Estoy muy agradecida a todos los que han dedicado tanto trabajo a Los fantasmas del invierno.
Mi agente, Mark Lucas, sigue siendo fuente de inspiración, además de un editor magnífico que sabe cómo hacer que todo sea divertido a pesar de que no pone post-its. A Mark, Alice Saunders y a todos los de LAW vaya mi agradecimiento.
En Orion, unas gracias inmensas a todos los del departamento editorial, de publicidad, de marketing, de ventas y de arte, sobre todo al dream-team editorial que forman Jon Wood y Genevieve Pegg, así como a Malcolm Edwards, Lisa Milton, Susan Lamb, Jo Carpenter, Lucie Stericker, Mark Rusher, Gaby Young y Helen Ewing; gracias a Brian Gallagher por las hermosas ilustraciones.
No hubiera podido terminar este libro sin el afecto y la ayuda práctica de mi familia y mis amistades, sobre todo la de mi suegra, Rosie Turner; mis padres, Richard y Barbara Mosse; mis compañeros a la hora de pasear a los perros, Cath O’Hanlon, Patrick O’Hanlon y Julie Pembery y mi hermana, Caroline Matthews; Amanda Ross, Jon Evans, Lucinda Montefiore, Tessa Ross, Robert Dye, Maria Rejt, Peter Clayton, Rachel Holmes, Bob Pulley y Mari Pulley.
Por último, sin el cariño y el apoyo de mi marido, Greg Mosse, y de nuestros hijos, Martha y Felix, todo esto no tendría ninguna importancia. Es a ellos, como siempre, a quienes dedico este libro.