Noche. Campamento marroquí al extremo del desierto.
Hay una hoguera de centinela y varios guerreros entregados al descanso.
Un esclavo (Llega, mesándose los cabellos):
¡El caballo blanco del emperador ha desaparecido!
Otro esclavo (Que llega, a su vez, desgarrándose las vestiduras):
¡Han robado el traje sagrado del emperador!
Un centinela:
¡Cien palos a cada uno si no apresáis al ladrón! (Los guerreros montan en sus caballos, y parten a galope tendido en distintas direcciones.)