio hacer.»
Una niña a medio hacer no es más que un embrión.
«Partido Osasuna-Barcelona. Venga con nosotros a la sierra de Leyre. Cacería de patos azulones y faisanes.»
Este extraño anuncio apareció en un periódico navarro y no vemos qué relación puede tener el partido Osasuna-Barcelona con la caza de patos.
La comisión organizadora de la Fiesta de la Vendimia Riojana hizo pública una nota donde anunciaba la convocatoria para un concurso de carteles, y decía: «Serán concedidos dos únicos premios: el primero de doce mil pesetas y el segundo de seis pesetas, con la seguridad de que ninguno de los dos quedará desierto.»
Pues aunque dejaran desierto el segundo, no pasaba nada.
Titular de un anuncio: «Agrupación Gastronómica Vizcaína», y el texto dice: «Don José María Bilbao hablará esta noche, a las 8, sobre la estrella Épsilon Aurigae.»
Los alimentos en el mercado están por las nubes y no tiene nada de extraño que confundan la «Agrupación Astronómica» con la «Agrupación Gastronómica».
«En Miranda de Ebro vendemos pisos sin entrada.»
Habrá que entrar por la ventana.
Cartel leído en las afueras de la capital vizcaína: «Se prohíbe aparcar gitanos, bajo la multa de 2000 pesetas.»
O sea que llega uno con un gitano a cuestas y no tiene dónde dejarlo.
En Madrid, en la calle de Hortaleza, en una tarde-noche en que comenzaba a llover, un autobús de servicio público patinó cuando iba a bastante velocidad, se subió a la estrecha acera y se estrelló contra una papelería que se llamaba La Carpeta, que quedó medio destrozada.
A la mañana siguiente, en el escaparate de dicha tienda había un cartel que decía: «Continúa la venta a pesar del abordaje.»
Toda una lección de humor.
Tengo en mi poder el folleto explicativo de un producto lanzado al mercado por unos laboratorios de Madrid que, con mente retorcida, se le puede dar una doble intención.
Se llama «Lanzapolvos Marta» y explica que «debe introducirse por el orificio y dirigir la punta hacia el oído enfermo».
Ah, era para el oído, ustedes perdonen.
Leemos en un anuncio por palabras: «Necesito sirvientas con informes, tetas y buen sueldo.»
Por pedir que no quede.
En un diario bilbaíno se mezclaron las líneas de dos anuncios y salió el siguiente texto: «Clínica de cirugía estética. Disfrute de la cena del sábado. Mejore los rasgos de su cara. Especialidad en asados.»
Total, que el lector queda hecho un lío y no se atreve a reservar mesa.
Otro texto insólito: «Necesito chica vaca con nociones de cocina.»
Será para hervir la leche.
Este otro anuncia —es un decir— una conferencia: «Mañana, a las 7 de la tarde, en el casino de Sopelana, pronunciará una conferencia acerca de “Consideraciones económicas y humanas sobre el Antonio Zarzalejos, del turismo de Vizcaya” don José Provincial de Información y Turismo.»
Ya se imaginarán que un esta éxito conferencia fue.
Se inauguró en Madrid un gran supermercado, y en la prensa local apareció un anuncio en el que se leía esta frase: «Ha sido confiada a las mejores firmas instaladoras, la construcción de sus cámaras frigoríficas, donde se conservan hasta el momento de su adquisición aquellos clientes que requieren un tratamiento especial de frío para su perfecta conservación e higiene.»
Es la primera vez que un comercio se ofrece a conservar a sus clientes en frigoríficos. Posiblemente sea después de muertos.
Cuando se acerca el verano, una firma comercial edita unas normas o reglas prácticas para bañistas que dan instrucciones para casos de accidentes.
Y esto que se hace en España también se hace, por ejemplo, en Puerto Rico, donde me dieron un folleto que decía: «Si en el lugar donde uno se baña se observa la presencia de un tiburón, no se deje conducir por el pánico. No saque la cabeza fuera del agua para respirar y evite toda agitación.»
De donde se deduce que, para no morir devorado por el tiburón, lo mejor es morir ahogado.
