Agradecimientos

Doy las gracias a Lynne Drew por la perspicacia de sus correcciones, su inagotable paciencia y sentido del humor; a Jeremy Goldberg y Pat Cullum por responder a mis preguntas sobre la vida cotidiana del siglo XIV; a Karen Wuthrich por leer el manuscrito con ojo crítico; a Christie Andersen por una lectura deliciosamente dramática de las galeradas; a Charlie Robb por hacerse cargo de una multitud de trabajos de apoyo, incluyendo los de cartógrafo y asesor médico; y a Jacqui Weberding por navegar al norte.

Gracias también a los competentes profesionales que aliviaron la carga del camino: Evan Marshall, Patrick Walsh, Victoria Hipps, Rebecca Salt, Clare Alianson y Joe Myers.