PROFERTA: oferta comercial o de servicios, basada en la situación pronosticada del mercado. Entre las profertas se distinguen P. civiles (Profertinas) y P. militares (Promiltinas).

1. Profertinas se dividen en perifertinas, avanzadas en un decenio en el tiempo, y apofertinas, avanzadas hasta la barrera de Glauler (Ver Glauler, Barrera de, Preriera y Prodoxias). La injerencia de la concurrencia o Ingurencia (V.), debida, en la mayoria de los casos, a una conexión ilegal con la red promputérica pública (V. Propumtérica, Red), convierte a las profertinas en Pervertinas (V.) o Parasitinas (V.), o sea en prognosis autodestructoras. (Ver también: Bancrucución Ingurrentiva, Prognolisis, Prognoclasia, Prognosis-Pantallas y Contrapredicción).

2. Las Promiltinas se establecen con arreglo a la predicción de la evolución de los medios bélicos (hardwarware) y concepciones bélicas (softwarware). En la profetización de las P. se utiliza el álgebra estructural del conflicto o Algostrática (V.). Las P. secretas, o Criptinas, no se identifican con las prognosis de los medios bélicos secretos, o Criptomáquicas (V.). Las prognosis secretas de armas secretas pertenecen a la Criptocrítica (V.).

PROFESOR (o Comdih) (Computador Didáctico Habilitado), también Ciferlan (V.): Dispositivo docente autorizado a profesar en las escuelas superiores por USIB (United States Intellectronical Board, V.). Ver también: Preblind (Preceptor Blindado, resistente a la actividad contestataria de los estudiantes) y Técnicas Anticontestatarias y Medios de Lucha. Profesor —antig. hombre que desempeñaba funciones análogas.

PROFUSIL: Fusil pronosticado, arma de caza del futuro. Ver: Caza y Venación, también: Sintemaquias.

PROGNODOJAS o Prodojas: Paradojas de pronosticación. A las P. más importantes pertenecen: P. de A. Rummelhahn, P. de M. de la Faillance y P. metalangal de Golem (Ver: Golem).

1. La Paradoja de Rummelhahn se relaciona con el problema de la Superación de la barrera predictiva. Como demostró T. Glauler, y, en un trabajo independiente, A. Atero, la predicción del futuro se empantana en una barrera secular (llamada serrera o prerrera). Más allá de esa barrera, la veracidad de los presagios adquiere un valor negativo; en consecuencia, las cosas que han de pasar, pasarán con toda seguridad, contrariamente a lo preconizado por el presagio. Para sortear la barrera, Rummelhahn recurrió a la exformática cronocurrentiva. Ex. cronocurr. se funda en Isotemas (V.: Isotema). Isotema es una línea que pasa, en el Espacio Semántico (V.), por todas las publicaciones cuyo tema es idéntico, igual que en la física isotermo es una línea que pasa por los puntos que tienen la misma temperatura media para un periodo determinado, y en la cosmología isopsiquis es la línea que une en el espacio del universo todas las civilizaciones de un grado de desarrollo determinado. Si se conoce el curso de la Isotema ya existente, se puede extrapolar de él, en el espacio semántico, sin limitación alguna. Al aplicar el método, que él mismo bautizó como «método de la escala de Jacob», Rummelhahn descubrió, a lo largo de dicha isotema, todas las obras de temática prognóstica. Lo hizo gradualmente, primero prediciendo el contenido de una obra en sus sucesivas etapas futuras y luego, fundándose en aquel contenido, pronosticaba la publicación siguiente. Gracias a este procedimiento sorteó la barrera de Glauler y consiguió datos acerca del estado de América en el año 1010. Mullainen y Zuck pusieron en tela de juicio ese pronóstico, subrayando que en el año 1010, el sol, un gigante rojo (Ver), excederá en mucho la órbita de la Tierra.

