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Dos trilemas sobre materias sociales

De las ciencias sociales, como la antropología, la sociología, la politología, la economía y la historia, se espera que estudien hechos sociales con la finalidad de comprenderlos. En cambio, las tecnologías sociales —tales como la administración de empresas, la macroeconomía normativa, el derecho y el planeamiento urbano— tratan con problemas sociales tales como la pobreza, la violencia y el hacinamiento, con la idea de hacer algo con respecto a ellos. Esta división del trabajo es equivalente a las existentes en los pares verdad-eficiencia, desinterés-parcialidad y ciencia positiva-diseño de políticas. Sin embargo, esta distinción no implica separación alguna. En efecto, muchos problemas de las ciencias sociales surgen debido a consideraciones prácticas; y, a su vez, toda política o programa social eficiente surgirá y será guiado por algunos descubrimientos de la ciencia social básica.

Ya sea descriptivo, ya sea prescriptivo, se espera que un estudio social sea objetivo, o sea, que maneje los hechos como sucesos reales que ocurren fuera del cerebro del sujeto que conoce. Aun así, esto no implica ignorar lo que puede estar ocurriendo en el interior de los cerebros de los sujetos del estudio, en especial qué puede motivar sus acciones u omisiones. Si bien los hechos sociales son tan reales como los hechos físicos, no pueden ser estudiados del mismo modo debido a que los primeros son, en última instancia, resultados de acciones estimuladas o inhibidas por intereses y compromisos, percepciones correctas y erróneas, deliberaciones y emociones, decisiones y planes, todos ellos personales. Esto no significa que en los asuntos sociales sólo cuentan los individuos, sino que sin ellos no ocurre nada social.

Un hecho social es un hecho en el cual están involucrados al menos dos agentes cuya conducta está parcialmente determinada por sus vínculos con otros miembros de la misma sociedad, y que a su vez pueden afectar a terceras partes, Así, mientras que el matrimonio y el divorcio son hechos sociales, el amor es un asunto privado. La producción industrial y el comercio son procesos sociales, pero las elecciones de productores y consumidores, sin importar cuan influidas estén por las circunstancias sociales, son procesos de cerebros individuales. Poder anhelar es una capacidad encerrada en el cerebro de un individuo, pero el poder es una relación social, puesto que consiste en la capacidad de modificar la conducta de otras personas, quizá aún contra su voluntad. La historia de una empresa o una comunidad es un proceso social, puesto que trata de lo que todos los miembros del grupo hacen en conjunto. En cambio, una historia de vida no es un proceso social, aun cuando esté inserta en la historia.

Todo esto suena sencillo, pero a pesar de ello origina numerosos problemas filosóficos que han sido vigorosamente debatidos por más de un siglo. Por ejemplo, ¿cómo debe llevarse a cabo un estudio sobre hechos sociales? ¿Bottom-up o sintéticamente, de los individuos a las totalidades? ¿Top-down o analíticamente, de las totalidades sociales a los componentes individuales? ¿O, de modo alternativo, combinando ambos enfoques? Esto es lo que llamo el trilema individualismo-holismo-sistemismo, el cual pertenece ah antología de los estudios sociales. En otras palabras, la cuestión es si la sociedad es sólo un agregado de individuos, un bloque sólido o un sistema de individuos interrelacionados.

Un segundo trilema pertenece a la gnoseología de los estudios sociales. ¿Los científicos sociales deben limitarse a describir hechos sociales, o sea, a reunir datos sociales? ¿O deben, por el contrario, comportarse como novelistas e intentar adivinar el significado (la finalidad) de las acciones de sus sujetos? ¿O, por último, deben los científicos sociales describir objetiva méate los hechos sociales e intentar explicarlos mediante el descubrí aliento de sus mecanismos subyacentes, es decir, de los procesos que mantienen o modifican los sistemas sociales dentro de los cuales tienen rugarlas, acciones de los individuos? Esto es lo que denomino trilema positivismo-idealismo-realismo.

Argumentaré en favor del sistemismo en ontología y del realismo en gnoseológico, Y lo haré discutiendo, primero, unos pocos casos interesantes y luego proponiendo algunas definiciones y principios generales. (Para una discusión metateórica detallada acerca de las ciencias sociales, véase Bunge, 1996a, 1998b, 1999b).

5.1 Vínculos miro-macro

Todo hecho social involucra agentes que actúan en algunos sistemas sociales. Por ejemplo, al dejar m hogar, una persona conversa brevemente con un vecino, luego va a trabajar y en su camino de regreso se detiene en una tienda de comestibles. En un solo día, esa persona ha interpretado cinco papeles en otros tantos sistemas sociales: la familia, el vecindario, la red de transporte, la empresa y la tienda de comestibles.

Ya sean banales, ya sean importantes, todos los hechos sociales ocurren en sistemas sociales. Sí se prefiere, vinculan dos niveles de organización: el micronivel (componentes del sistema) y el macronivel (sistemas). Estos vínculos micro-macro ayudan a explicar los hechos sociales mejor que la referencia a factores únicamente personales o colectivos. Veamos brevemente algunos ejemplos tomados de la literatura de las ciencias sociales.

Ejemplo 1: Raíces de la Revolución Francesa. En un trabajo que hizo época, L’ancien régime de la Revolution (1998 [1856]), Alexis de Tocqueville argumenta convincentemente a favor de la siguiente cadena causal de dos filas, que comenzó con la centralización de la aristocracia en París, por Luis XIV, y culminó en la revolución francesa de 1789:

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Macronivel Centralización política → Empobrecimiento, alienación y fragmentación social

Micronivel Ausencia de los terratenientes → Estancamiento de la agricultura y debilitamiento de los vínculos sociales

Ésta es mi propia lectura de Tocqueville. Denomino al diagrama anterior diagrama Boudon-Coleman (Bunge, 1996a). Muestra algunas de las consecuencias de un suceso macrosocial sobre las vidas individuales, cambios que, a su vez, poseen efectos agregados.

