A mi familia, a mis amigas y amigos, los del mundo real y los del virtual, por vuestro ánimo, por vuestra preocupación constante hacia esta humilde escritora, por los buenos momentos de risas y bromas inocentes que os despiertan las novelas que escribo.
A Ana Lozano, editora de Manderley, quien creyó en Los ojos del bosque desde el primer momento. Con suma delicadeza has sabido guiar mis pasos para que esta obra adquiriera su configuración actual.
Al Bruno real, inspirador del nombre de Bruno Elorza. Espero de corazón que con los años te conviertas en un hombre de tanta calidad humana como este otro de ficción.
Y por último, a ti, mi amor, mi amigo, mi compañero. Eres el mejor lector.