Una nota al lector

Como el resto de los personajes de esta novela, Timothy Flyte es una figura de ficción; sin embargo, muchas de las desapariciones en masa a que hace referencia no son meros productos de la imaginación del autor. La mayoría de ellas han sucedido de verdad. La desaparición de la colonia de Roanoke, el misterioso abandono del pueblo esquimal de Anjikuni, las poblaciones mayas esfumadas en la selva, la pérdida inexplicable de miles de soldados españoles en 1711, la pérdida igualmente desconcertante de los batallones chinos en 1939 y algunos otros casos citados en este libro son, en realidad, sucesos históricos bien documentados.

Asimismo, existe un doctor Ananda Chakrabarty de carne y hueso. En la novela, los detalles de su desarrollo del primer microorganismo patentado están sacados de noticias publicadas en la prensa. La bacteria del doctor Chakrabarty, según se indica en el libro, era demasiado débil para sobrevivir fuera del laboratorio. El Biosan-4, nombre comercial de la supuesta cepa más resistente del microorganismo de Chakrabarty, es un producto inexistente, de ficción; hasta donde sé, no se ha realizado ningún esfuerzo para refinar y mejorar el descubrimiento del doctor Chakrabarty, que sigue siendo una rareza de laboratorio cuya principal importancia es el papel que jugó en la decisión del Tribunal Supremo, que sentó jurisprudencia.

Y, por supuesto, el antiguo enemigo es un producto de la imaginación del autor. Pero ¿y si…?