De hecho, la paradoja de Rummelhahn propiamente dicha consiste en lo siguiente: la investigación de las obras prognósticas a lo largo de la isotema puede efectuarse tanto hacia adelante como hacia atrás. En efecto, Varbleux se sirvió del cálculo cronocurrentivo de Rummelhahn para la consecución de datos acerca de los textos de obras futurológicas de hace doscientos mil años, o del Cuaternario, así como de la era de carbono y del arqueozoico. Se sabe por otra parte, que hace 200 000, 150 millones o 1000 millones de años no había, como lo subraya T. Vroedel, ni imprentas ni libros ni hombres. Dos hipótesis procuran aclarar la paradoja de Rummelhahn:

A) Según Omphalides, los textos que conseguimos retrointerpretar son unos escritos que no existen, pero que hubieran podido existir si en el momento adecuado hubiese alguien para escribirlos y editarlos. Es la hipótesis de la Virtualidad de la Retrognosis Isotémica (Ver).

B) Según d’Artagnan (seudónimo de un grupo de refutólogos franceses), la axiomática de la exformática isotémica contiene las mismas contradicciones insoslayables que la clásica teoría de Cantor (V. Pluralista, Teoría Clásica).

2. La paradoja prognóstica de De Faillance se refiere también a la pronosticación isotémica. El investigador observó que si ahora se publica como primera edición, gracias al procedimiento cronocurrentivo, el texto de una obra que ha de aparecer dentro de 50 ó 100 años, dicha obra ya pierde la oportunidad de tener edición principal. 3. Paradoja metalangal de Golem, conocida también como paradoja autoperdigonal. Según su teoría, quien pierde o busca la perdición de alguien recibe el nombre de Heteroperdigón. Quien se pierde a sí mismo se llama Autoperdigón. Desgraciadamente hasta ahora sólo se ha conseguido la traducción de la parte citada más arriba de la paradoja Golem a un idioma comprensible. El resto que se formula así:

Xi·n·es (a-ququ 0,0)

2(pi-t·0)-(2cu-fi-t·0)

es, en principio, intraductible a lenguas étnicas o formalismos de tipo matemático o lógico. (En esto consiste su verdadera esencia). (Ver también: Metalangos y Prognolingüística). Existen centenares de interpretaciones de la P. G.; según T. Vroedel, uno de los matemáticos más relevantes del momento actual, lo más importante en la P. G. es que para Golem no es paradójica y para los hombres sí. Entre todas las paradojas descubiertas, ésta es la primera en ser relativizada (referida) a la fuerza intelectual de los sujetos destinados a la investigación. T. Vroedel analiza el conjunto de los problemas relacionados con la P. Golem en su libro: Die allgemeine Relativitatslehre des Golemschen Paradoxons, (Gottingen, 2075.)

