EL NIÑO. Yo siempre me río más que tú.
EL VIEJO. Así es. Tú empiezas a caminar por la vida. Yo empiezo a caminar hacia la muerte.
EL NIÑO. Pero también hay niños que se mueren.
EL VIEJO. Así es. Pero es más doloroso abandonar la vida cuando has estado largos años acostumbrado a ella. ¿No crees?
EL NIÑO. Puede que tengas razón.