Los autores quieren brindar su profundo afecto a Mary Kirchoff por su apoyo incondicional y su generosidad. Es alguien con quien se puede contar en los momentos difíciles. También le damos las gracias a Pat McGilligan, quien sabe hacer del trabajo una labor sencilla y que posee una vista de lince para los temas editoriales.
Asimismo agradecemos a Ellen Porath que compartiera con nosotros sus amplios conocimientos del mundo de la DRAGONLANCE. Y a Bill Larson, que dirigió con gran pericia todo el proceso de nuestro manuscrito hasta que alcanzó su forma definitiva.