Austria, 9 de enero
Ben corrió calle abajo, dejando atrás las sirenas y la devastadora escena. El granizo había remitido y lo que caía era agua nieve. Saltó por encima de un charco helado y a punto estuvo de caer al pisar en el extremo del mismo. Le estallaba la cabeza, a causa del impacto del camión, y podía oír su propia respiración.
Dobló una esquina y vio un callejón adoquinado a la izquierda, estrecho y en curva, que se internaba en las profundidades de los antiguos suburbios de la ciudad. Distinguió tres siluetas que corrían a unos cincuenta metros de distancia; sus rápidas zancadas resonaban en las paredes de los edificios del callejón.
Los hombres se dirigían hacia un Volvo marrón. Las luces de freno se veían distorsionadas con el agua nieve. El motor se revolucionó y Ben aceleró el paso. Los fugitivos entraron en el vehículo, cerraron las puertas de un golpe y el Volvo arrancó y se alejó derrapando.
Ben se quedó parado, en medio de la carretera mojada. El corazón le latía a toda velocidad y sujetaba la pistola con languidez, a un lado de su cuerpo, mientras escuchaba que se iba apagando el sonido del motor. Súbitamente, ese sonido cambió, se oyó un chirrido de neumáticos y el rugido del motor comenzó a elevarse de nuevo.
El coche había dado media vuelta y estaba recorriendo el callejón en sentido contrario, en dirección a él, acelerando considerablemente. Podía distinguir los rostros de los ocupantes tras el parabrisas mojado. Había cuatro, tal vez cinco, hombres dentro. Apuntó con la Para-Ordnance y disparó al cristal.
La bala lo agrietó por varios sitios, pero el Volvo seguía acercándose, cada vez más rápido, con intención de atropellarlo.
Apuntó de nuevo con su arma. Estaba vacía. Solamente tuvo tiempo de meter cinco balas en el cargador; cinco balas que ya había disparado. La munición seguía en el Mercedes: doscientas cuarenta y cinco balas, suficientes para un pequeño ejército, y no tenía acceso a una sola de ellas.
El Volvo estaba cada vez más cerca y Ben pudo distinguir las caras sonrientes al otro lado del cristal resquebrajado. Se dio la vuelta y empezó a correr. El motor rugía a sus espaldas en el angosto callejón, ahogando el eco de sus pasos mientras corría y resbalaba con los escurridizos y brillantes adoquines.
No lo conseguiría. El choque había acabado con todas sus energías y podía notar que sus fuerzas le abandonaban. Vio otro callejón a mano izquierda; una pronunciada cuesta abajo entre viejos muros y casas desiguales. La entrada estaba bloqueada por tres bolardos de hierro. Una moto voluminosa apenas podría pasar entre ellos, y mucho menos un coche.
Ben los atravesó a toda velocidad y oyó que el Volvo se detenía. Se apresuró callejón abajo, ayudado por el impulso de la pendiente. Las puertas del Volvo se abrieron. Sonó un disparo y el silbido de la bala al pasar junto a uno de los muros. Ben siguió corriendo. El callejón describía una curva hacia la derecha, lo cual lo dejaba fuera del alcance visual de sus perseguidores. Podía oír sus pasos, apurados, descendiendo por la pendiente. Al llegar al extremo de un muro en ruinas, giró y se topó con que el callejón se abría a una pequeña plaza con una vieja fuente en el centro.
Se apoyó unos segundos en ella, para recuperar el aliento, y se enganchó la pistola vacía en el cinturón. Miró a su alrededor. De la plaza salían varias callejuelas en diferentes direcciones. Podía tomar seis caminos distintos. Echó una rápida mirada hacia atrás y escogió una al azar. Era incluso más inclinada que la anterior. Corrió lo más silencioso que pudo, tratando de enmascarar el sonido de sus pasos. Nadie lo seguía. Debían de haber tomado un camino diferente, pero, aun así, tenía que darse prisa. Podían separarse, conocían la ciudad mejor que él y, además, iba desarmado. Más adelante, el callejón desembocaba en lo que parecía una calle de mayor tamaño. Veinte o treinta metros. Cuando estaba acercándose al final, miró hacia atrás para comprobar si lo seguían. No llegó a ver nada…
Unos frenos chirriaron. No pudo parar a tiempo y se cruzó justo delante de un Peugeot rojo.