Si bien ésta es una obra de ficción, no es ciencia ficción. Los métodos médicos y forenses, las tecnologías y las armas que está a punto de conocer existen en la actualidad, incluso mientras lee este libro. Algunas de las cosas que está punto de encontrarse son muy inquietantes. Todo esto es posible.
También reales y operativas en el momento de escribir esta obra son varias entidades, incluidas las siguientes:
Port Mortuary, en la base de las Fuerzas Aéreas en Dover Forense de las Fuerzas Armadas (AFME, Armed Forces Medical Examiner) Laboratorio de Identificación del ADN de las Fuerzas Armadas (AFDIL, Armed Forces DNA Identification Laboratory) Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas (AFIP, Armed Forces Institute of Pathology) Departamento de Defensa (DoD, Department of Defense) Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para la Defensa (DARPA, Defense Advanced Research Projects Agency) Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI, Royal United Services Institute) Sistema de Armas Especiales para la Observación, Reconocimiento y Detección (SWORDS, Special Weapons Observation Remote Direct-Action System)
Aunque absolutamente dentro del reino de lo posible, el Centro Forense de Cambridge (CFC, Cambridge Forensic Centre), la prisión de mujeres de Georgia, Otwahl Technologies y el Mortuary Operational Removal Transport (MORT) son producto de la imaginación de la autora, como también lo son todos los personajes de este relato y la trama.