En el siglo XVIII, el típico aristócrata inglés vivía gran parte de su tiempo en su propiedad y cuidaba personalmente de que su tierra fuese bien cultivada, que sus arrendatarios pagasen puntualmente la renta y que los vecinos respetasen la ley y la costumbre. En cambio, desde comienzos del siglo XVII, el típico noble francés emprendía una carrera como funcionario público o como cortesano en Versalles, y dejaba la administración de su tierra en manos de un mayordomo. En resumen, mientras que el típico caballero inglés permanecía en el centro de su red rural, su contrapartida francesa se marginaba a sí mismo.

El punto de Tocqueville es que la ausencia de los terratenientes, generada por el deseo absoluto del monarca de domesticar a la nobleza y edificar un poderoso estado central, destruyó la red rural que existía alrededor del terrateniente, además de empobrecer por igual al terrateniente y al campesino. De seguro, este proceso, como todo otro proceso social, involucra incontables elecciones, decisiones y acciones individuales. Pero todas ellas tienen lugar dentro de, o entre, sistemas sociales y refuerzan o debilitan los vínculos que mantienen unidos a los sistemas. La acción, el vínculo y el contexto van juntos. Elimínese cualquiera de ellos y no quedará hecho social. Tocqueville fue, pues, desde mi punto de vista, un sistemista avant la lettre, que combinó análisis sociológicos, económicos, politológicos e históricos.

Ejemplo 2: Relación entre salud, productividad y crecimiento económico. En su conferencia por el Premio Nobel, el historiador económico Robert. W. Fogel (1993) trató un problema que deja helados a los economistas ortodoxos. Se trata de la relación entre la salud, por un lado, y la productividad/el crecimiento económico por otro. Y sin embargo este problema involucra tanto al nivel macro Como al microsocial, y se halla en la intersección de cuatro disciplinas: la demografía, la epidemiología, la economía y el diseño de políticas socioeconómicas. Uno de los muchos descubrimientos de Fogel es que en la época de la Revolución Francesa, el consumo calórico promedio de los trabajadores franceses era de sólo 2000 kcal. O sea, estaban desnutridos, lo que explica por qué la altura y el peso promedio de los hombres era de sólo 163 cm y 50 kg respectivamente. El 30 por ciento más pobre de ellos no tenía energía para trabajar más de tres horas por día. Esto explica por qué uno de cada cinco habitantes eran mendigos. En resumen, los franceses estaban atrapados en el infernal ciclo causal:

Pobreza → Desnutrición → Debilidad y mala, salud → Baja productividad y elevada morbilidad → Pobreza y baja esperanza de vida

Hay más para aprender de estas estadísticas, a saber, cómo dar forma a las políticas socioeconómicas de tal modo que hagan decrecer: la morbilidad y, al mismo tiempo, incrementen la capacidad productiva. Una clave para tal generación de políticas es el IBC[16] o índice de biomasa corporal. Este indicador se define como: peso en kg/el cuadrado de la altura en metros o, abreviado, IBC = P/H2. La curva de la mortalidad vs. el IBC tiene forma de U, con un mínimo en 25 kg/m2. O sea, el peso óptimo es veinticinco veces el cuadrado de la altura. Los altos y delgados, y los bajos y obesos se hallan igualmente en riesgo. Si los economistas del Fondo Monetario Internacional supieran esto, jamás recomendarían recortes en el gasto en salud pública, no tanto por benevolencia como porque la mala salud conduce a una baja productividad.

Ejemplo 3: Mecanismos de desigualdad social. La desigualdad socioeconómica, en particular en el ingreso, es la regla en todos lados, con excepción de las sociedades primitivas, donde sólo se encuentran diferencias de estatus o rango. ¿Cómo surgen las desigualdades con respecto a la riqueza, aun en sociedades que en otros aspectos son homogéneas: cuáles son los mecanismos? En su best seller, The Bell Curve, Richard Herrnstein y Charles Murray (1994) afirmaban que la causa fundamental de todas las disparidades sociales está en las diferencias en la inteligencia innata, la cual, a su vez, produce las diferencias raciales. Empleando aproximadamente los mismos datos, más algunos otros, Fischer, Fernández, Sánchez Jankowski, Lucas, Swidler y Voss (1996) demolieron la tesis de Herrnstein-Murray, y con ella su afirmación de que los programas sociales son inútiles o algo peor. El factor clave en el logro académico y económico, es económico en lugar de estar determinado por la dotación genética inicial, que es un factor sólo en casos excepcionales.

El sociólogo Charles Tilly (1998) ha propuesto cuatro mecanismos principales de desigualdad «categórica» permanente en las sociedades modernas: explotación, acumulación de oportunidades, emulación y adaptación. La explotación está ejemplificada por los contratos de trabajo asimétricos, es decir, tratos entre fuertes y débiles. Esta desigualdad es particularmente aguda cuando el estado no protege a los empleados, y los sindicatos son inexistentes o no tienen poder suficiente debido al elevado índice de desempleo. La acumulación de oportunidades tiene lugar cuando los miembros de una red se adueñan de un recurso valioso, como cuando una élite monopoliza el derecho a esclavizar o matar, o cuando inmigrantes de la misma región acaparan el mercado de trabajo para albañiles. La distinción dentro-fuera se transforma en una desigualdad de la clase superior-inferior.

