El Jota siempre supo qué quería. Siempre tuvo bien claro el camino que debía seguir para llegar ahí. Aunque tuvo distracciones. Algunas de esas distracciones chupaban bien la pija. Otras, daban el culo. Algunas pocas otras, tragaban la leche. La gringa es una distracción que hace todo eso, y encima está linda. Pero es solo eso, una distracción en el camino del Jota. Quizás si la gringa supiera hacer milanesas… Pero no sabe.