En un diario valenciano se anunciaba una subasta de bienes en varios lotes, ordenado por un juzgado de primera instancia, y en la relación aparecen infinidad de muebles, vajillas, lámparas, etc. Y dentro de esa relación aparece lo siguiente: «Un mueble nogal de tetas torneadas.»
Era un mueble de nogal muy sexy.
Entre la relación de «Hallazgos en la vía pública» de un diario de San Sebastián, sacamos éste: «Un adorno de piel de señora, en el cine Amaya.»
Pues pobre señora. Debió caer en poder de los indios.
Decía el texto de un anuncio a dos columnas: «Se necesita gente para matar.»
Era simplemente el anuncio de un matadero. Vaya susto.
He aquí el anuncio de una conferencia, en la capital vizcaína: «Esta tarde conferencia en el aula de cultura, por el explorador y espeleólogo Norbert Castret, sobre el tema “A la conquista de las casadas subterráneas”.»
La verdad es que todo un señor espeleólogo debía dejar en paz a las señoras casadas subterráneas y, si acaso, ocuparse de las cascadas subterráneas. ¿O no?
Tampoco está mal este anuncio de un diario de Salamanca: «Macho cabrío cedería a matrimonio hasta el día de Todos los Santos.»
¿Y para qué quiere un matrimonio un macho cabrío?
Una jovencita puso este anuncio en un periódico de Bilbao: «Muchacha de servicio necesita familia sin hijos, casa con lavadora, cocina a gas, calefacción, aspirador y televisión cuando estén fuera los señores.»
Lo que no dice es cuánto quería ganar.
Se anunciaba en La Coruña un restaurante de Cedeira. Daba el domicilio pero no el teléfono. En su lugar ponía: «Teléfono: fai nove anos que o ten solicitado.»
Era un modo muy fino de reclamar a la Telefónica.
A lo ancho de cuatro columnas, en un diario de Bilbao, aparecía un gran titular que decía: «Notas necrológicas», y debajo aparecía el anuncio de una larga serie de médicos y centros asistenciales. Como para querellarse.
En una revista especializada en temas médicos, apareció el siguiente texto: «En Gerona se precisa médico dermatólogo para completar un equipo de fútbol.»
Esperábamos leer a continuación otro que dijese: «Se necesita delantero centro para operar de amígdalas al director de esta revista.»
En Madrid se anunciaba así un podólogo: «Hágase los pies. Venga a vernos.»
Tendría que esperar a que se los hiciera si quería ir andando.
«Se necesita oficial y aprendiz carnero.»
No se presentaría nadie, porque generalmente estos mamíferos rumiantes no suelen leer la prensa.
El Ayuntamiento de Éibar insertó un anuncio en la prensa de la zona, donde leemos: «Subasta de obras. Se anuncia subasta para adjudicación de obras de construcción de 126 niños en el cementerio municipal.»
Construir niños en un cementerio es de las cosas más extrañas que hemos leído.
De un diario de Valladolid sacamos este anuncio: «Vendo lagarto seminuevo para paja.»
Por mucho que uno piense no se explica qué puede ser un lagarto seminuevo que además sirva para paja.
En la etiqueta de un agua mineral venía impresa esta frase: «Este agua se expende en cajas de 25 botellas de un litro de capacidad, debiéndose tomar seguida y diariamente la mitad del contenido de la caja.»
¡Ahí es nada!… beberse más de doce litros diarios de agua.
He aquí un duelo de anuncios. Una moderna cafetería se atrevió a poner en la prensa: «¿Callos, gallinejas y mondongo? ¡¡No sea ordinario y chabacano!! Meriende cakes, tortitas y batidos en la cafetería Sherpa.»
Y al día siguiente apareció este otro: «¿Cakes, tortitas y batidos? ¡¡No sea cursi!! Meriende cazuelitas, pan y vino de la tierra en El Figón de las Beatas.»
Es lo bueno que tiene la libertad de prensa.
A una inmobiliaria le insertaron un anuncio a dos columnas, donde, en lugar de pisos, le cambiaron una letra y quedó así: «Pijos 380.000 pesetas exentos.»
El anuncio resultó más eficaz porque fue muy comentado.