Los otros dos mecanismos, a saber la emulación y la adaptación, también se dan entre los animales subhumanos. Pero entre nosotros el resultado es el surgimiento o refuerzo de las barreras sociales, y la consiguiente lucha por el poder. En verdad, los babuinos de la sabana se organizan jerárquicamente, pero el macho alfa es constantemente desafiado por machos rivales, en tanto que las relaciones económicas humanas son objeto de controles legales, políticos y culturales que les confieren durabilidad.

Hasta aquí nos hemos interesado por la estática social, y en particular, por los mecanismos sociales que mantienen a los sistemas sociales. Examinemos ahora algunos ejemplos de dinámica social.

5.2. Dinámica social.

Todos los sistemas sociales cambian constantemente. Un sistema social siempre sufrirá cambios debido a la modificación de alguno de los siguiente aspectos: composición (por ejemplo, por contratos o retiros), entorno (por ejemplo, por una sequía o una reforma social), estructura (por ejemplo, por promoción o reingeniería) o mecanismo (por ejemplo, la transformación de una compañía, de productora a comercial o financiera). Puede decirse que un sistema social sufre una revolución si se producen cambios rápidamente en los cuatro aspectos mencionados. Demos un rápido vistazo a tres diferentes casos de interés actual.

Ejemplo 1: Motines carcelarios. Los motines carcelarios pueden ser considerados como minirrevoluciones sociales, y han sido estudiados desde hace al menos dos siglos con el fin de elaborar y poner a prueba teorías sociales. Luego de estudiar los datos de una docena de revueltas carcelarias estadounidenses, Goldstone y Useem (1999) han llegado a la conclusión de que, para que estos sucesos tengan lugar, es necesaria la ocurrencia conjunta de al menos tres de los siguientes cinco factores: (a) desorganización del estado, particularmente en tiempos de cambios de reglas; (b) disenso entre el alcaide (director de la prisión) y los oficiales del correccional; (c) quejas de los internos acerca de cambios considerados injustos; (d) difusión de ideologías de protesta o rebelión; y (e) acciones punitivas llevadas a cabo por las autoridades de la prisión, en respuesta a expresiones de queja.

La rebelión de los internos no puede ser comprendida separadamente de las condiciones de la prisión, las cuales a su vez son objeto de presiones políticas, legales y burocráticas. Tampoco puede ser entendida exclusivamente en términos de «la situación», tal como afirmaría un individualista metodológico. Debemos centrarnos, en cambio, en la propagación de las protestas y propuestas de los cabecillas por la red existente en la prisión. El proceso completo puede y ser resumido en el siguiente diagrama de Boudon-Coleman de dos pasos:

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Ejemplo 2: Inversión extranjera y desarrollo. Tanto el sentido común como el evangelio neoliberal (paleocapitalista) afirman que la inversión extranjera promueve el desarrollo económico de los países periféricos. Sin embargo, los análisis estadísticos de Dixon y Boswell (1996) y Kentor (1998) sugieren intensamente que esta pieza de sabiduría heredada es un mito. La historia verdadera parece ser ésta. El efecto inicial de las inversiones extranjeras es, por cierto, positivo: crean algunos puestos de trabajo, transfieren tecnologías, estimulan el consumo de nuevos productos y difunden ideas, actitudes y hábitos modernos, si bien no todos buenos. Sin embargo, la mayor parte de los efectos benéficos muestran ser sólo de corto aliento, así como marginales en comparación con los efectos perversos, que son permanentes. Entre estos últimos, se destacan los siguientes: desempleo, urbanización desmedida, incremento en la desigualdad de los ingresos, desasosiego social debido a las frustradas expectativas en alza y, por supuesto, una mayor dependencia nacional. Algunos de los mecanismos más conspicuos son el reemplazo de la agricultura tradicional por cultivos para la venta, la destrucción de las industrias tradicionales, la substitución de los almacenes familiares por cadenas de supermercados, el desplazamiento del folklore por el «arte» comercial internacional, la imitación superficial de todo lo occidental y la corrupción de los funcionarios públicos y los políticos involucrados con empresas de inversión extranjera.

Ejemplo 3: Innovación tecnológica. Éste es un caso claro de dependencia mutua del individuo y la sociedad, debido a que la invención es un proceso cerebral, en tanto que la difusión es un proceso social. (Tan es así que sólo un pequeño porcentaje de las patentes llegan alguna vez a ser puestas en práctica). Hay dos concepciones principales acerca de las fuentes últimas de la innovación tecnológica. Los individualistas sostienen que los inventores proponen y los mercados disponen. Los holistas afirman, en cambio, que la invención es fomentada por el mercado; el mercado demanda y el inventor abastece. (Sin embargo, irónicamente, todos los adoradores del mercado se adhieren al individualismo). Cada posición exhibe una larga colección de ejemplos favorables y ninguna se molesta por los contraejemplos. Sostengo que sólo la concepción sistémica de estos asuntos logra toda la verdad. Veamos por qué.