PROGNOLINGÜISTICA: Disciplina que se ocupa de la construcción prognóstica de lenguas futuras. Las lenguas del futuro pueden construirse en razón de sus gradientes (descifrados) infosémicos, así como gracias a las gramáticas generativas y sistemas productores de palabras (escuela de Zwiebulin-Tschossnietz). (Ver: Genagrática y Prodalab.) El hombre no posee la facultad autónoma de predecir las lenguas del futuro. Se ocupan de ello, dentro del proyecto Prevoling (prognosis de la evolución lingüística) las Terateras (V.) y Panteras (V.), que son Hiperterrieras (V.) y también las computadoras de generación 82, conectadas a la Globotera (V.), es decir, a la red exformática terrestre y a su Interplanos (de «Interfacies Planetaris» [V.], cabezas de puente en los planetas interiores) y a la memoria satelitaria (V.). Por tanto, la teoría de la lingüistica y sus frutos (los Metalangos [V.]) son incomprensibles para el hombre. No obstante, los resultados del proyecto Prevolig permiten generar toda clase de locuciones en lenguas del futuro, por más lejano que sea. Con la ayuda de Retrolínteres podemos traducir algunas de ellas a un idioma conocido y aprovechar para fines prácticos las informaciones que contienen. Según la escuela de Zwiebulin-Tschossnietz (heredera de la orientación indicada por N. Chomsky en el siglo XX), la ley básica de la linguoevolución consiste en el efecto de Amblyon: «El encogimiento de periodos enteros de articulación crea nuevos conceptos y sus nombres». Así, por ejemplo, toda la definición siguiente: «Institución u organización comercial, de servicios, o administrativa, en la cual se entra en coche u otro vehículo para disfrutar de sus servicios sin abandonar el vehículo», se comprime en el transcurso de la evolución del idioma, formando el término «drive in» (Métete dentro). Intuimos la contaminación, por un mecanismo idéntico, cuando la definición: «Efectos relativistas que impiden determinar qué acontecimientos se producen actualmente en el planeta X distante de la Tierra “N” años luz obligan al Ministerio de Asuntos Extraterrestres a no basar su política cósmica en los sucesos reales acaecidos en otros planetas, ya que son, en principio, inaccesibles, sino en una historia simulada de aquellos planetas, de cuya simulación se ocupan unos sistemas de espionaje, enfocados en el estado extraterrestre de las cosas, y que se llaman Ministrantores (V.)», es sustituida por una sola palabra «rollo». Dicho término y sus derivados: rollero, rollazo, rolladura, rolax, enrollarse, rolliquear, etc. (se conocen 519 derivados), proceden del encogimiento masivo de una red conceptual. Tanto «métete dentro» como «rollo» son palabras usadas en el idioma corriente actual, que en la jerarquía prognolingüística lleva el nombre de Cerolang. A niveles superiores al del Cerolang se sitúan sucesivamente Metalang 1, Metalang 2, etc., sin que se sepa si la serie es limitada o infinita. Todo el texto de la Voz Prognolingüística suena en el Metalang 2 de la siguiente manera: «Optimacho en n-pataíta se desclipsa al n-t-sinclúsculo». Como puede verse, las frases metalangales tienen sus correlativos en nuestro cerolang (lo que demuestra la inexistencia de hiatos interlangales fundamentalmente infranqueables). Pero, mientras que los correlativos metalangales son siempre más sucintos que las frases correspondientes formuladas en cerolang, el fenómeno contrario es muy diferente. Así, por ejemplo, la frase en metalang 3 (idioma usado normalmente por Golem): «Corromplexo ahomatic fita prendix an trendix en cosmiaco», es imposible de traducir a una lengua étnica humana (cerolang), ya que el tiempo necesario para pronunciarla rebasaria la duración de la vida de un hombre (según el cálculo valorativo de Zwiebulin, reproducirla oralmente nos llevaría 135±4 años). Teóricamente, nada se opone a la realización de esta clase de traducciones, pero, puesto que carecemos de medios para abreviar el procedimiento, prácticamente tenemos que servirnos, a este fin, de los computadores de la generación 80, por lo menos. ¿A qué se deben los «umbrales» entre metalangos? T. Vroedel nos propone, como explicación, el ejemplo del círculo vicioso: para conseguir el encogimiento de la larga definición de un fenómeno, primero hay que entender el fenómeno mismo, pero, si sólo se puede entender gracias a dicha definición, tan larga que una vida no bastaría para asimilarla, la operación de restringirla resulta infactible. En opinión de Vroedel, la prognolingüística practicada con ayuda de la acción simplificadora de las máquinas se ha desviado de su objetivo real, ya que el hombre nunca podrá utilizar las lenguas que predice, a menos que una autoevolución le transforme radicalmente el cerebro. ¿Qué son, pues, los metalangos? No existe una respuesta unívoca a esta pregunta. Cuando Golem llevó a cabo sus «sondeos hacia arriba», llegando hasta el gradiente de la linguoevolución, descubrió 18 niveles superiores de metalangos, a los que pudo acceder, y observó, gracias a métodos indirectos, la existencia de otros 5, situados aún más arriba, en una zona totalmente inaccesible incluso para él, ya que el volumen de su capacidad informática resultó insuficiente. ¿Quién sabe si no hay metalangos de un nivel tan alto, que toda la materia del cosmos sería poca para la construcción de un sistema capaz de servirse de ellos? Por tanto, ¿en qué sentido es lícita la afirmación de que la existencia de metalangos tan altos es, tal vez, posible? He aquí uno de los difíciles dilemas aparecidos en el transcurso de los trabajos prognolingüísticos. En todo caso, el descubrimiento de los metalangos ha zanjado negativamente la multisecular disputa acerca de la supremacía del intelecto humano: no existe tal supremacía, lo sabemos ahora a ciencia cierta; los metalangos existen, es un hecho. El mismo hecho constituye una prueba fehaciente de la posible presencia en el universo de seres (o bien de sistemas) más sabios que el Homo Sapiens Sapiens (Ver: Psicosíntica, Gradiente, Metalangal, Techos lingüísticos, Teoría de la Relatividad Lingüística, Credo de T. Vroedel, Redes Conceptuales.) Ver también: Tabla LXXIX.