Norman siguió corriendo por el camino mientras escuchaba. En un momento dado creyó oír la voz de Rosie, pero podía equivocarse, y en cualquier caso daba igual. Si había alguien con Rosie, Norman acabaría con quien hiciera falta. Podía tratarse de Gertie la Sucia si tenía suerte… Tal vez esa tortillera enorme formaba parte de aquel sueño, y a Norman le encantaría poderle meter una bala en la teta izquierda a esa foca de mierda.
La idea de matar a Gertie lo impulsó a darse más prisa. Estaba tan cerca que casi podía olerla… Aromas entremezclados fantasmalmente, jabón Dove y champú Silk. Dobló el último recodo del sendero.
Voy a por ti, Rose, pensó. No tienes escapatoria, no tienes dónde esconderte. He venido para llevarte a casa, querida.