Comencemos por observar que hay inventos grandes y pequeños: novedades radicales perfeccionamientos. En tanto que las primeras están motivadas principalmente por la mera curiosidad y el amor al ensayo, los segundos pueden estar motivados también por la ganancia: a menudo los perfeccionamientos son encargados al tecnólogo por el empleador, con la expectativa de llevar al mercado los productos correspondientes. En contraste, algunos inventos radicalmente nuevos han creado mercados completamente nuevos Por ejemplo, la industria eléctrica se hizo posible gracias a la ingeniería eléctrica, la cual a su vez fue la hija inesperada de los experimentos y las teorías en electromagnetismo. En particular, Michael Faraday descubrió el principio de la inducción electromagnética que Joseph Henry utilizó para diseñar el motor eléctrico y Nikola Tesla para diseñar la dinamo. La industria transmutó éstas y otras porciones de conocimiento científico y tecnológico en bienestar, riqueza y poder. La necesidad es sólo la madre de pequeños inventos: aquellos que pueden ser improvisados o realizados a pedido. Los grandes inventos exigen un largo y costoso proceso de investigación y desarrollo. Ya diferencia de los pequeños inventos, los grandes inventos generan deseos, algunos de los cuales se transforman en necesidades. Piénsese en el ferrocarril, la luz eléctrica, las telecomunicaciones, la refrigeración, los fármacos sintéticos y la computadora). El mercado no crea: sólo demanda y selecciona, o sea, recompensa o castiga. Más aun, frecuentemente recompensa al seguidor antes que al pionero. (El segundo ratón se lleva el queso). Sería tan necio menospreciar el poder del mercado como considerarlo la fuente de la inventiva tecnológica. Lo que vale para La tecnología vale, con mayor razón, para la ciencia, las humanidades y el arte: el mercado puede nutrir o sofocar, y puede difundir joyas o basura.

Ejemplo 4: Políticas neoliberales. Los países cuyos gobiernos implementaron políticas neoliberales durante las últimas dos décadas del siglo XX, han sufrido cambios sociales profundos y presumiblemente irreversibles, en su mayoría para peor. Las principales medidas tomadas por estos gobiernos fueron desregular el mercado y matar de hambre al estado de bienestar. Los principales resultados fueron la globalización (particularmente del mercado de capitales y de las costumbres estadounidenses), mayor desigualdad social, menor cohesión social, mayores tasas de morbilidad y mortalidad, profundización del abismo centro-periferia, y a menudo también desasosiego político. (Véase, por ejemplo, Gray, 1998 y Soros, 1998.) Los ideólogos del mercado libre diseñaron cuidadosamente las causas y previeron la globalización económica resultante. Pero, sin ser sociólogos ni personas socialmente sensibles, no previnieron las perversas consecuencias sociales de su «ajuste» y de la política de bajar las barreras para el comercio, en particular el deterioro de los valores sociales. Un bosquejo aproximado del proceso en cuestión puede ser representado por medio del siguiente diagrama de Boudon-Coleman:

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Esto es suficiente con respecto a la dinámica social y, en especial, en cuanto a los mecanismos que inducen cambios estructurales en los sistemas sociales. Convengamos ahora algunas definiciones de algunos conceptos clave de las ciencias sociales. Esto nos equipará para arriesgar unos pocos principios generales acerca de la naturaleza de la materia social, en contraposición con la materia no social (sección 4) y, más adelante, del modo óptimo de estudiarla (sección 5).

5.3. Definiciones

En las denominadas ciencias duras, no se comienza definiendo los conceptos clave: éstos están definidos implícitamente por los principios generales en los que aparecen. (Por ejemplo, el concepto de carga eléctrica está definido tácitamente por las ecuaciones de la electrodinámica). Dada la relativa pobreza teórica de las ciencias sociales y la consiguiente in certidumbre acerca de sus conceptos fundamentales, será conveniente comenzar por esclarecer algunos de ellos de manera explícita.

Definición 1: Un sistema social es un sistema concreto compuesto por animales que (a) comparten un entorno; (b) actúan directa o indirectamente sobre otros miembros del sistema; y (c) cooperan entre sí en algunos respectos en tanto que compiten en otros.

Definición 2: Un sistema social humano es un sistema social compuesto por seres humanos que dependen de su propio trabajo o del de otros para satisfacer sus necesidades y deseos.

Las familias y las organizaciones formales son sistemas sociales. En cambio, los grupos étnicos, las multitudes y las bandas de merodeadores no lo son, al menos en tanto no estén organizadas para armar de manera concertada.

Definición 3: Un sistema social humano es

a) natural o espontáneo si es autoorganizado, o sea, si surge espontáneamente por medio de la reproducción o la libre asociación;

b) artificial o formal, o una organización formal, si está formado y es mantenido de acuerdo con políticas, planes y reglas explícitos.

Por ejemplo, las bandas de homínidos, las familias, las pandillas de niños, los círculos de amigos, los equipos vecinales de fútbol y las agrupaciones amateur de música de cámara son sistemas sociales espontáneos. En cambio, las compañías de negocios, los ejércitos, las escuelas y las iglesias son sistemas sociales artificiales. Advertencia; la distinción natural/artificial es puramente descriptiva: sólo se refiere al modo de formación de los sistemas sociales. Una vez formados, incluso los sistemas sociales espontáneos hacen uso de sofisticadas tecnologías.

Ahora bien, las sociedades humanas, aun las primitivas, son más que sistemas: son supersistemas. Este hecho demanda la

Definición 4: Una sociedad humana es un sistema compuesto por cuatro subsistemas principales:

Los pueblos, los vecindarios, las ciudades, los condados, las provincias y los estados nacionales son sociedades porque cada uno de ellos está compuesto por los sistemas biológico, económico, político y cultural. En cambio, los hospitales, las prisiones, los ejércitos y las corporaciones transnacionales, si bien son sistemas sociales muy complejos, no son sociedades.

Definición 5: Una supersociedad es un sistema compuesto por sociedades humanas.

Por ejemplo, la ex URSS, la Unión Europea y el imperio estadounidense son supersociedades, El Mundo Islámico y el Mercosur son supersociedades en proceso de emergencia.

Definición 6: El sistema mundial es la supersociedad compuesta por todas las sociedades humanas. El sistema mundial nació el 12 de octubre de 1492 y se consolidó en el curso del siglo XIX. El proceso de integración fue violento: se llevó a cabo por medio de la guerra, la invasión, la colonización y, en ocasiones, la destrucción de economías locales en nombre del libre comercio. Actualmente, la globalización marcha santificada por el mismo evangelio, aunque de manera principalmente pacífica.