En el transcurso de una Feria de Muestras de Bilbao, en un diario local se publicaba la fotografía del stand de Pepsi-Cola —«la bebida de la cordialidad»—, donde aparecían seis guapas señoritas sonrientes, con el uniforme de la casa anunciadora, y al pie de la foto un largo texto que terminaba con esta frase: «Los polvos de la cordialidad no sabemos si los echan en la fábrica, o las guapas chicas del stand.»
Como es de suponer hubo más de un disgusto, provocado por el padre de alguna de las chicas.
Cierta marca de multicopiadoras se anunciaba así: «Porque cuando decimos multicopiadoras, queremos decir exactamente eso: multicopiadoras.» Y seguía con esta otra frase: «Cuando se necesitan varias copias por original, es anticuado confiar en los procedimientos anticuados.»
Claro, porque resulta anticuado, claro, confiar en lo anticuado, cuando lo anticuado es antiguo.
En un anuncio insertado por una agencia de viajes, con ofertas para el verano, leemos: «Canarias no está tan lejos. Usted puede llegar fácilmente en un maravilloso viaje de 15 días en avión.»
Como el anuncio se publicaba en Madrid, es más que probable que el viaje en avión durase menos de 15 días, aunque no sabemos qué tipo de avión sería.
En el pueblo navarro de Fitero había dos establecimientos en una misma casa. En la lonja estaba instalada una guarnicionería, y en el primer piso, el hijo del guarnicionero montó una sastrería. Para darse a conocer, sobre todo entre los forasteros, aprovecharon las fiestas del pueblo para repartir unos cientos de octavillas donde se leía: «En la calle Mayor núm. 6 hay dos excelentes sastrerías: una para caballeros y otra para caballerías.»
Esta pieza no puede considerarse como gazapo, sino como auténtica perla del humor y el ingenio de los navarros.
A veces las apariencias engañan. Vean qué anuncio apareció en una Guía bursátil editada en Madrid: «Se ha acordado la disolución de la sociedad Compradores Afortunados, S. A.»
Pues anda, que si llegan a ser desafortunados, van todos a la cárcel.
Anuncio de interés para las amas de casa: «Vendo lavadora buen estado con UHF incorporado, 21 pulgadas. Precio a convenir.»
Esto de los electrodomésticos cada vez se perfecciona más. Cualquier día nos ofrecerán un televisor para picar carne con mando a distancia y cinco velocidades.
Otro: «Vendo bicicleta cuatro ruedas en perfecto estado.»
Si tiene cuatro ruedas no será una bicicleta, sino una cuatricicleta.
En un restaurante santurzano repartieron unas hojas de propaganda de su cocina y de su bien surtida cafetería. Al pie, en rollizas letras, se leía: «Habierto desde las 7 de la mañana»… Y pensamos que, aprovechando el madrugón, podían estudiar un poco de ortografía.
Una empresa de productos derivados de la electricidad y su consumo puso este anuncio: «Necesitamos con urgencia peón para guardar cabina alta tensión.»
Sin duda, los anteriores murieron electrocutados.
Durante muchos años en la carretera N-1, en su km 301, había un gran cartel que decía: «Hostal Pancorbo», y debajo: «Habitaciones a 3 kilómetros.»
Tenía que ser incomodísimo ir a cenar al hostal y luego tener que ir tres kilómetros hasta la cama.
Otro anuncio relacionado con el coche: «No le preocupe demasiado darse un golpe con el coche. Carrocerías Aranda se lo dejarán como nuevo en breve plazo.»
Pues sólo faltaba que animaran a la gente a darse golpes con el coche. También los médicos podían anunciarse así: «Déjese atropellar. Nuestra clínica le espera con alegría. Una buena escayola le dejará como nuevo en breve plazo.»
«Traspaso café solo en sitio céntrico. Buen precio.»
Lástima que sea café solo, porque a nosotros nos gusta con leche.
Texto aparecido en la sección de «Varios» de anuncios por palabras: «Cajero de banco quisiera conocer a señorita que lleve formalmente las cuentas de su hogar.»
Está claro que es más complicada la economía doméstica que la administración de las pesetas en la ventanilla de un banco.
«Dentista soltero desea encontrar el juicio de su corazón.»
Siendo dentista, la muela del juicio la encontraría fácilmente. Lo malo es si tenía caries en el corazón.