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Cuando terminó, se envolvió en un confortable albornoz y se tumbó en la cama para decidir adonde iría a realizar la llamada anónima. Algún sitio grande y concurrido. Algún sitio con aparcamiento para poder salir pitando nada más colgar. El Centro Comercial de Stoke Village parecía una buena opción. También estaba la cuestión de a qué autoridades llamar. ¿A las de Colewich, o serían demasiado paletos? Quizá fuera mejor informar a la Policía del Estado. Y debería escribir lo que pensara decirles…, la llamada iría más rápida…, reduciría las probabilidades de que olvidara alg…

Tess se marchó a la deriva, tendida en una franja de sol sobre la cama.