Curiosamente, les llevó cinco siglos a los estudiosos percatarse de la existencia del proceso de globalización; tan cegadora fue su atención enfocada en los individuos y los estados nacionales. De hecho, el primero en tratar explícitamente del sistema mundial fue el sociólogo histórico Immanuel Wallerstein (1976). (Lamentablemente, esta idea correcta y novedosa fue luego utilizada para explicar todo hecho social de gran escala en términos del rango de la nación correspondiente en el sistema mundial como si las recursos naturales locales, las clases gobernantes y las tradiciones tuviesen siempre un papel subordinado).

Suficiente con respecto a la estática social. Presentemos, ahora, tres conceptos relacionados con el cambio social.

Definición 7: Un proceso social humano (o actividad social humana) es un proceso en el cual toman parte al menos dos personas interactuantes.

El matrimonio y el divorcio, hacer amigos o enemigos, trabajar o jugar juntos, criar niños o debatir son ejemplos de procesos sociales. También lo son el intercambiar mercancías, servicios o información, así como organizar y hacer la guerra.

Los procesos sociales se presentan en todos los tamaños. Algunos involucran a unas pocas personan, en tanto que oíros involucran a naciones enteras, o incluso a todo el mundo. Los procesos de industrialización, urbanización, secularización y racionalización que comenzaron en Europa en el siglo XVII se iniciaron en una escala local y eventualmente se difundieron a la mayor parte del mundo.

Definición 8: Un movimiento social es un proceso social dirigido (no espontáneo) que ocurre al menos en un sistema social y que atrae a personas que originalmente no pertenecían al mismo.

Los movimientos de reforma social o religiosa, así como corrientes culturales tales como el Renacimiento, la ilustración y la Contra-ilustración; y movimientos políticos tales como el feminismo, el ambientalismo, el liberalismo, el socialismo y el fascismo son ejemplos de movimientos sociales.

Definición 9: Una invención social consiste en el establecimiento deliberado de un sistema social de una nueva clase o la drástica reorganización (cambio de la estructura) de sistemas sociales existentes.

El matrimonio, la esclavitud, la burocracia, el estado, la religión organizada, el seguro, la universidad, y los ritos y ceremonias públicas son ejemplos de invenciones sociales.

Las invenciones sociales pueden resultar del trabajo de líderes, burócratas o movimientos sociales. Algunas de ellas consisten en reformas o revoluciones voluntarias. Hay, también, reformas sociales silenciosas O involuntarias, y revoluciones como las disparadas por las innovaciones industrial es, políticas y culturales, desde la energía eléctrica, la maquinaria agrícola la refrigera don, el transporte automotor, la concesión de derechos políticos a mujeres y minorías, y la legislación de bienestar, hasta la difusión mundial de la educación superior, la televisión, la computadora, la cultura pop made in USA y el reenvasado del conservadurismo como liberalismo.

Desafortunadamente, el concepto de cambio social radical es ajeno a la mayoría de las teorizaciones sociales. En especial, las teorías de la economía ortodoxa y la elección racional dan por sentado el contexto social (o marco institucional o estructura social). Y sin embargo, cada acción (u omisión) social particular está no sólo inserta socialmente: también fortalece o debilita el contexto social y de este modo fortalece o debilita las reglas mismas de la vida social Por ejemplo, cada vez que alguien emite la instrucción «Cárguelo a mi tarjeta de crédito» contribuye a la peligrosa acumulación de la deuda pública; cada vez que alguien se abstiene de votar, erosiona la democracia; y cada venta de una grabación de música rock contribuye a la degradación de la cultura.

Ahora, pongamos nuestras definiciones a trabajar.

5.4. Principios sobre sistemas sociales

Procederemos a establecer algunos supuestos básicos (es decir, postulados o axiomas) acerca de los sistemas sociales. (Recordatorio: los postulados son sólo hipótesis iniciales, no verdades autoevidentes). También señalaremos sus consecuencias lógicas (corolarios y teoremas). El sistema hipotético-deductivo en miniatura que aquí se presentará es una suerte de breviario de sociología sistémica.

Postulado 1: Todo ser humano pertenece al menos a un sistema social.

Corolario 1: No hay personas completamente marginales.

Aun los autistas, ermitaños y prisioneros mantienen vínculos, sin importar lo débiles o efímeros que sean, con individuos que están completamente integrados en sistemas sociales. Incluso el recién nacido pertenece a un sistema social, a saber la familia o el orfanato, A medida que crecen y se desarrollan, los niños se integran en otros sistemas sociales, al comienzo como pacientes, más tarde como agentes. Llegar a la mayoría de edad es más que la monarca o la pubertad; usualmente se identifica con la completa participación como miembro, sino de todos, de la mayoría de los principales sistemas de una sociedad.

El postulado anterior es la versión sistémica de la descripción aristotélica del ser humano como un zoon politikon, es decir, un animal social (traducido frecuentemente como animal polínico). Y el corolario sugiere que la marginalidad se presenta en grados; de allí que su contrapartida, a saber la integración, también se presente gradualmente.

Postulado 2: Los sistemas sociales están sostenidas por vínculos de diversos tipos: biológicos (incluyendo los psicológicos), económicos, políticos o culturales.

Corolario 2: La discriminación social de cualquier clase (sexual, étnica, económica, política, religiosa, etcétera) debilita la cohesión social.

