Este libro ha sido posible gracias al esfuerzo de numerosas personas. Andrew Gross, Robert Hood, Julia Menapace y Mark Seiden brindaron apoyo técnico a Tsutomu durante las muchas noches de insomnio dedicadas por éste a aclarar la irrupción del 24 de diciembre en sus ordenadores. También Mike Bowen, John Bowler, Liudvikas Bukys, Levord Burns, Soeren Christensen, Dan Farmer, Rick Francis, Brosl Hasslacher, John Hoffman, Bruce Koball, Tom Longstaff, Mark Lottor, Jim Murphy, Joe Orsak, Martha Stansell-Gamm y Kent Walker aportaron su experiencia técnica y legal. Carl Baldini y Paul Swere, ambos de la RDI Computer Corporation, contribuyeron con hardware. Gracias por su apoyo a Sid Karin y su equipo, en el San Diego Supercomputer Center. Nuestro editor en Hyperion, Rick Kot, nos ayudó a traducir a términos accesibles una historia plagada de infinidad de detalles técnicos, y Tim Race, editor de John Markoff en el New York Times, aportó sus conocimientos. Deseamos asimismo dar las gracias a nuestros agentes, John Brockman y Katinka Matson. Cuando empezamos a escribir, Nat Goldhaber tuvo la amabilidad de ofrecernos su hospitalidad. Un agradecimiento especial a Jimmy McClary y a Leslie Terzian. Y finalmente a Roger Dashen, que es desde hace mucho tiempo amigo y consejero de Tsutomu.