Quisiera dar las gracias a las maravillosas personas que han hecho posible este libro: mi fantástica agente, Ginger Clark; Penny Hueston y el competente personal de Text Publishing; Weronika Janczuk, la primera lectora de este libro, y Sara J. Henry, sin cuyo aliento y consejos no estaría donde estoy ahora.
Quisiera también expresar mi agradecimiento a mi familia: a mi abuela y a mi padre, por leer mis libros y mis blogs y decirme siempre lo mucho que valgo; a tía Pat, mi fan número uno, por ser siempre fabulosa; a mis abuelos, Susan, Carol y Dean, por todo su apoyo; a mi preciosa hermana pequeña, Rhiannon, y a mamá, por sus abrazos infinitos y escuchar mi incesante cháchara sobre gente imaginaria y por hacerme fuerte.
A todas aquellas personas que he conocido y que me han animado o inspirado de un modo u otro quiero expresarles mi más profundo agradecimiento. No os preocupéis: los personajes de este libro son totalmente ficticios.