Es un error privilegiar cualquier tipo de lazos sociales, tales como los biológicos (como en el casa de la sociobiología o las relaciones de producción (el marxismo), las relaciones políticas (el liberalismo), o las relaciones de comunicación (el interaccionismo simbólico, la hermenéutica y la etnometodología). Todos los vínculos sociales son importantes y están entrelazados unos con otros. Lo que sí es verdad es que en ciertos procesos, uno de estos vínculos puede tener precedencia con respecto a los restantes. Por ejemplo, una relación familiar puede dar lugar a una relación económica o cultural, la cual a su vez puede generar cierta adhesión política.

Postulado 3: En virtud de su pertenencia a diversos sistemas sociales, las creencias preferencias, actitudes, expectativas, elecciones y acciones de toda persona están social mente condicionadas así como internamente motivadas.

Corolario 3: Los seres humanos no son completamente autónomos ni completamente heterónomos.

O sea que tanto el kantismo como el conductismo son incorrectos: todos somos en parte autónomos y en parte heterónomos, Peco, por supuesto, la autonomía es dependiente, en gran medida, del poder. Quienes no poseen poder difícilmente puedan darse el lujo de ejercer su libre albedrío.

Postulado 4: Todo sistema social posee una función específica (es decir, un proceso o actividad, que ningún otro sistema social puede realizar).

Este supuesto no implica atribuir a los sistemas sociales fines, intenciones u otras funciones realizadas por el cerebro. Por ejemplo, la función específica del sistema de correos es distribuir el correo: sólo algunos empleados del correo tienen esta finalidad.

El postulado anterior no implica que todas las funciones de un sistema sean beneficiosas para sus componentes y mucho menos para la sociedad en su totalidad. De hecho, algunos sistemas sociales como los ejércitos en tiempos de paz no poseen función provechosa alguna que sea conocida. En otras palabras, el axioma anterior es sólo descriptivo.

Postulado 5: Todo sistema social, en todo momento, está involucrado en algún proceso, sea éste gradual o discontinuo, causal, aleatorio o híbrido.

Esta hipótesis debería dar seguridad a quienes temen que el sistemismo favorezca el estatismo y sea, por consiguiente, conservador. Más aún, es posible que los procesos denominados caóticos sean importantes en la sociedad. (Advertencia: nada hay de literalmente caótico, es decir, de ilegal, en la teoría del caos. Todo lo que «caótico» significa es dependencia crítica de las condiciones iniciales: una pequeña desviación en éstas puede crecer explosivamente con el tiempo). Esto se debe, en parte, al hecho de que a diferencia de electrones y fotones, las historias de vida humanas están sujetas a accidentes imprevistos, tales como encuentros casuales con personas que van a tener una gran influencia ya sea en las elecciones, ya sea en las circunstancias. A pesar de lo anterior, en el momento en que escribo, no conocemos todavía ningún proceso social «caótico». Y seguramente tampoco los conoceremos, a menos que los científicos sociales propongan, resuelvan, pongan a prueba y confirmen empíricamente algunas ecuaciones diferenciales (o de diferencia finita) no lineales que describan procesos sociales.

Postulado 6: Los cambios en un sistema social se originan en (a) cambios en sus componentes o (b) interacciones entre sus componentes, o entre éstos y cosas del entorno del sistema.

En otras palabras, en tanto que unas veces un cambio sistémico tiene su origen en acciones individuales, otras veces es causado por interacciones sociales, y a veces, incluso, está enraizado en cambios ambientales o en nuevas acciones Rumanas sobre el entorno. A pesar de que esto es obvio, la teoría dé la elección racional lo pasa por alto.

Los procesos de captura, pérdida y substitución pueden ser meramente cuantitativos, En cambio, aquéllos de asociación, disociación y reorganización (cambio en la estructura) pueden ser también cualitativas.

Postulado 7: Todos los miembros de un sistema social cooperan unos con otros en ciertos aspectos y compiten en otros.

Este supuesto combina la tesis de Marx sobre el conflicto, con la tesis de Durkheim sobre la solidaridad. Ningún sistema concreto de ninguna clase surgiría o subsistiría sin cierta medida de cooperación, ya sea tácita, ya sea deliberada. Pero, una vez que el sistema social se ha conformado, sus miembros competirán unos con otros por los recursos escasos —desde el alimento hasta el amor— sean éstos internos o externos.

Postulado 8: Para que un sistema permanezca estable (o, mejor dicho, en estado estacionario), es menester que la cooperación interna sea más intensa que el conflicto interno.

Este axioma exige las definiciones de los conceptos de estabilidad y fortaleza de un vínculo social (centrípeta o centrífuga). Sin embargo, por el momento, deberá bastar con los conceptos intuitivos.

Postulado 9: En tanto que la competencia estimula la iniciativa y; la innovación, la cooperación favorece la eficiencia y la continuidad del sistema; y promueve la cohesión social y la responsabilidad individual.

Postulado 10: Un sistema social surge (espontáneamente o por diseño) si y sólo si su existencia contribuye a satisfacer algunas de las necesidades (reales o percibidas) o deseos de algunos de sus miembros.

Si las necesidades y deseos que motivan la formación de un sistema social son ya imaginarias, ya mínimas, el sistema se transforma en una carga para sus miembros, quienes eventualmente lo rechazan, abandonan o disgregan. Lo cual nos lleva al siguiente supuesto.

Postulado 11: Un sistema social se desintegra, espontáneamente o por diseño, si (a) ya no beneficia más a sus miembros o (b) sus conflictos son más intensos que sus lazos cooperativos.

Corolario 4: La competencia perfecta (no regulada) es socialmente disolvente.

La ideología del libre mercado, que predica la soberanía del mercado, es social y moralmente tan corrosiva como cualquier otra forma de egoísmo.

Postulado 12: La eficiencia de todo sistema social mejora con la competencia, a condición de que no se permita a ésta deshacer los vínculos que mantienen unido al sistema.

Corolario 5: Todos los sistemas sociales se estancan o declinan si sus miembros dejan de competir o de cooperar.

Abreviado: una combinación de competencia y cooperación da como resultado una buena salud social.

Postulado 13: Toda invención social beneficia a algunas personas en tanto que perjudica a otras.

Corolario 6: Toda invención social es resistida pasiva o activamente por aquellos que creen, correcta o incorrectamente, que serán perjudicados por ella.

Para restringir el daño y el conflicto causados por una invención social dada, es deseable involucrar a todos los interesados, así como a los expertos en el diseño, planeamiento y ejecución de la innovación en cuestión. Esto sugiere que el orden social ideal combina la democracia integral con la tecnología social.

Esto es suficiente a modo de un manojo de principios generales acerca de la naturaleza de los sistemas sociales y de sus cambios. Echemos un vistazo, ahora, a algunos principios generales sobre el enfoque óptimo para el estudio de los sistemas sociales.

5.5. Principios sobre el estudio de los sistemas sociales

Es lógico que el estudio apropiado de los sistemas de cualquier clase sea sistémico antes que individualista u holista. O sea, la descripción y explicación de los hechos sociales debe comenzar por ubicar a éstos en los sistemas sociales donde tienen lugar. Y la primera cosa que hay que hacer con esos sistemas es analizarlos en lugar de reducirlos a sus componentes (individualismo) o fingir que son bloques sólidos (holismo). Es por ello que proponemos el

Postulado 14: Todo sistema social debe ser analizado en su composición, entorno, estructura y mecanismo: m(s) = <C(s), E(s), S(s), M(s)>.

La composición C(s) se toma en un nivel u otro: el de los individuos, los hogares, las empresas, los distritos electorales o el quesea. El entorno E(s) representado en el modelo es sólo la parte del ambiente de las cual se sabe en un momento dado que es relevante para s; esto excluye la mayor parte del entorno real. La estructura S(s) incluye no sólo los vínculos que establecen una diferencia respecto de la conducta individual, sino también las relaciones no vinculantes que puedan ser socialmente relevantes, tales como las de estar más cerca, ser más viejo o más rico. Por último, el mecanismo M(s) incluye sólo los procesos que «hacen funcionar al sistema», tales como el amor y el cuidado en el caso de la familia, el trabajo en una unidad productiva y el aprendizaje en una escuela.

Los holistas rehúsan analizar los sistemas. Los individualistas centran su atención en la composición y en el entorno («la situación» o «los constreñimientos externos»). Los ambientalistas (en y particular los conductistas) consideran al entorno tanto la fuente como el sumidero de la conducta humana. Los estructuralistas enfocan su atención en la estructura y desatienden el resto. Y todos ellos ignoran los mecanismos y, en consecuencia, no pueden explicar, o no explicarán, el cambio social. Sólo los sistemistas reúnen los cuatro aspectos. De allí que sólo estos últimos puedan explicar lo que hace que las personas se agrupen en sistemas, trabajen para ellos, luchen contra ellos, los reformen o los abandonen.

Postulado 15: Las ciencias sociales estudian sistemas sociales. Este principio es claro, pero está lejos de ser obvio, ya que va a l contrapelo de las dos modas principales de hoy, a saber, los estudios sociales interpretativos (verstehende) y la teoría de la elección racional. Ambas escuelas centran su atención en los individuos con total desatención de los sistemas y los movimientos sociales, y cada una supone una concepción fragmentaria del hombre: como homo symbolicus y como homo economicus respectivamente. (Más en el capítulo 6.) Sin embargo, el hecho es que sólo los biólogos y los psicólogos estudian individuos. Los antropólogos, demógrafos, sociólogos, economistas, politólogos, historiadores, expertos en administración, planificadores urbanos y otros estudian sistemas sociales. Es por ello que se los denomina científicos sociales. En cambio, los expertos en finanzas sólo estudian el aspecto financiero del sistema económico en lugar de estudiar todo el sistema. Esto puede explicar por qué han fracasado, basta el momento, en el intento de producir una verdadera teoría de las finanzas. Analogía: un fisiólogo que para explicar la hipertensión estudiara sólo la sangre en lugar de todo el sistema cardiovascular y los otros sistemas del cuerpo acoplados a éste.

El postulado anterior no cuestiona la legitimidad de los estudios sociales de la conducta individual, a condición de que se considere a esta última influida decisivamente por las circunstancias sociales, como ocurre en el caso de la psicología social y de la investigación del comportamiento económico. Sólo los biólogos estudian a los humanos sin importar sus circunstancias sociales. Aun así, algunos de ellos tratan la acción de los factores sociales de estrés sobre el supersistema psico-neuro-endocrino-inmune. Sus estudios pueden ser ubicados en la biosociología, la emergente intersección de la biología y la sociología, la cual no debe ser confundida con la sociobiología humana o estudio de la sociedad humana como si fuese un hormiguero, o a lo sumo una tropa de babuinos.

Aquellos estudiosos de la sociedad con mentes más analíticas, son atraídos naturalmente por los modelos de elección racional, los cuales se centran en las decisiones de los individuos, y supone que éstos son fundamentalmente libres y están guiados principalmente por el interés propio. Estos modelos funcionan en casos simples, tales como el de un conductor en un semáforo y el del profesional que se emplea a sí mismo. En ambos casos, se puede considerar que el agente actúa exclusivamente bajo constreñimientos y fuerzas externas, en gran medida como un electrón en un campo magnético, con la diferencia de que el agente posee noluntad propia. Pero éste no es el caso de un conductor a la hora de mayor tránsito: su única elección racional es ir con el Atajo del tránsito, es decir, resignar su libertad de elección. Del mismo modo, el trabajador de una compañía tiene muy poca libertad de acción: se parece mis a un engranaje de una máquina, incluso si originalmente él mismo diseñó y armó esa máquina. En estos casos, sólo puede funcionar un modelo sistémico, porque cada agente está fuertemente conectado a otro agente del sistema.

Estas consideraciones se aplican particularmente a los; intentes de reducir todas las ciencias sociales, aun la economía, al estudio de la elección individual en los mercados, o a mercancías y precios, del modo en que Gary Becker (1976) y sus amigos imperialistas económicos han prepuesto. La razón de ello es que todas las actividades económicas están insertas en redes sociales, las cuales a su vez están incluidas en la sociedad. La sociología económica ha confirmado ampliamente esta concepción (véase Smelser y Swedberg, 1994), De allí que la ciencia económica sea el estudio de los sistemas económicos en sus relaciones con otros sistemas, tanto económicos como no económicos. Consideraciones similares son para la sociología, la politología y la culturología.

Por ejemplo, concebir el Partenón exclusivamente como un impar objeto de arte —que lo es— no explica por qué fue erigido con gran costo para los contribuyentes atenienses. Este hecho se explica considerando que el Partenón fue alguna vez un sitio de culto, un tesoro, un acto de glorificación de Atenas y —como muchas otras construcciones monumentales— una fuente de numerosos empleos, tal como observara Plutarco. En resolución, la construcción del Partenón fue un suceso cultural, político y económico, de b que se sigue que debe ser objeto de estudios interdisciplinarios.

Los postulados 14 y 15 en conjunto implican el

Teorema 1: El estudio científico de un sistema social cualquiera implica la investigación (tanto empírica como teórica) de su composición, entorno, estructura y mecanismo.

A su vez, este teorema y la definición 4 en conjunto implican el

Teorema 2: El estudio científico de toda sociedad humana implica la investigación (tanto empírica como teórica) de sus subsistemas biológico, económico, político y cultural.

Corolario 1: Toda explicación puramente biológica, económica, política o cultural de un sistema social es, en el mejor de los casos sólo parcialmente verdadera.

Esto acusa, en particular, al autodenominado imperialismo económico, el cual es la imitación de la microeconomía clásica en todos los campos sociales de estudio.

Corolario 2: Ninguna ciencia social es autosuficiente.

Los axiomas 5 y 16 conjuntamente implican el

Teorema 3: Las ciencias sociales estudian actividades (procesos) sociales.

Corolario 3: Los estudios sociales sincrónicos proveen única mente instantáneas de los procesos sociales.

Esto es suficiente con respecto a las ciencias sociales puras o básicas, las cuales intentan dar cuenta de los hechos sociales del modo más objetivo posible; sin desatender, sin embargo, algunas de las fuentes internas de la acción social, tales como la empatía y la envidia. Se espera que algunos de sus descubrimientos sean utilizados por las correspondientes tecnologías: las sociotecnologías. Éstas diseñan o rediseñan sistemas sociales, y prescriben cómo armarlos, administrarlos o reformarlos. La investigación de mercados, la investigación operativa, las finanzas, la macroeconomía normativa y el derecho se hallan entre las sociotecnologías. De todas estas disciplinas se espera que hagan uso de los descubrimientos de las ciencias sociales en lugar de seguir la rutina, o el irreflexivo ensayo y error.

Esta caracterización de las sociotecnologías, junto con el postulado 14 tiene, entre otras, las siguientes consecuencias lógicas:

Teorema 4: La organización eficiente de un sistema social implica la consideración de su composición (por ejemplo, el personal de una compañía), su entorno (por ejemplo, el mercado adecuado), su estructura (representada por gráficos de organización) y sus mecanismos (representados, por ejemplo, por los horarios de reparto y de trabajo, cronogramas y presupuestos).

Teorema 5: Toda reforma social eficiente y duradera es producto de cambios en diversos aspectos sociales a la vez, antes que de cambios realizados en un solo aspecto por vez.

Los problemas sistémicos requieren soluciones sistémicas. Tratar asuntos sociales sistémicos de un modo fragmentario es un acto o de autoengaño o de propaganda política. Un ejemplo actual de esta clase de propuesta es la de acabar con la pobreza conectando a los pobres a Internet. Otro es proponer al libre comercio como la clave del desarrollo de las naciones pobres. Las recetas que todo lo curan recuerdan la defensa de George Berkeley del agua de alquitrán como panacea universal.

Esto deberá bastar como breve retrato de una sociología sistémica, la alternativa, a la teoría de la elección racional, la sociología «interpretativa», el economicismo marxista y la sociología holista à la Talcott Parsons, Niklas Luhmann o Jürgen Habermas. (Para más detalles véase Bunge, 1974,1979, 1995,1997a, 1998a, 1999b, 2000a).

Conclusión

Comenzamos recordando dos trilemas relacionados con los estudios sociales contemporáneos: el del individualismo-holismo-sistemismo o trilema ontológico, y el del positivismo-idealismo-realismo; o trilema gnoseológico. Luego trazarnos un bosquejo de sociología sistémica, la cual reúne la tesis ontológica que afirma que todo hecho social ocurre en un sistema social, con la norma metodológica que prescribe que todos los hechos deben ser explicados de un modo objetivo. La tesis ontológica lleva la atención del estudioso a un contexto social más amplio, así como a lo que es peculiar de los hechos sociales, a saber, que consisten en relaciones interpersonales que generan, mantienen, fortalecen, o debilitan sistemas o redes sociales. Y la norma metodológica requiere que las motivaciones de (los agentes estén insertas en redes sociales y sean estudiadas de manera científica, en lugar de hacerlo desde un sillón. Sin embargo, este asunto nos lleva al siguiente capítulo.